El vigente rey del hemisferio sur complicó su posibilidad de coronarse en el Súper Rugby Aotearoa tras caer ante Hurricanes por 34-32, en condición de local. De esta manera, el equipo capitaneado por Codie Taylor le abrió la puerta a su verdugo de turno y a Blues, que le ganó a Chiefs y se mantiene de pie en la puja por la corona.
Pasó de todo en esta séptima fecha del certamen doméstico de Nueva Zelanda: de repente, tres franquicias están en la lucha palmo a palmo por el trofeo. Y es que los ‘Saders, en su fortín, el Estadio AMI, de Christchurch, dejaron escapar una posibilidad de oro ante un rival directo. Pero no fue solamente eso: sucumbieron frente a su gente por primera vez en cuatro años -NdR: la última vez había sido en julio del 2016… y contra el mismo oponente-, lo cual los deja en una posición titubeante de cara a lo que se avecina en esta competición.
El 34-32 final se explica en lo que construyó la visita durante los ochenta minutos gracias a la conducción de TJ Perenara, la vehemencia de Ardie Savea y Asafo Aumua, la calidad de Jordie Barrett y el olfato de try de Wes Goosen, quien aterrizó en el ingoal rojinegro en dos ocasiones. Esto, obviamente, acabó siendo suficiente para dar el batacazo en rodeo ajeno… contra viento, marea y todo pronóstico.
Pero esto no fue lo único que aconteció a lo largo y ancho de la tierra de los All Blacks: en el mítico Eden Park, de Auckland, Blues, con una gran defensa en el cierre del cotejo, se impuso ante Chiefs por 21-17, con más de 33 mil personas congregadas. Los dirigidos por Leon MacDonald tuvieron un arranque ideal (14-0 en catorce minutos) pero se apagaron con el correr de los minutos y tuvieron que apelar a su mejor fórmula: tacle y concentración defensiva. Y así obtuvieron cuatro puntos valiosísimos en la carrera por el trono. De paso, hundieron un poco más a la nómina a cargo de Warren Gatland, que perdió sus seis partidos en esta primera edición del torneo creado por la Unión de Rugby de Nueva Zelanda (NZRU, por sus siglas en inglés) tras el paso del COVID-19 por la mágica Aotearoa.
¿Qué nos espera?
Con Crusaders en la cima de la tabla de posición (19 puntos) más Blues (17) y Hurricanes (16) a la expectativa, este campeonato está lejos de definirse. El próximo fin de semana atestiguaremos dos encuentros de altísimo voltaje: el primero de ellos, el sábado, a las 4:05, de la Argentina, Chiefs estará cara a cara con el puntero. Dicha contienda se llevará a cabo en el Estadio FMG, de Hamilton; un día después, desde las 0:35, el show se trasladará al Forsyth Barr, de Dunedin, el hogar de Highlanders, que recibirá a Blues. Preparen los pochoclos y a no moverse de la pantalla chica.
Fuente: Santiago Ángel desde Nueva Zelanda