RWC 2019

Un triunfo que no convenció

Un triunfo que no convenció

Los Pumas vencieron a Tonga por 28 a 12 en el Hanazono Stadium, en su segunda presentación del Mundial de Japón. El equipo de Mario Ledesma jugó muy bien la primera parte, pero tuvo un bajón pronunciado y preocupante en la segunda mitad. Ahora deberá vencer a Inglaterra en el siguiente partido que se tornará decisivo en busca de la clasificación a los cuartos de final.

Había que cambiar la imagen como fuera. Los Pumas sabían que en la derrota ante Francia habían quedado en deuda. Ese primer tiempo del debut que marcó en gran parte el resultado final, debía olvidarse, sobre todo para dar vuelta la página, y porque no había tiempo para lamentos. Necesitaban demostrar que en estas tres finales que les quedaban por delante el equipo, debían ser otro, que estaban vivos, más concentrados, con el amor propio y la actitud necesaria para no tener más desconcentraciones que compliquen sus partidos, porque al fin y al cabo la actitud pasaba a ser la clave.

Y más allá que el rival era otro porque Tonga convengamos que no es Francia, el cambio de imagen y actitud debía llegar desde el arranque mismo del partido. Para ello, el entrenador Mario Ledesma apeló a cuatro cambios con los ingresos de Carreras, Urdapilleta, Lezana y Montoya. Así movió su esquema original e intentó tocar la fibra más íntima de sus dirigidos, en busca de un imperioso triunfo con bonus en la primera de las tres finales que le quedaban por delante para cerrar la fase de grupos.


UN ARRANQUE A FONDO

Jaco Peyper dio el pitazo inicial y la salida de Benjamín Urdapilleta dio comienzo al juego en el caluroso mediodía de Osaka, en el Hanozono Estadio. Los Pumas arrancaron con todo, dominando las acciones desde el inicio. Un error defensivo de Tonga le dio un penal en 6 minutos. Fueron al line en busca del primer try y de esa jugada con salida rápida del maul, Julián Montoya apoyó el primer try a los 7 minutos, para que Los Pumas abrieran el score. La patada esquinada de Urdapilleta dejó las cosas 7 a 0.

En las tribunas, la parcialidad argentina - más de 5 mil personas acompañaron al equipo de Ledesma - se entusiasmaba y entonaba el tradicional canto de los años 80: “yo te daré, te daré niña hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con P: Pumas”. El partido, en 15 minutos de juego, mostraba al equipo argentino con la iniciativa, pero sin poder quebrar a la defensa tongana. Había que saber esperar el momento y no desesperarse. De la Fuente, una vez más, perdió el control de la pelota cuando parecía que Los Pumas podían aumentar. Pero a los 16 llegó un nuevo line y desde esa formación, otra vez con el maul, apareció Montoya – de excelente primera etapa y elegido man of the match- para anotar su segundo try. La fórmula del desgaste iba dando resultado. Urdapilleta, otra vez con su puntería en el pie izquierdo, anotó (14-0) en 18 minutos.


SABER ESPERAR, FUE VITAL PARA SUMAR EL BONUS

La mitad del primer tiempo tenía a Los Pumas presionando en la marca a la espera de los errores tonganos y esa presión generó que Santiago Carreras robara la pelota para irse derecho al try debajo de los palos. Una nueva conversión de Urdapilleta puso las cosas 21 a 0. Dos minutos después, otra vez de pelota recuperada, casi llega a apoyar Urdapilleta, y en la siguiente, con el scrum y el empuje de los forwards, Montoya (hatt-trick) apoyó en el ingoal tongano y marcó por segunda vez en un Mundial tres tries para Los Pumas (Martín Gaitán fue el anterior, en Australia 2003 ante Namibia). La conversión acertada de Urdapilleta y el bonus esperado que llegaba en tan solo 30 minutos.

Otro partido, otro equipo, otra cabeza y otra concentración que se perdió en la salida siguiente cuando Tonga, tocado en su amor propio, fue a fondo y consiguió el descuento por medio de su fullback Telusa Veainu, que se filtró, vulneró a la defensa argentina y apoyó. La conversión del medio scrum Sonatane Takulua dejó el score 28 a 7 para Los Pumas. El equipo se relajó, una vez más, la cabeza y la concentración le jugaron en contra. Tonga lo aprovechó, Moroni protestó y, en la última jugada, Lavanini salvó lo que parecía el segundo try tongano. Final de un primer tiempo que mostró a Los Pumas cumpliendo su objetivo inicial, pero sin convencer por completo. Se relajaron y esas desatenciones y errores de manejo (6 en la línea) pudieron costarle caro.


UN SEGUNDO TIEMPO DISTINTO

Sin cambios salieron a jugar la segunda etapa. Pero ni bien se cumplían cuatro minutos, Ledesma hizo ingresar a Medrano, Vivas, Ortega Desio y Agustín Creevy, quien de esa forma igualó a Felipe Contepomi, con 87 caps, en ser el Puma con más partidos de la historia. A los 15 minutos, Los Pumas buscaban como en la primera parte, con la fórmula del line y maul, mientras Tonga se defendía como podía, pero sin terminar de sacar la diferencia deseada para poder liquidar el pleito. Más cambios y nuevos errores propios: Alemanno por Lavanini y Sánchez por Urdapilleta.

Tonga se defendía como podía, con infracciones de todo tipo, y Los Pumas no sabían aprovechar su dominio. Una vez más el line y maul como bandera para buscar el desnivel. Delguy por Orlando, la nueva variante de Ledesma, que preocupado buscaba el desequilibrio de la línea de backs que no llegaba y en 25 minutos, Los Pumas no lograban aumentar para definir el partido. Tonga aprovechó cada pelota que tuvo y el quedo del equipo argentino para ese entonces era alarmante.


UN FINAL PARA EL OLVIDO

Quedaban 15 minutos para terminar el partido y el público albiceleste alentaba sin poder entender como el resultado seguía igual que al finalizar la primera mitad. Tonga fue por más, con un ataque a fondo que la defensa argentina no pudo frenar, y llegó un nuevo try de Veainu casi sobre la bandera izquierda para dejar las cosas 28 a 12 ante la conversión fallida de Faiva.

Diez minutos finales y el amor propio de los isleños que complicó a unos Pumas que no solo perdieron el control del partido, sino que se dedicaron a aguantar, un match que tenían definido en la primera parte. Muchos errores propios y un llamativo bajón que comprometió el resultado final. Si hasta el propio Sánchez, en la única que Los Pumas tuvieron para aumentar, falló a los palos. Felipe Ezcurra ingresó para completar los cambios del banco argentino. El desconcierto y la preocupación de la pobre perfomance realizada en el segundo tiempo, se podía ver en las caras de los protagonistas, mientras Tonga seguía intentando.

Y así llegó el final, con un resultado buscado, pero con un desconcertante bajón en el segundo período, que deja más preocupaciones que certezas para el choque decisivo ante Inglaterra.


La síntesis completa acá



Fuente: Jorge Ciccodicola (enviado especial de Rugby Champagne a Japón).