Alejandro Torres y Thomas Gallo de Universitario de Tucumán, y Jonathan Marchetta de Pucará, no podrán participar del torneo de la SLAR y deberán regresar a sus clubes de orígen.
Interminable y plagado de contratiempos.
Así se presentó el verano 2020 para el rugby argentino que siguió con la temperatura en aumento y los inconvenientes a la orden del día. Hace más de un mes el primer problema fue el asesinato de Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell. Los medios se ensañaron contra el rugby, mientras las autoridades que debían hacerse cargo del problema social miraban para otro lado. La violencia sigue en forma cotidiana, mientras todos esperamos se junten las partes para intentar una solución, a una crisis que parece no tener fin en la Argentina.
El segundo contratiempo surgió por un tema interno entre las Uniones que componían el NOA. Un problema que estaba stand by desde hacía casi dos años, seguía sin solución y terminó por explotar en estos días. La URT no quiso conformar el Comité Regional del NOA y la UAR le quitó el apoyo económico a toda la región buscando de esa forma definir el conflicto. Tucumán lejos de acercarse a lo que le pidió la UAR, tomó el quite de presupuesto como una ofensa, pateó el tablero y se abrió de la región armando su propio bloque entre sus clubes y conformando su propio torneo. Este quiebre no sólo trajo dolores de cabeza y malestar entre las uniones y sus clubes; sino además las consecuencias que no hicieron más que afectar a los jugadores, los principales protagonistas del juego.
Pero había que seguir adelante y ni lerdos ni perezosos, las otras uniones de la Región, ante el pedido de la UAR y la posibilidad de quiterle el apoyo económico, se reunieron en forma urgente por medio de sus presidentes (Carlos Martearena por Salta; Martín Ávila por Santiago del Estero y José García por Jujuy) que armaron en tiempo récord un nuevo reglamento y el fixture; para que el 21 de Marzo diera comienzo un nuevo torneo conformado por sólo clubes de esas tres uniones. Eso sí dejaron bien en claro que si la URT quería sumarse podía hacerlo como “invitado”.
Un problema que “se resolvió” armando un torneo de escaso nivel y que dejó de lado a los clubes tucumanos que fueron durante años los que le aportaron mayor jerarquía y mejor nivel de juego a la región. En los próximos días se espera que la URT se expida sobre el tema (el miércoles daría una conferencia de prensa o emitiría un comunicado). Desde RCH esperamos que el feriado de carnaval sirva para que todos recapaciten, ya que sin dudas a ninguna de las partes y mucho menos a la UAR le conviene esta decisión, por las negativas consecuencias deportivas que traerá aparejada y por el quiebre político; en un momento tan difícil y complicado para el rugby argentino.
Mientras tanto apareció otra dolor de cabeza para la UAR. Tres jugadores argentinos que estaban contratados y entrenaban con la franquicia paraguaya de Olimpia Lions deberán regresar a sus clubes de origen porque se excedieron en el cupo permitido permitido por la organización del nuevo torneo profesional que está por arrancar en Sudamérica.
La historia parece de una pelicula de ficción, pero lamentablemente es real. Olimpia Lions fichó 14 jugadores extranjeros, más de los que podía; sin respetar el cupo máximo asignado para cada franquicia. Ante ese hecho había que hacer cumplir el reglamento que ya estaba redactado y aprobado. Se llevó a cabo una reunión de emergencia en Viña del Mar, Chile, para tratar de encontrar una solución de la mejor forma posible y poder iniciar el torneo que ya se había retrasado de su fecha original (en principio iba a empezar en febrero).
En esa reunión, Corinthians de Brasil, resolvió en forma excepcional no utilizar su cupo y se le cedió a la franquicia paraguaya, para que pudieran acomodar a sus contratados y evitar mayores inconvenientes con los jugadores que ya estaban entrenando en ese país desde hacía casi dos meses. Pero como con este detalle tampoco cerraba -no se podía utilizar más de un jugador por club por franquicia y 4 jugadores UAR como tope-, entonces no quedó otra alternativa que dar de baja a tres de los contratados (no se podía haber acordado una nueva excepción, teniendo en cuenta el poco tiempo que había y el esfuerzo realizado hasta aquí por esos tres jugadores e incluirlos?) y repatriarlos a sus clubes de origen. Así dos rugbiers de Universitario de Tucumán y uno de Pucará deberán hacer las valijas y regresar a sus clubes, en una nueva desprolijidad y con otro dolor de cabeza para la UAR por el malestar de los jugadores.
Algunos detalles de la reunión
Consultado sobre el tema, Gabriel Travaglini, vicepresidente de la UAR y representante del Board de la SLAR junto a Andrés Muñoz nos señaló: “el tiempo apremiaba y había que resolver el tema reglamentario para empezar el torneo de una vez y sin problemas. Por eso se llamó a una reunión urgente en Chile, más precisamente en Viña del Mar, y se plantearon las excepciones del caso para sacar adelante el torneo. Entre todos los directivos de cada país le buscamos la mejor solución al tema, primero tratamos que los jugadores profesionales no cuenten para el cupo y después que todos los citados a entrenar con las franquicias pudieran jugar. Esto se aceptó y en cuanto tuvimos las respuestas – el miércoles - lo comunicamos a través de la UAR”, señaló Travaglini.
La UAR en la reunión de SLAR, que se llevó a cabo el sábado 15 de Febrero, fue representada in situ por Andrés Muñoz quien ocupa actualmente el cargo de Consejero de la UAR por la provincia de Salta y del mismo Travaglini que estaba de vacaciones, pero siguió el tema on line para poder solucionarlo. “Se trabajó durante horas para salvar los inconvenientes, y una vez concluido y con todo resuelto, se realizaron las consultas legales pertinentes y se tomaron las definiciones del caso, para luego comunicar los cambios que había que hacer durante la semana pasada”. (el comunicado de la UAR salió a luz el sábado por la tarde).
El mal menor, y los detalles de una solución parcial
Cuando en un inicio se analizó la cantidad de jugadores, cupos y clubes que podían participar se realizaron los pedidos a las uniones de cada región por los involucrados y ahí surgió la posibilidad de ver quienes podían ser anotados como profesionales y quienes no. Así el tucumano Gabriel Ascárate fue considerado como profesional, en cambio Manuel Montero y Jonathan Marchetta no fueron aceptados en esa condición. Entonces, Olimpia Lions tuvo que confeccionar una nueva lista definitiva, porque era la única franquicia con jugadores excedentes. Así fue que anotó a Máximo Ledesma de Natación y Gimnasia de Tucumán, a Axel Zapata de SITAS, a Juan Ávila de Lomas Athletic y a Manuel Montero de Pucará, los que sumados a los cuatro cupos cedidos por Corinthians de Brasil - Federico Gutiérrez de San Juan, Santiago Resino de Natación y Gimnasia, Santiago Maina de Marabunta y Arturo López de Misiones- se transformaron en los ocho refuerzos correspondientes a jugadores de la UAR. Además los paraguayos sumaron a tres jugadores profesionales que no ocuparon cupos -y llegarían desde Europa (Italia, Francia y/o España) para terminar de conformar su plantel.
Así no quedó otra alternativa que dejar afuera de la competencia, a sólo una semana de su inicio, a Alejandro Torres y Thomas Gallo de Universitario de Tucumán, y a Jonathan Marchetta, de Pucará.
Triste final para estos tres jugadores que llegaron a Paraguay con el sueño de ser profesionales, y que a sólo dos semanas del inicio del torneo parece se quedaron sin nada. Ojalá primer la cordura y se pueda hacer una nueva excepción para que puedan participar del torneo.
Fuente: Jorge Ciccodicola - Rugby Champagne