Nueva Zelanda y Australia igualaron en 16 en un partido emotivo, aunque no bien jugado; que lo pudo ganar cualquiera de los dos y en donde el reparto terminó siendo justo. En una semana habrá un nuevo choque por la Bledisloe Cup.
Por Jorge Ciccodicola
En el arranque Australia pareció más decidido, incluso dominó el territorio y el balón. Pero enfrente estaba nada menos que Nueva Zelanda. Y los All Blacks no perdonan cuando pueden dañar. Y si bien tuvieron menos tiempo el balón, golpearon cuando lo debían hacer, le jugaron de contra y hasta terminaron “canchereando” en el final del primer tiempo y regalando un try que a la postre sería decisivo.
Así el primer try llegó a los nueve minutos por intermedio de Jordie Barrett – aunque debió ser anulado por pisar línea, cosa que el árbitro ignoró -. La conversión fue fallida y el score se ponía 5 a 0. Un penal posterior del mismo Barret dejaba las cosas sobre los 30 minutos 8 a 0 para los locales, y aunque Australia buscaba descontar no podía. Hasta que James O'Connor consiguió achicar con un penal sobre la media hora de juego el resultado y quedó 8 a 3.
Los Wallabies intentaron nuevamente pero no pudieron y en la última un error en ataque casi les hace perder mucho más que la pelota porque de contra Rieko Ione llegó a la línea de ingoal tras una buena corrida, pero la canchereó en el final y terminó cayéndosele el balón. El resultado final fue 8 a 3 con un equipo local que aprovechó sus momentos y un visitante que hizo casi todo el esfuerzo, pero no supo aprovecharlo.
Una segunda parte con emociones de todo tipo y un justo empate
El segundo tiempo lo tuvo a Australia con un penal en su favor de arranque nomás para aortar lass distancias, pero James O'Connor lo falló y en la jugada siguiente Nueva Zelanda llegó al try. El “9” se fue por el ciego, dio un pase y habilitó para la corrida a Aaron Smith que con lo justo apoyó el try en 4 minutos de juego y dejó el resultado 13 a 3 para el local. Pero Australia no quería que todo fuera tan sencillo y con una buena jugada que arrancó en un line y fueron abriendo por toda la cancha con pases sucesivos, hicieron que la pelota le llegue a Marika Koroibete, que a pesar del tackle apoyó por primera vez en el ingoal local. La patada de O Conor no fue buena y los All Blacks en trece minutos de juego quedaron arriba tan solo por 13 a 8.
Sobre los 20 minutos Australia continuaba con la posesión del balón y haciendo el gasto, pero no sabiendo cómo resolver el partido. Y Nueva Zelanda muy quedado esperaba su contra –demasiado riesgo y sin poder mantener la diferencia- para ver si lo liquidaba, en un match que se hacía por demás entretenido.
Y tanto esfuerzo de los visitantes tuvo su premio para los wallabies. Apareció Filipo Daugunu y llegó al try sobre la bandera derecha para dejar el partido igualado tras la fallida patada a los palos de James O'Connor. Entonces con quince minutos por jugarse el resultado estaba abierto y el score igualado en 13 tantos. Nueva Zelanda sabía que había dejado pasar mucho tiempo sin hacer y se le tornaba complicado volver a manejar el partido. Penales fallados de ambos bandos hasta que James O Conor con cinco minutos por jugarse acertó a los palos y logró dejar a su equipo al frente por 16 a 13. Nueva Zelanda salió con todo en busca de su revancha y Jordie Barrett acertó un penal a poco del final y dejó sellada la igualdad en 16 tantos.
Esos dos minutos que faltaban se transformaron en casi quince. El final fue más que emotivo, más por lo que no pudieron definir que por los aciertos. Los errores de ambos lados se sucedieron, y los dos lo intentaron y lo tuvieron. Australia pareció llevárselo cuando el disparo del penal de Reece Hodge desde larga distancia dio en el palo, en lo que hubiera sido el triunfo soñado; y después porque Nueva Zelanda fue con orgullo y casi consigue su tercer try, aunque la sucesivas faltas le permitieron a los visitantes poder cerrar el partido.
Fue empate en 16tanos y terminó siendo justo. El primer partido de la Bledisloe Cup dejó emoción al por mayor y errores de ambos lados, pero más allá de todo, lo importante fue ver a dos de los mejores seleccionados del mundo en esta pandemia. Volvió el rugby del bueno y se celebró con un reparto de puntos. La semana que viene será una nueva historia…
Fotógrafo: Twitter Nueva Zelanda