Será su despedida de Jaguares, ya que luego del Mundial de Japón emigrará al Leicester de Inglaterra. Tomás Lavanini sabe que la despedida ante Crusaders no es un partido más y lo analiza en Rugby Champagne.
Se sienta y nos mira desde arriba con sus pocos más de dos metros y ese físico imponente que lo caracteriza y con el que pone adelante a su equipo. Lengua, como reza su apodo, está preparado para la gran final y tiene todas las ganas como sus compañeros de terminar de quedar en la historia grande del rugby argentino venciendo a Crusaders en la final.
“Ellos estadísticamente son los mejores, pero las finales hay que jugarlas y nosotros venimos a hacer lo mejor que podemos para ganar este partido. Sabemos que es lo que tenemos que hacer para ganarles, pero el foco ahora está puesto en nosotros y no en ellos. Deberemos hacer nuestro partido y no cometer errores. Someterlos en el line porque ellos salen muy bien jugando desde ahí; complicarles la pelota en el scrum, hacerles las pelotas lentas, y además de todo eso llevar a cabo nuestro juego que deberá ser perfecto si queremos ser campeones. Por todo eso debemos concentrarnos en lo nuestro desde ahora, más que pensar en ellos”.
Este año, el segunda línea mejoró en cuanto al tema de cometer penales e infracciones que se traducían en tarjetas y que dejaban a su equipo con un jugador menos. A eso se refirió de la siguiente manera: “Fui más regular en el torneo, uno va aprendiendo a medida que pasan los partidos. Antes entraba a la cancha desaforado y cometía infracciones sin medirme, son cosas que se entrenan y ahora mi cabeza está mucho más tranquila – lo trabajó con un especialista -y con eso me siento mejor conmigo y con el equipo”.
Su despedida y tomar la decisión de dejar a la franquicia y el país, no fue fácil, pero jugar en Inglaterra era también su anhelo. Tomás lo sintetiza así: “Este equipo no se parece a ninguno de los de afuera: primero porque somos todos argentinos, después porque venimos de clubes amateurs y ahora que el proceso se está afianzando, todos quieren llegar acá a donde estamos y jugar en Jaguares y en Los Pumas. Pero este grupo que se armó acá, es increíble, uno tiene amigos, pero amigos de verdad, de fierro de esos que se juegan por vos. Irme será muy duro y aunque sé que este será mi último partido en Jaguares, sé que lo que viene también será un lindo desafío. Me iré a un torneo espectacular para seguir aprendiendo”.
Tomás Lavanini jugará su última batalla con Jaguares y quiere quedar en la historia grande del rugby argentino.
Por Jorge Ciccodicola y Hernando De Cillia (enviados especiales a Nueva Zelanda).