En la última pelota y con una gran corrida de su medio scrum Sanele Nohamba el local definió el match por 23 a 15 y lo dejó sin nada a Bulls.
Parecía que Morné Steyn,con su pie aceitado, trataría de hacerle sumar un nuevo triunfo a Bulls sobre Sharks; como en los últimos tiempos. Parecía que el local por más ímpetu y buen juego que le ponía, y a pesar de los aciertos a los palos de Curwin Bosch, no le alcanzaría para quedarse con el ansiado triunfo. Parecía que con ese drop del final del primer tiempo, otra vez de Morné Steyn, la historia del final volvería a decir que Bulls lo tenía de hijo a Sharks.
Y así se fue la primera parte del partido, con la victoria parcial de la visita Bulls por 9 a 6, en un encuentro muy entretenido y abierto; tanto en el score, como en el juego y también en los errores de manejo de uno y de otro lado, lo que hizo que el partido fuera muy llevadero y con marcador incierto hasta el epílogo.
Pero llegó el segundo tiempo y el equipo local salió decidido a romper la racha en su contra. Primero fue Sibusiso Nkosi de entrada nomás quien vulneró la defensa y el ingoal de la visita para apoyar el primer try y para adelante en el score con la conversión del infalible Bosch (16-15) en una ventaja que a la postre resultaría decisiva.
Porque si bien Bulls intentó e intentó llegar al try, no pudo vulverar el in goal local, y solo se tuvo que conformar con los aciertos a los palos de su capitán para tratar de dar vuelta el partido. Así, poco a poco, y a pesar de quedarse corto y fallar en una a veinte del final desde atrás de la mitad de cancha; se puso con cuatro minutos por jugarse a un solo punto de distancia y los fantasmas otra vez rondaban en la mente de los simpatizantes de Sharks.
Pero como dice el refrán no hay mal que dure cien años y a un minuto del pitazo final apareció con una excelente corrida el medio scrum Sanele Nohamba y con el acierto de Bosch no solo se sacaron la mufa de 9 años sin poderle ganar sino que además lo dejaron a Bulls sin el bonus defensivo.
De esa forma llegó el final con un gran festejo del equipo local que ganó finalmente 23 a 15 para demostrar que será un hueso duro de roer y más en su cancha. A Bulls le quedó no solo el sabor amargo de la derrota sino que además no tuvo el consuelo de al menos sumar un punto que lo hubiera merecido.
Fuente: Jorge Ciccodicola - Rugby Champagne