Los organizadores del torneo decidieron que no se cancelarán los encuentros en caso que haya brotes dentro de los planteles mientras el torneo esté en marcha. Si es necesario cancelar ciertos partidos, el plan es jugarlos durante las dos semanas de descanso del torneo y de esta manera poder realizar un campeonato "normal". Actualmente no existe una regla formal en vigor con respecto a una serie de casos que obligarán a posponer los partidos, pero la idea es que los juegos se pospongan y no se cancelen si surge la necesidad.Los administradores esperan evitar una situación como la que afectó a Fiji en la Copa de Naciones de Otoño, en la que todos menos uno de sus partidos fueron cancelados después de un brote de Coronavirus. Fuente: Ultimate Rugby