Pacific no dejó dudas. Desde el cierre de 2021 esperó y se preparó para la coronación. Esa final perdida ante San Cirano fue el punto de partida. Y así, en el torneo de Primera B, no tuvo rivales, pudo volver a la categoría que lo despidió en 2019.
En Sáenz Peña se festejó a lo grande la vuelta de San Martín a la "A". Un camino de cuatro años que se coronó varias fechas antes de la finalización del torneo. Fueron 22 triunfos seguidos, para por lejos superar el récord de 14 éxitos consecutivos de 2004. Además de ganarlo con 12 puntos de ventaja sobre Hurling.
El tricolor vuelve a Primera A luego de tres años. Ya quedaron lejanos aquellos descensos del Top 12 en 2018, cuando sólo se obtuvieron cuatro triunfos en 22 cotejos, con Franco Di Giovanni como goleador, con 89 tantos y Matías Grisetti, con 5 conquistas, como try-man tricolor.
Ni que decir del fatídico 2019, dónde sorprendió a todos por su caída a la “B” junto a San Fernando, con sólo 27 puntos mientras que el campeón, Los Tilos, sumó nada menos que 111.
La pandemia sacudió a todos en el 2020 y hubo que esperar. El año pasado el rugby arrancó tarde, pero Pacific ya estaba en plena refundación. Después de 13 fechas finalizó segundo detrás de San Cirano y en semifinales eliminó a Hurling, 26-17. La definición fue cerrada y el título se fue para Villa Celina, 23-11, pero el ascenso se estaba gestando. Este año fue de punta a punta. Sin fisuras, sólo con tres derrotas cuando el título ya estaba asegurado.
San Martín está otra vez en Primera A, con mucho para crecer y soñar, y porqué no con una vuelta no tan lejana al Top 12. Ese torneo, que cuando lo conformaron 14 equipos les dio enormes satisfacciones, con resultados que hicieron aún más grande su historia. ¿Quién podrá olvidar los triunfos del 2011, cuando superaron al CASI, 36-16, Newman, 19-14 e Hindú Club, 38-35? Un comienzo frenético que lamentablemente no pudo continuar por un plantel corto que sufrió numerosas lesiones.
En San Martín hubo fiesta por el logro del campeonato de Primera B. Un festejo que se merecía y un envión que no se sabe dónde terminará.
Fotógrafo: Archivo RCH
Fuente: Hernando De Cillia