Luciano Lazzaroni es el head coach de San Luis para esta temporada. En charla con Rugby Champagne habló de las expectativas del club Marista, de su pasado reciente y de los jugadores que hicieron grande la historia del club.
Después de un 2018 excepcional, el equipo de la Cumbre no pudo repetir la clasificación a semifinales en 2019. Con cambio en el staff y nuevos desafíos, hablamos con el conductor azulgrana que nos contó sobre la estructura de su club y el protagonismo de los últimos años y los referentes de San Luis.
- ¿Cómo fue tu carrera como entrenador para llegar al 2020 como head coach?
- En el 2007 empezamos con un grupo de amigos, Pedro Alconada, Juan Osaba, Emiliano Zannini y Diego Figueroa a entrenar las Preintermedias, era el inicio en el plantel superior. Ese mismo año dejó de jugar Pablo Caffaro, que se sumó al grupo en 2008. Después lo dividimos en Pre y Menores de 23, y nos quedamos juntos hasta el 2019, con alguna interrupción en 2017 que entrenó José Altube. En el 2018 y 2019 retomamos con Pablo, Nacho Alberti y el Tato Zannini, y este año ellos no podían estar y me quedé con el grupo que venía trabajando y algún otro que fuimos sumando.
- ¿Quiénes te acompañan este año?
- El plantel se divide en tres grupos: en Primera e Inter están Hernán Nieto, Andrés Albina, Agustín Notti, Ignacio González, Agustín Nadalich, Jeremías Rolleri y Nacho Oscos. Como profes están Julio Elverdin y Fernando Ghione. Luego, en Pre A y Pre B entrenan Lucas Blanco, Nicolás Corbetta y mi hermano Facundo Lazzarini. Allí el PF es Juani Navarro y el grupo 3 quedó a cargo de Ezequiel Ruiz Cavijo, Benjamín Será y otro Ignacio González (se llama igual al de la Inter), con Pablo Videmato de profe.
- ¿Cuántos jugadores debe tener un equipo de Top 12?
- Hay un objetivo que buscamos todos los clubes de la URBA, que es ampliar los planteles no tanto en su cantidad, que en general son 100 chicos, sino en la calidad de los jugadores. Creo que los equipos que crecen, son los que pueden abastecerse en ese sentido. En general, para sostener una Primera necesitas 30 jugadores con buen nivel físico, técnico y de competencia.
- Después del gran 2018, primeros en el Top 12, con 18 triunfos y semi incluida, ¿a qué se debieron los altibajos del 2019, donde fueron séptimos?
- No hay una sola razón. En primer lugar, debemos tener en cuenta que sostener el 2018 iba a ser difícil, fue una temporada -sin contar la semifinal- demasiada cerca de lo ideal y eso siempre te pasa factura. Si a eso le sumamos una gira a Europa que la organizamos cuando el Nacional estaba antes del torneo y los lesionados, que asumimos todos los equipos tienen en su momento. El año pasado nos encontró con el equipo en plena construcción, creo esos fueron los factores que se conjugaron contra nuestros objetivos.
- ¿Cómo estaban de cara a esta temporada 2020?
- Es difícil la evaluación porque no habíamos arrancado. Pero de lo que estoy seguro, es que estábamos adquiriendo algunos buenos hábitos de entrenamiento y de conductas que muchos de los jugadores debían incorporar porque son nuevos en el plantel, que cambió completamente su conformación. Y esos nuevos hábitos nos iban a llevar seguramente por buen camino. Personalmente, tenía muchas expectativas puestas en un crecimiento tanto del plantel como del equipo.
- ¿Cómo fue la pretemporada?
- Estuvimos enfocados con una mirada fuerte en lo físico para de ahí en más empezar con el crecimiento en la parte técnica, para luego incorporarlo en la conformación de los equipos. Algo lógico en el proceso de cómo estaba planificada la temporada. Y de amistosos habíamos planificado uno solo con Lomas que alcanzamos a jugarlo.
- ¿Tuvieron bajas? ¿Gregorio del Prete está nuevamente con ustedes?
- Dejaron de jugar Ariel Bicerne y Francisco Campodónico, y otros que arrancaban lesionados, pero que la pandemia les permitió recuperarse. Sí, Gregorio está de nuevo con nosotros.
- Hoy son el equipo número uno de la Ciudad. ¿Cómo lo toman? ¿Hay alguna presión extra, una responsabilidad mayor?
- Creo que ese sería el peor error que podría cometer San Luis si pensara que es el número uno de algo. Porque en verdad creo que los clubes y el nuestro no escapan de esta lógica, se construyen a partir de lo que pueden mostrar dentro y fuera de la cancha. A partir de ello, es que no creo en los posicionamientos en un determinado lugar y de ahí pensar que el club tiene algo o es "dueño" de un lugar de privilegio. De ningún modo. Es decir, San Luis, como ningún club, no es nada que no haya construido a lo largo de su historia, que te va ubicando en los distintos lugares. Y cuando pensás que eso es tuyo o te pertenece, te equivocás y das dos pasos atrás si es que habías dado uno adelante. Por eso, no hay ni presión extra ni responsabilidad porque no tenemos un torneo contra Los Tilos y La Plata, tenemos una obligación con nuestro club. Pensemos lo siguiente, San Luis no se beneficia ni perjudica en relación al lugar que ocupan el resto de los equipos. Y de ahí en más podemos entender todo lo que dije antes.
- ¿Cómo imaginás el clásico platense frente a Los Tilos?
- Lo más lindo de los clásicos es todo lo que se vive alrededor, lo de afuera, el antes y el después de ganarlos, porque es una alegría linda para el club. Pocas veces ves la felicidad de la gente como cuando San Luis gana los clásicos. Y como es gente que querés, te ponés contento. Pero la verdad es que el torneo es tan exigente que en 22 partidos todos son importantes. Los puntos de un clásico tienen el valor de las emociones, donde sí se juega mucho porque para los chicos tiene ese plus. Si controlas eso, son puntos que valen igual que los del resto.
- Con seis equipos en la ciudad, ¿cómo es la captación de jugadores?
- San Luis cambió mucho la forma de captar jugadores. En primer lugar, la cambió en general y en segundo porque estos últimos años empezamos a recibir una cantidad mucho más grande de jugadores del Interior. Igualmente, el club siempre tiene una llegada importante de jugadores del colegio, que es un buen punto de partida. El tema es que hoy los colegios son mixtos, entonces lo que antes eran cuarenta varones potenciales, hoy son 20 de rugby y 20 potenciales jugadores de hockey, que es como están los deportes del club. O sea que muchos de nuestros chicos hoy no van exclusivamente al Colegio San Luis, sino a otros colegios. Es un avance que tenemos que profundizar y un espacio donde hay mucho por recorrer.
- La camada 2000, ¿cuántos jugadores aportó al plantel superior?
- Subieron 15 jugadores que se dividieron en los distintos grupos. Se trata de una camada bastante interesante en cantidad y calidad. Luego, el desarrollo dentro del plantel casi que lo va eligiendo cada uno de ellos, que decide cuánto le quiere dedicar, para qué juega al rugby y qué objetivos se pone. Algunos subieron el año pasado, como el caso de Santiago Bonavento, Mateo Calistro, Tomás Quiñones, Santiago Wallace y Kevin Espindola. Así que de a poco se van incorporando y lo están haciendo bien, poniendo un gran esfuerzo de su parte.
- Tal vez lo más importante para tu función. ¿Qué juego vamos a verle a San Luis? ¿Qué novedades tendrán cuando esto se reanude?
- El objetivo es seguir desarrollando a los jugadores en su técnica. Ese es el camino correcto para lograr que San Luis pueda mantener identidad en su juego, que se basa en la obtención. Por otra parte, tenemos que tratar de ser más intensos y agresivos en la parte defensiva. Y para eso tenemos mucho trabajo de entrenamiento afuera, para que los que se sumen se adapten a lo que exigimos.
- ¿Qué recuerdos tenés del título del Nacional de Clubes de 1998? ¿Es el hecho deportivo más sobresaliente en la vida de San Luis?
- Recuerdo el viaje con mis amigos al CASI para ver la final. Pero también el recorrido en ese torneo. Y, particularmente, muchas sensaciones porque en ese equipo había muchos amigos de mi grupo más cercano, como el “Negro” Crispo, Carlitos Cosoli, el “Tano” Zannini y Pedro Alconada, que jugaron ese día. Sin dudas, es el hecho más notorio del club, que además nos marcó a todos.
- ¿Y la final contra Hindú en Bariloche? ¿Alguna anécdota que te acuerdes de cómo se vivió ese partido?
- Los recuerdos son tristes porque además que perdimos los organizadores, por cuestiones comerciales, llevaron la definición a un lugar lejos para ambos clubes, a una cancha de polo. Creo que fue un error asumido, desde el momento que no volvió a pasar. Sólo pensar que dos clubes, de La Plata y Don Torcuato, hicieron 1500 kilómetros para jugar en una cancha que no era ni siquiera del deporte, con un viento desconocido que deslució el partido y con muy poca gente. Me hace pensar que fue una pésima decisión.
- Defininos en pocas palabras a estos jugadores: Creevy, Altube, Mamblona y Bruni.
- Agustín, además de las cualidades conocidas como jugador, es una persona entrañable. Sin dudas, un emblema nuestro y el jugador que por su trayectoria internacional hizo saber a cada persona del mundo del rugby que existía un club que se llama San Luis. Altube, además de estar entre los mejores de nuestro club, hizo el mismo trabajo de Creevy, pero en el rugby local. El “Corcho” marcó gracias a su personalidad y fanatismo por San Luis, una época de nuestra Primera, jugando 20 años y siendo capitán. Rodrigo llegó para hacer un gran aporte en la construcción del equipo que armamos en la primera etapa que entrenamos nosotros la Superior y realmente se acomodó muy bien al club, a punto tal que nuestras infantiles lo adoptaron como un gran referente.
- ¿El mejor jugador para vos que pasó por el club?
- Obviamente que puedo hablar de una pequeña parte de la historia del club, así que resulta algo injusto, pero el “Negro” Crispo por un talento que no se ve comúnmente, fue el mejor.
Luciano Lazzaroni, el nuevo conductor de San Luis, el equipo Marista que por peso propio se hizo protagonista de las últimas temporadas del rugby porteño.
Fotógrafo: Fede Lemos - @torcua_photo y Rugby Champagne.
Fuente: Carlos Silva - Rugby Champagne.