Hace cuatro años que el conjunto de Villa Celina busca ascender, pero por diversas razones todavía no consiguió el objetivo. Dejar la Primera "B" no es una tarea nada sencilla para un equipo que fue campeón del Nacional de Clubes en 1998 junto a San Luis, en aquella recordada final que terminó igualada en 22 tantos en una colmada cancha del Club Atlético de San Isidro. Y ni que hablar de la última chance, de la que ya se cumplirán tres temporadas cuando a San Cirano se le escapó por muy poco el ascenso en el repechaje de 2017 ante Pueyrredón, definición en la que se fueron masticando bronca por la ajustada derrota por 23 a 21.
Pero en 2020, la ilusión se renueva como ocurre en cada nuevo año. Para esta nueva temporada hubo cambio de mando con el regreso de Guillermo García Porcel como head coach, quien fuera el entrenador de aquel equipo campeón del '98. Se encontrará rodeado por dos históricos emblemas del club, el ex tercera línea Juan José Larocca y el ex segunda línea Diego Conde, quienes también fueron partícipes como jugadores del más importante hito de la historia de Cirano.
Del plantel que finalizó quinto el año pasado y se quedó afuera de los puestos de clasificación, ya no estarán dos valores muy importantes para el equipo que viste los colores azules y verdes: el capitán Nicolás Tintori, que será reemplazado en esa función por el centro Tomás Tantucci, y uno de los grandes referentes de la institución, Federico Figueiras, con varios años como figura de la Primera. En 2019, el equipo que dirigió Martín Agra, ganó 15 partidos, empató uno y perdió los 10 restantes. Finalizó a nueve puntos de San Patricio, uno de los clubes que ascendió a la "A" y que superó en el repechaje a SITAS. Los otros que pegaron el salto fueron el campeón, Los Matreros, y su escolta, Curupaytí, mientras que Manuel Belgrano se quedó en la puerta al caer ajustadamente en su visita a San Carlos.
Sobre las altas del equipo de Villa Celina, este año subieron varios juveniles integrantes de la categoría 2000, quienes lograron buenas actuaciones incluyendo un campeonato en su etapa previa al plantel superior. Estos jugadores buscarán nutrir al equipo, aunque deberán acostumbrarse a una nueva dinámica, tanto en el juego como en el contacto físico.
Previa a la suspensión de toda la actividad rugbística por la pandemia mundial del coronavirus, San Cirano disputó dos amistosos ante rivales de Primera "A", Banco Nación y Los Matreros, ante los que logró ganar para empezar a enfocarse en lo que iba a ser el debut en el torneo, frente a Delta RC.
Sin embargo, la postergación del inicio no fue una excusa para el plantel de Villa Celina, que nunca interrumpió sus entrenamientos. Por medio de una aplicación en donde todos los jugadores se conectan junto a sus preparadores físicos sin intervalos en la semana, entrenan la parte física con el objetivo de no perder la condición obtenida durante la pretemporada y así mantener viva la ilusión que tiene mancomunado a todo el club: la de obtener un nuevo ascenso.
San Cirano quiere pegar la vuelta y con la llegada de algunos que hicieron historia, quiere quebrar estos últimos cuatro años de austeridad. Por eso, en Villa Celina este año sueñan a lo grande.
Fotógrafo: Carlos Silva - Rugby Champagne.
Fuente: Agustín Rousseaux - Rugby Champagne.