El 17 de noviembre de 2019 será un día que San Carlos no olvidará rápidamente, aunque tampoco querrá volver a repetir. Se jugaba una de las últimas pelotas del repechaje contra Manuel Belgrano. El Carcelero caía por seis puntos y descendía a Primera B. Tras una seguidilla de scrums cinco buscaba la salvación, que finalmente llegó cuando la pelota se liberó hacia el ciego para que Nicolás Pisano anotara el try del alivio. El triunfo agónico y la categoría quedaban entonces en el pie de Francisco Pisano –hermano de Nicolás- que desde un ángulo incomodo acertó una de las patadas más importantes de la historia del santo de las rayas. El pitazo final dejó a San Carlos en Primera A por un ajustado 18 a 17.
Con vistas a la temporada 2020, Rugby Champagne conversó con el pilar Nicolás Ferrero, ex capitán por cuatro temporadas consecutivas y actual subcapitán del Carcelero. El ganador de la Medalla al Caballero del Rugby en 2016 y flamante papá de Luisa, hizo gala de su amabilidad para contarnos sobre la actualidad de su club.
- ¿Cómo fue la pretemporada?
- Hicimos una muy buena pretemporada. Hubo cambio de entrenadores y preparadores físicos. El foco lo pusimos en trabajar fuerte. En lo referente al rugby, estábamos con un sistema de juego nuevo. En los dos amistosos fue más difícil ejecutarlo, pero en los entrenamientos estaban saliendo bien las cosas que nos pidieron los entrenadores. Este parate no nos lleva a un punto desde cero porque ya se incorporaron algunos conceptos. Igual vamos a tener que laburar cuando todo se reinicie. El nuevo sistema tiene cosas parecidas a las del proceso anterior de cuatro años, pero también tiene cosas que no veníamos haciendo, así que estamos muy enfocados en eso.
- Mencionaste cambios en el staff. ¿Quiénes son los nuevos responsables de San Carlos?
- El head coach es Alejandro Sánchez Rubio, ex tercera línea que fue capitán del club en las temporadas 2011 y 2014. Alejandro pertenece a la camada ‘83, es joven, pero ya trabajó en juveniles. El club apostó por él y esta será su primera experiencia en superior. Alejandro se rodeó de ex jugadores de diferentes camadas, lo cual está buenísimo. Él se encargará más de los forwards y con los backs estará Fernando Díaz, que hasta el año pasado se desempeñaba como fullback o apertura. Fernando es médico traumatólogo, pero encontró espacio para sumarse.
- ¿Y del coaching y la preparación física?
- En el coaching estará Sandro Dambolena, un aporte muy valioso porque tiene mucha experiencia tanto en su club, Mariano Moreno, como en otros por donde pasó. Es un tipo que se mata laburando. En cuanto a la preparación física, se hizo cargo Luciano Rubino, con mucha experiencia en su club, Ciudad de Buenos Aires, y en St. Brendan’s. Le metimos muy duro a la preparación física. No hicimos gira de pretemporada, entrenamos en el club.
- ¿Cómo fueron los amistosos preparatorios?
- Jugamos con Ciudad de Buenos Aires y San Andrés, que fueron partidos típicos de pretemporada. Estuvo bueno porque ambos rivales tienen diferentes estilos. Ciudad es un equipo muy aguerrido y San Andrés tiene buen juego de manos. En cuanto al juego, fueron peleados y los ganamos, aunque el resultado no era lo importante.
- ¿Cómo manejan la suspensión de actividades?
- Lo técnico se hace vía videoconferencia por Zoom con los entrenadores. Lo físico sigue tres veces por semana con entrenamientos online. Cada uno hace lo que puede acorde al lugar y los materiales que disponga. Además, nos pasan rutinas para los días sin conexión, todo también acorde a las posibilidades de correr o hacer un entrenamiento funcional de resistencia. Entendemos que todo esto es paliativo, pero no vamos a arrancar de cero porque la gente tiene más tiempo para el entrenamiento físico. Eso sucede parecido en todos los clubes.
- ¿Se puede aprovechar herramientas online de las que ofrece la Unión?
- Nuestros entrenadores estuvieron en una charla de referato con Matías Fresia y todo el staff de la URBA. Los jugadores tendremos una pronto. Son charlas que en un escenario normal quizás no se hacen. Hoy se pueden aprovechar y sumarlas como algo positivo para el grupo y para el club a la espera que todo se reinicie.
- ¿Cómo está el club en general lidiando con la suspensión de actividades?
- Las redes de San Carlos están activas con recuerdos que fortalecen al grupo y al club. Obviamente para la preparación física y el juego, debemos seguir laburando y ser serios cuando se reinicie. Pero en este escenario inédito aparecen fotos, recuerdos o sesiones de Instagram en vivo con algún referente de Primera, donde todos pueden hacerles preguntas. La idea del equipo y toda la comunidad del club es seguir muy activos y bien cerca. Estoy convencido que nuestros resultados deportivos que tanto llamaron la atención en los últimos años, fueron sin dudas la combinación de muchos factores y uno de ellos fue la integración y el apoyo entre todos que generó cosas que antes no se daban.
- El año pasado sufrieron un duro golpe como fue el grave accidente automovilístico de Santiago García Moritán. ¿Cómo está Santiago hoy?
- Lo de Santi fue un golpe muy duro para todo el plantel y el club. Gracias a Dios, él está cada día mejor. Este parate le va a venir bien para su recuperación. Santi es un tipo con mucha cabeza y tiene muchas ganas de retirarse adentro de la cancha. Puede ser a medio año cuando se reactive esto o el año que viene. Lo importante es que está en recuperación en su casa con los kinesiólogos del club y los suyos personales. Los controles médicos le dieron muy bien. La operación por desplazamiento de pelvis está en tiempos de recuperación. Ojalá podamos verlo con la camiseta del club jugando y retirándose como se merece porque además de un gran tipo, es una leyenda de nuestro club. Se merece un final acorde a lo que fue su carrera.
- ¿Cuáles fueron las altas y las bajas en el plantel?
- No tenemos muchas bajas. Como te decía, Fernando Díaz que ahora está en el staff o lo que hablamos de García Moritán. El ala Tomás Yazlle se operó los dos hombros en enero, pero tiene el alta para mayo. Esta suspensión nos va a venir bien para recuperarlo. Es un jugador importante. En cuanto a las altas, volvió a jugar el ex capitán Leandro López, que es camada ‘80. Hizo una pretemporada espectacular y está con muchas ganas. Es un alta importante porque es un tipo con experiencia y trayectoria que siempre suma desde donde le toque jugar. Además, hay entre 10 y 14 jugadores promovidos de M19 que son un aporte valioso. Por ejemplo, Agustín Tancredi, el capitán de la camada 2000, ya debutó el año pasado como medio scrum. Es un jugador interesante. No le pesó jugar en Primera y tuvo partidos muy buenos -jugó en un nivel alto en Primera A-.
- El año pasado estuvieron cerca de perder la categoría. ¿Qué pasó y qué debe hacer el club para no sufrir con el descenso?
- Esta es una categoría que la podés sufrir o disfrutar. Aprendimos que si estamos bien, la pasamos bien, pero donde te relajás un poco, te vas para abajo. Es partido a partido, la categoría es espectacular para jugar y disfrutarla. Salvo en 1985, el club nunca estuvo en el segundo orden de la URBA y esto es histórico para nosotros. En los dos primeros años (2017 y 2018) vimos que podíamos pelear arriba y fuimos por eso -puede que nos haya agotado física y mentalmente-. Y se vio reflejado el año pasado, pero no hay excusas. Nos demostramos que estamos a la altura de la categoría, pero si nos relajamos, terminamos peleando el descenso.
- ¿Cuáles son los objetivos del año para San Carlos?
- El año pasado terminamos jugando el repechaje contra Manuel Belgrano, un muy buen equipo que nos costó mucho. Lo sacamos adelante literalmente en la última jugada. Nosotros vamos para el cuarto año en la categoría. Desde que se reestructuró el rugby de Buenos Aires, creo que somos uno de los cinco o seis equipos que siempre estuvimos en Primera A. Me refiero a los que nos mantuvimos sin ascensos o descensos. Cuando llegamos a esta categoría, el objetivo era conocerla y asentarnos. El año pasado no fue bueno y nos podríamos haber ido, así que el objetivo es seguir asentándonos en Primera A.
“Disfrutar del juego y del club” –dice Nico Ferrero- mientras extraña la pertenencia a su querido San Carlos, entre las situaciones que quedaron más expuestas en estos días de cuarentena. Porque lograron, a pesar que un grupo grande de jugadores vive en la Capital Federal, que los días de entrenamiento o partido, cuando utilizan el gimnasio o la cancha de paddle, todos estuvieran ahí. “Queremos inculcarle a los más chicos que el club es su casa y ahora que uno está privado de poder ir, es cuando más te das cuenta de todo lo bueno que tiene y los momentos que viviste allí”. Palabra de Caballero, palabra de uno de los referentes del Carcelero, el club que se tomó por costumbre jugar en el rugby grande de Buenos Aires.
Fotógrafo: Gentileza Gerardo Mariani - San Carlos.
Fuente: Darío Procopio - Rugby Champagne.