Cuando pensó que su Copa del Mundo estaba terminada por un tackle alto donde pudo haber sido expulsado, el tercera línea galés se convirtió en héroe al marcar un agónico try ante Francia.
El tercera línea, Ross Moriarty, confesó que pensó que su Copa del Mundo estaba terminada más allá de las esperanzas que todos tenían depositadas en Gales.
El forward recibió una tarjeta amarilla por un tackle alto sobre Gael Fickou, en el partido de cuartos de final ante Les Bleus, unos segundos después de haber ingresado desde el banco. Aunque después se tomó revancha del error. Apoyó un try crucial para resucitar a su equipo y alcanzar la victoria por 20 a 19, obteniendo así el ansiado y anhelado pasaporte a las semifinales.
"En lo único que pensaba, era en que por favor que no sea tarjeta roja", admitió Moriarty en el momento en que el árbitro sudafricano Jaco Peyper estaba hablando con el capitán Alun Wyn Jones, segundos antes de oficializar la tarjeta amarilla. "Ese fue un momento crucial, ya que estuve solamente un minuto y medio en la cancha y pensaba que si me mostraba la roja, iba a ser el final para mí".
"Sé lo malo que puede ser para el equipo estar en una situación así, ya me pasó y no es una linda sensación. Jamás ingreso a un partido intentando hacer algo para que me saquen tarjeta roja o poniendo en riesgo el trabajo de mis compañeros en pos de lograr un triunfo".
"Fue un tackle desafortunado, donde cerré los ojos y pensé que él se me escapaba por un costado, pero frenó y se agachó. Quedé como desorbitado. Fue bueno porque no le causé ninguna lesión o golpe. Hablé con Fickou después del partido y estaba bien, con un buen semblante".
"Cuando volví a ingresar después de la amarilla, me aseguré de hacer las cosas muy bien y muy limpias, no quería dañar a mi equipo. Por suerte, esto no me jugó en contra, me decía por favor no te mortifiques más. A veces, los jugadores se resbalan cuando los vas a tacklear o se agachan, y este es un deporte de contacto. A veces es inevitable que haya algún golpe o roce en un partido, por suerte no hubo otro incidente".
Momento decisivo
Moriarty, que fue expulsado contra Argentina el año pasado, tuvo su revancha a tan sólo cuatro minutos para el final cuando perdían con Francia por 19 a 13. Después de que Justin Tipuric fue detenido a milímetros de la línea del ingoal rival, Moriarty levantó la pelota y se zambulló para apoyar el try que sumado a la conversión de Dan Biggar, dejó el resultado final de 20-19 con pasaje a las semifinales incluido.
"Estaba corriendo para tomar la pelota y pensaba que no podía estropear esta chance. Me aseguré de agarrar firme la pelota para que nadie venga y me la sacara de la mano. Primero agaché la cabeza y puse la pelota pegada al pecho para que nadie pudiera intentar sacármela, pero antes hubo un gran empuje en un scrum bajo las órdenes de Tomos (por Williams)".
"Tips (por Tipuric) dijo que no entendió cómo no pudo apoyar, pero para ser honesto, estaba pensando que él estaba casi sobre la línea y que alguien más debía hacerlo. Lo terminé marcando yo, pero pudo haber sido cualquiera de los muchachos. Probablemente haya sido el try más fácil que me tocó anotar, pero en el que más nervioso me puse cuando aterricé en el ingoal".
"No pensé mucho en la importancia del try, pero ahora caigo de que si ganamos el fin de semana y pasamos a la final, algunos dirán que yo hice el try para estar en esta instancia. Por suerte, van a recordar más el try que la amarilla".
El tercera línea del XV del Dragón insiste en que no va a modificar su forma de jugar ante el poderoso pack sudafricano, en una confrontación que determinará qué equipo estará en la final.
"Todos sabemos que los All Blacks cuentan con un estilo muy físico, pero los Springboks también son famosos por eso. También tienen buenos backs y tenemos que estar alerta a eso. Este es un partido que estoy esperando, conozco muy bien cómo se manejan sus forwards que son muy físicos y tenemos que contrarrestar eso. Algunos de sus jugadores no aparecían en los momentos complicados, pero creo que mejoraron en este aspecto".
Familia selecta
Su padre Paul y su tío Richard estuvieron involucrados como jugadores de Gales en la semifinal que perdieron ante los All Blacks en la RWC 1987.
"Es una linda satisfacción para mí y para mi familia. Mi tío, mi tía y mis primos están viniendo a Japón, lo que es algo muy lindo para mí. Mis padres ya estuvieron y se quedaron cinco días".
"Cuando ganamos este fin de semana, pensé que mi papá estaba mirando a Wasps porque mi cuñado supuestamente iba a jugar, pero vendrán el jueves y se quedarán hasta el lunes".
"Cuando era joven, nunca pensé que podía llegar a jugar una semifinal de RWC, todo se dio muy rápido. Todos saben que la carrera del jugador es muy corta y ahora irá todo muy rápido".
Al finalizar, Moriarty dijo que "el año que viene voy a tener 26 años, empecé a jugar a este deporte con el objetivo de estar participando de un partido importante como este".
Fuente: Gentileza World Rugby.