Fueron pioneros de la Unión Austral de Rugby y son uno de los clubes modelos de Comodoro Rivadavia. Con 55 años de vida tienen un fuerte arraigo familiar, en un espacio dedicado al rugby y al hockey, en medio de una belleza natural que resalta en su predio.
Comodoro Rivadavia es la capital nacional del petróleo. Pero cuando se habla de rugby hay que remontarse un poco más de cinco décadas atrás. El 3 de febrero de 1965 un grupo de personas se reunieron y le dieron origen al club que fue pionero del rugby en la región, Calafate Rugby.
Cristian Nieva es el actual Presidente de la institución del sur de nuestro país. Con él repasamos cómo fueron aquellos primeros años: “El padre del rugby en la ciudad fue un mendocino, llamado Miguel Garate, a quien todos llamaban el Vasco”.
“El club nació en una reunión social que se estilaba acá por esa época –prosiguió- La misma se desarrolló en un lugar llamado Gran Hotel, que era propiedad de un pionero de Comodoro, llamado Ernesto Tarzano. Allí se juntaban de distintos lugares después de trabajar y entre ellos estaba el Gerente del Lloyd’s Bank y otros empleados del banco, ya que el petróleo era la industria principal de la ciudad y trabajaban con esa industria y la ganadería bovina”.
“El gerente tenía un pasado en el rugby –continuó Nieva- y junto con otros asistentes simpatizantes del incipiente deporte, se entusiasmaron con la idea de formar un club. Fue él junto con Ernesto Terzano quienes les donaran unas camisetas blancas con un rombo bordó, que fueron los primeros colores. Esas camisetas se usaron hasta que se rompieron. Y cuando hubo que cambiarlas, Eduardo Garbieri, que actualmente vive en Mar del Plata, viajó por razones personales a Buenos Aires para traer unas iguales o parecidas a las que teníamos”.
El primer presidente designado en esa reunión fue Carlos Urquiza junto con Jorge Borgatti como secretario, Teodoro Cereceda como Tesorero y los vocales Bonahora, Mazuchelli y Gustavo Bohe.
El origen del nombre y los colores
Cuando uno ve la camiseta de Calafate en seguida dice: “es parecida a la de CUBA”. ¿Cómo fue la elección de esos colores? Cristian nos contó el porqué de esa decisión: “En aquella época no era tan fácil y no había tantos lugares para conseguir camisetas de rugby. Garbieri encontró un lugar con un remezón de camisetas iguales a las de CUBA, que no las habían retirado. Como en esa época no había teléfonos, ni fax, ni mail, como para decir: ¿les gustan? Entonces las trajo y nos quedamos con esos colores. El escudo nuestro es la rama de una planta autóctona de la zona patagónica que se llama Calafate, por eso es nuestro nombre”.
El club que hoy se instala en el hermoso barrio Divina Providencia de kilómetro 3 pasó por distintos lugares. En principio estuvieron camino a Diadema Argentina frente a la empresa VIannini, con un campo de entrenamiento. La primera cancha fue sobre la curva de la ruta nacional Nº 3 (en cercanías del Predio Ferial) cancha que en la década del sesenta contó con iluminación. Luego frente a la planta deshidratadora de YPF, a principios de los ‘80, momento en que se ocupó como sub-comisión de rugby una parte del predio del Santa Lucía Golf Club y finalmente en el año 2003, los dirigentes de ese momento comandados por Luis María Pitra emigraron al lugar definitivo. En el lugar donde se ubican actualmente había un cerro y todo lo que se hizo se logró en las últimas dos décadas.
El desarrollo de los últimos años fue constante. Así lo contó el Presidente del club: “crecimos mucho en infraestructura. Hoy tenemos 750 socios, el número previo a la pandemia. Durante esta cuarentena no permitimos que ninguno se diera de baja. En 2019 fuimos el segundo club de la región de la Patagonia en cantidad de jugadores fichados, el primero era Neuquén Rugby”. Cuando hablamos de lo que venía, Cristian dijo: “este año pintaba para ser mejor que el año pasado, pero nos sorprendió esta epidemia”.
Los que hicieron historia
Contrastando con otros clubes del país, en Calafate consideran que no tuvieron influencia de ningún club de Buenos Aires. “Es más –definió Nieva- nosotros desde los primeros años siempre exportamos jugadores a la Capital. Por esas épocas había unos gringos que tenían estancias y fueron a jugar allá con gran suceso”.
“Entre los primeros que emigraron –destacó- puedo nombrarte a los Nicholson y los Jameinson que se fueron a estudiar al Colegio St. George, entre los ’60 y los ‘70. Jugaron al rugby allá y les fue muy bien. También Eduardo Waisberg jugó en Belgrano Athletic en el mismo equipo que Luis Gradin. Francisco Ferronato, el capitán actual del subcampeón de la URBA surgió en el club, aunque se fue muy joven a estudiar medicina –hoy es médico-. Es un ser humano excepcional. Ferrito alcanzó a jugar acá con 18 años, pero se formó como jugador en Belgrano. Cada vez que viene a Comodoro le encanta ir a la “casita de los viejos” que es como llamamos al quincho de veteranos. También jugaron en la Primera de ese club Eduardo de la Paz y su hermano, Lucas, en Intermedia. Y tenemos varios que están en St. Brendan’s, club con el cual tenemos convenio”.
“Como jugadores –continuó- nos marcaron Boby Nicholson (centro) entre 1965 y 1975, y el negro Gómez Castañón, que fue medio scrum de Porta en Banco Nación, en la década del ’70 y para esta zona era un jugador diferente. A fines de los ’90 llegó un pilar izquierdo de CUBA, Matías Fariña. Él era ingeniero y vino a trabajar en la zona para una empresa petrolera. Además, cuando vio que la camiseta era igual se arrimó más a nosotros. Fue muy importante, porque estuvo tres años e hizo crecer mucho a nuestro pack. Salimos campeones en 2001, 2002 y 2003 con él” –afirmó Nieva-.
Cuando le preguntamos qué dirigentes recuerdan que marcaron al club, Cristian mencionó: “Teófilo Córdoba fue uno de los más importantes de la primera época. Marcelo Raybet fue Presidente de la Unión y participó en la UAR como uno de los impulsores del fondo solidario. Fue el único dirigente del club que tuvo trascendencia a nivel nacional. Unió mucho a las uniones del Interior. También podemos mencionar a Daniel Neman, Luis María Pitra y en los últimos años a Gabriel Tcharian y Marcelino Morón”. Además, destacó el trabajo que hicieron Andrés Ruiz "el chaqueño", Gustavo “Cuervo” Alvarado y Ely Salguero, dirigiendo los infantiles y Jorge "Pecho" Ruiz, con larga trayectoria como entrenador en el plantel superior y también como dirigente del club y de la unión.
La época dorada
Entre 1965 y 1975 fueron años que todavía se recuerdan en Calafate. Se decía que el equipo era imbatible en la zona. Ahí brillaron Boby Nicholson, Carlos Pacor, Poli Ansin, Fanacha Alvarez, Serafín González, Palmiro Feeney, Eric Bain, Salso y luego vendrían, Gómez Castañón, Tony Georgieff, los hermanos Waisberg, Hugo Bustos, Kukusa Ramos, el gallego Spada, Nicky Ivancich, Luis Pitra, Titin Cruces, el turco Neman, Pedro Perea, entre otros.
De 1999 a 2003 tuvieron una seguidilla de campeonatos. El rugby de Calafate era muy local en ese momento, sin grandes aspiraciones regionales ni nacionales. “Desde el 2000 empezamos a intentar jugar a otra cosa, en mirar más para el norte. Se sucedieron campeonatos locales en el año 2007 y 2013 generando gran alegría en la familia del club. Nosotros fuimos precursores en la región en traer conocimiento desde afuera, para que se desenvuelvan como head coach del rugby. Al principio estuvo Martín Sansot, después trajimos a Juan Pablo Chorny, que hoy está en España y venía desde Mar del Plata. En la actualidad está Julián Ciancio, head coach que estuvo en Mariano Moreno, Banco Hipotecario y ascendió hace poco a Porteño. Hicimos un contrato de caballeros por tres años. Está muy comprometido con el club y apuntamos a reforzar las estructuras de trabajo tantos en juveniles como en infantiles” –destacó-.
Cuando hablamos del clásico de Calafate, Nieva no dudó en mencionar a Chenque RC, el equipo con más antigüedad de la ciudad, que se fundó en 1971 y los une una rica historia desde sus inicios. Anteriormente fueron Universitario y Los Cóndores los rivales de la zona.
La dirigencia
Pujanza, proyectos y toda la dedicación puesta al servicio de la institución. Así funciona el modelo Calafate: “Hoy en la comisión directiva tenemos a varias camadas unidas, balanceadas respecto a las disciplinas, con una gran integración de mujeres y una misma sinergia. Eso hace que los mayores transmitan las vivencias y nosotros las absorbamos con su historia. Allá en Buenos Aires tenemos un grupo de veteranos que por distintas razones vive ahí, se juntan cada quince días y están muy contentos con el crecimiento del club” -afirmó Nieva-. Además, recalcó: “Me gustaría hacer una mención a todos y cada uno de los que nos precedieron en la dirigencia del club, dado que cada uno de ellos dejó un legado sumamente importante para seguir potenciándolo y crecer. Sin dudas, sin ellos esta realidad no sería posible”.
“Pensá –continuó- que cuando yo jugaba en Primera la cancha era de tierra, no teníamos vestuarios ni dónde comer en un tercer tiempo. Desde el año 2000 para acá los clubes de la zona cambiaron la cabeza y capitalizaron la experiencia de la gente que fue pionera. Nos propusimos cambiar en muchos aspectos. La dirigencia de la Unión nos ayudó mucho desde hace 10 años para acá, está muy prolija. Estadísticamente y bajo los parámetros de la UAR estamos bien conceptuados. Eso es lindo y te ayuda a seguir creciendo y mirar para el norte. A nosotros no nos queda otra que mirar para arriba, especialmente por un tema de competencia”.
- ¿En qué situación los encontró la pandemia?
-Agarró al club muy ordenado, tanto en lo económico como en lo administrativo. Somos un club pujante, creciendo mucho con el rugby y el hockey. Nuestro hockey nos dio muchas alegrías estos años, ya que salimos campeones ocho veces en los últimos diez años. Hasta hace poco fuimos los únicos de la zona con cancha sintética. También nos encontró fortalecidos por la experiencia que fue transitar lo traumático del alud que azotó a nuestra ciudad en 2017, que nos impidió ingresar al club por más de 45 días. Pero volvimos con un aprendizaje que nos forjó el carácter para sortear estas situaciones difíciles, aunque esta epidemia es algo extraordinario que vivimos a nivel mundial y obviamente trataremos de sobrellevarlo.
-¿De qué manera definís a tu club?
-Calafate es un club con fuerte arraigo familiar, es nuestra mayor distinción. La familia apoya, participa y colabora. Esto nos creó lindos desafíos para canalizar esa fuerza de trabajo. Vimos lo que se hacía en otros lados y lo tratamos de replicar, adaptándolo a nuestra realidad. Hace poco hicimos un encuentro virtual con clubes de UROBA, y en breve lo haremos con los de San Juan. Siempre buscamos alternativas para tener motivados a los chicos. Nunca paramos de trabajar ni de pagar los sueldos del personal del club. Y los socios responden. El mes pasado tuvimos el 55% de los aportes, que si bien es bajo para lo proyectado es importante en el contexto que vivimos. El estar tan ordenados institucionalmente nos permitió eventualmente recibir aportes del gobierno provincial y del municipio por colaborar tanto en la sociedad. Los programas de hockey y rugby barrial que hace el municipio se practican en nuestras instalaciones. También las colonias con discapacidad y los juegos universitarios, que son muy importante para nosotros.
¿Cuáles son los máximos desafíos que se trazaron?
-Queremos superar los 1000 socios. Nosotros no somos un club multi deporte, nuestro fuerte es el rugby y el hockey. Mantenernos con ese espíritu de solidaridad y de familia que nos caracteriza. Muchos clubes que nos visitaron lo resaltaron como una virtud, la familia está acá adentro y eso se siente. Todo bien administrado y canalizado, algo que nos da una energía especial. Imaginate que tenemos un limitante muy fuerte que es el clima. El invierno es muy largo con viento y nieve, y hay que acostumbrarse. Sin embargo, tenemos 120 jugadores infantiles hasta M14, 90 juveniles, rugby femenino y 50 jugadores en el Plantel Superior, además de los de hockey, que son la mitad que en el rugby. También nos apoyan mucho los veteranos del rugby que varios son padres del rugby infantil (Matuastos) y nuestras mamihockey, ambos son una gran fuerza de trabajo.
Made in Calafate
* Camila Contreras, jugadora del club, fue citada a la Concentración Nacional Juvenil a principios de este año. Hizo toda la escuela de rugby infantil jugando con varones, desde M8 a M14. Es una de las jugadoras de mayor proyección.
* Daniel Araque fue el máximo referente del referato local a nivel nacional en toda la historia de URA. Actualmente ayuda como coach personal a varios árbitros y hasta hace poco perteneció al panel nacional de referees.
* En al año 2016 se realizó el 1° Torneo Regional Patagónico de Rugby Femenino, del cual Calafate fue campeón y clasificó al Nacional que se realizó en Santa Fe.
* En 2017 Argentina XV jugó en Comodoro Rivadavia por una fecha del American Rugby Championship, con Ferronato entre sus titulares. Estados Unidos entrenó en las instalaciones del club.
* Ese mismo año (2017) la Primera de rugby disputó la final del Torneo Regional Patagónico, Zona Ascenso, frente a Jabalíes de la localidad de El Bolsón.
* Mateo Rodrigo fue el único juvenil del club que vistió la casaca Pumita vs. Italia, en Bahía Blanca en el año 2000.
* En 2018 participaron de concentraciones para los Pumitas, Alexis Uvieda y Ale Scarselli, ambos jugando en la actualidad en San Luis de la ciudad de La Plata.
* El Seven Nocturno del Petróleo se realiza en el mes de diciembre en el marco de los festejos del descubrimiento del petróleo. Este año sería la 7° edición, en el predio que ocupan desde el 2003. En la última edición participó St. Brendan’s.
Calafate Rugby Club, el club pionero de la región, busca nuevos objetivos en una plena etapa de desarrollo. Un lugar dónde la familia y la pasión son los puntales que ayudaron que el deporte sea una herramienta vital para la sociedad.
Fotógrafo: Gentileza Calafate Rugby Club
Fuente: Hernando De Cillia - Rugby Champagne.