Primera División C

Ramiro Waisberg fue figura y marcó 32 puntos en el triunfo de Los Pumitas

Ramiro Waisberg fue figura y marcó 32 puntos en el triunfo de Los Pumitas

El apertura de GEBA apoyó dos tries y once conversiones en la victoria del Seleccionado Argentino frente a Georgia por 82 a 10 en el comienzo del U20 International Series en Sudáfrica. Reviví su historia familiar en esta nota de Rugby Champagne.


Los Waisberg, tres generaciones de un apellido teñido de celeste y blanco 


Jorge el abuelo, Andrés, Maxi y Alejandro sus hijos; y ahora Santiago y Ramiro los nietos, siguen con la tradición familiar de vestir la camiseta del Club de Gimnasia y Esgrima, del querido GEBA.  


Veo la foto en uno de los tantos grupos de rugby en los que participo y me digo para adentro: ¡”pucha, mirá que lindo !.  Y me obligo al terminar una extensa jornada de domingo, y mientras preparo el programa RCHTV del lunes, a escribir unas líneas sobre una familia de rugby. Una familia que conozco durante más de 28 años de trabajo en el diario La Nación y luego, hasta este presente con Rugby Champagne. Esa misma familia que a través de los años, los resultados, los llamados telefónicos, las tarjetas a completar, los estadísticos del club y las pelotas en canje aprendí a querer como parte de nuestro querido deporte.    

Y ahí están ellos, con esa fotografía familiar - que hoy más que nunca vale más que mil palabras - . En el medio de la cancha principal de Figueroa Alcorta, allí en donde con esa placa reflejará nada menos que a tres generaciones de un mismo apellido grabado a fuego con la querida albiceleste de Palermo. 

Esas tres generaciones tan distintas; con vivencias diferentes, épocas desiguales de un mismo rugby, deporte en el que coinciden con el mismo gusto y pasión. Entonces, vienen a mi mente muchos recuerdos en un abrir y cerrar de ojos; con esa imagen del gran Jorge, de Maxi, Ramiro y Santiago y  parezco retroceder 35 años en el túnel del tiempo. Y veo mi infancia en el club, los amigos, el refectorio, las canchitas de fútbol y de vóley; pero hago foco en las inmensas de hóckey, la 6 de fútbol y la de rugby, en esas que quiero tanto.  

Y ahora son “los Waisberg”,  los del mismo apellido, los que están en el frente de la escena, a un costado de la cancha y posando en ese club que aprendí a querer desde pibe y del que hablo siempre que puedo,  del mismo por el que dejé de lado seguir jugando y me metí con el periodismo que justo me golpeó la puerta y ahí me decidí casi “de prepo” a dejar de jugar y pasar a escribir los partidos de rugby de GEBA, para mostrar en el Diario que allí estaban Simón Coalova, “Chochi” Pantanali o a Juan Pablo Ramognino como héroes de jornadas inolvidables de mi club de Palermo, ese que pregonó siempre y desde 1880 el “mens sana in Corpore Sano”. 

UNA HISTORIA DE PERTENENCIA 

Pero no perdamos el foco, que son los Waisberg.  

Allí está Jorge, el abuelo; quien arrancó en sexta allá por 1954, si hace ya 67 años;  y llegó a la Intermedia justamente en 1967. Después aparecieron producto de la misma pasión sus tres hijos. Maxi y Alejandro que arrancaron en 1981 con recorridos distintos, ya que este último jugó en las divisiones Juveniles hasta la M16 para después mudarse a Banco Nación y llegar a la Primera con algunos otros compañeros de camada; algo que no le pasó a Maxi, quien jugó de forward - foto - y siguió firme en el club hasta su retiro. Luego en 1995 apareció el más chico de los Waisberg, Andrés quien también fue parte del rugby de Gimnasia y Esgrima, en las categorías juveniles, sumando de esa forma un nombre más a un apellido ya conocido. 

 LA SANGRE NUEVA Y EL MISMO APELLIDO  

Pasó el tiempo y ……llegaron los nietos de Jorge. Los hijos de Maxi; Santiago y Ramiro, que no podían estar ajenos al equipo Mens Sana, y con ellos apareció la juventud, esa que promete y mucho en este GEBA del 2021.  

Esos chicos que se ven muy contentos en la foto, con la alegría de pertenecer al club de su familia.  

Hoy Ramiro está jugando además en el seleccionado de la UAR de apertura o fullback y la rompe toda, en tanto Santiago, juega de medio, en una familia a todo rugby. 

 Así las tres generaciones de Waisberg siguen como siempre siendo parte de la gran familia del rugby de GEBA, de ese club que tiene un gran grupo de gente empujando como desde hace tanto tiempo en el scrum de la vida, ese scrum con la camiseta blanca y celeste nos tiene acostumbrados a leer un Waisberg en la planilla, entre los elegidos para defender la gloriosa camiseta del Club de Gimnasia y Esgrima.           



Fuente: Jorge Ciccodicola

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