Diez exjugadores emprenderán acciones legales contra la Liga inglesa de rugby tras haber sido diagnosticados con demencia prematura por los golpes sufridos en la cabeza.
Una nueva demanda se cierne sobre el rugby. Diez exjugadores británicos se plantean llevar a la Liga de rugby de Inglaterra a los tribunales por negligencia. Consideran que los daños neurológicos que sufren son consecuencia de la escasa protección que se las ha brindado durante su carrera.
No es la primera vez que los jugadores de rugby toman este camino. Hace un año, el exinternacional inglés Steve Thompson, ganador del Mundial del 2003, comandó una demanda contra las autoridades del rugby ( World Rugby, Rugby Football Union inglesa y la Welsh Rugby Union) por las lesiones cerebrales. Thompson fue diagnosticado con demencia en 2019 con sólo 42 años. Confesó que no recorbada haber ganado el Mundial.
Ahora es Bobbie Goulding, exmedio scrum de Gran Bretaña, el que se pone al frente de esta nueva demanda, tras haber sido diagnosticado con una demencia temprana. El jugador de 49 años, excapitán del St Helens, dijo que había vuelto a jugar a los pocos días de quedar inconsciente al menos tres veces en su carrera. "Es difícil de aceptar algo como esto que salga de la nada y me golpee como un autobús" explicó Goulding en declaraciones a la BBC.
"Quieren hacer el rugby más seguro para que las generaciones actuales y futuras no terminen como ellos"
Richard Boardman, abogado de los jugadores
El exinternacional galés Michael Edwards, de 48 años, y los internacionales escoceses Jason Roach, de 50, y Ryan MacDonald, de 43, también forman parte de este grupo de 10 jugadores, todos menores de 60 años, que van a poner su caso en mano de los jueces. Los tres también han sido diagnosticados con demencia de inicio temprano.
"Quieren hacer el rugby más seguro para que las generaciones actuales y futuras no terminen como ellos. Le pedimos al Rugby Football League que realice una serie de cambios inmediatos y de relativamente bajo costo para salvar el deporte, como limitar el contacto en el entrenamiento y extender el tiempo para volver a jugar después de sufrir una conmoción cerebral", apuntó Richard Boardman, abogado de este grupo de jugadores como también lo es de Steve Thompson y otros 175 jugadores.
En un comunicado, la Rugby Football League (liga de rugby profesional en Inglaterra) han confirmado que los abogados se han puesto en contacto con ellos en nombre de varios exjugadores. "El rugby es un deporte de contacto y, si bien existe un elemento de riesgo en la práctica de cualquier deporte, el bienestar de los jugadores es siempre de suma importancia. El rugby continúa mejorando y desarrollando su enfoque para la conmoción cerebral, la evaluación de lesiones en la cabeza, la educación, el manejo y la prevención en todo el juego. Continuaremos utilizando evidencias médicas y la investigación para reforzar y mejorar nuestro enfoque", apunta el comunicado.
¿Qué es la Encefalopatía Traumática Crónica?
La Encefalopatía Traumática Crónica (CTE) es el término que se utiliza para describir una degeneración cerebral generalmente provocada por traumatismos craneales reiterados.
Un estudio, publicado en el Journal of American Medical Association, había encontrado lesiones cerebrales en 110 de 111 cerebros donados por exjugadores de la NFL, la liga profesional norteamericana. Los investigadores del Royal Prince Alfred Hospital, NSW Health Pathology y el Brain and Mind Center de la University de Sídney también determinaron que dos exjugadores, de mediana edad, de la liga australiana de rugby, habían fallecido por esta misma causa.
En el fútbol también se han encontrado casos. Jeff Astle, exdelantero del West Bromwich, falleció en 2002, a los 59 años, por una enfermedad cerebral degenerativa causada, en parte, por toda una carrera de golpes y remates con la cabeza, según los informes médicos.
La Universidad de Glasgow publicó un estudio en octubre de 2019, realizado a 7.676 exjugadores a través del Grupo de Lesiones Cerebrales. Según publicó The Guardian, reveló que los futbolistas tienen tres veces y media más de probabilidades de sufrir demencia y otras enfermedades neurológicas graves como Parkinson o Alzheimer.
Fuente: Diario Marca