El tercera línea de Old Christians contó que tuvo que salir de su "zona de confort" para estar en la Copa Mundial de Rugby en Japón y conseguir el privilegio de representar a su país en tres mundiales distintos en poco más de un año calendario.
Manuel es uno de los jóvenes que tiene Uruguay en su plantel de la Copa del Mundo que habla y se desenvuelve como un veterano experimentado, y esto no es casualidad. "Tenía mucha confianza en que iba a pasar el corte, pero sabía que la posibilidad real de que no me tocara venir, estaba latente. Trataba de tener eso en mente siempre. Estaba ilusionado, pero con los pies sobre la tierra. Mi cuerpo y mi cabeza trabajaron juntos y mucho para poder estar acá hoy", comenta.
Cuerpo y cabeza juntas para sostener el ritmo, la concentración y la intensidad. El de Manuel Ardao es un caso excepcional y acaso único en este Mundial. Entre 2018 y 2019 integró todos los seleccionados de su país en competencias mundiales oficiales: con el Seleccionado Juvenil M20 jugó el Mundial Juvenil Trophy, con el seleccionado de Seven Los Teros VII disputó el Mundial en San Francisco y ahora es parte del seleccionado mayor en esta RWC en Japón.
Uruguay transpira amateurismo. Es el último equipo con esa raigambre patente y aún vigente en esta Copa Mundial de Rugby, y él es uno de esos exponentes. "Desde hace tres años que no paro. Cuando termine el Mundial, voy a tomarme unos días para descansar", dijo el tercera línea que estudia arquitectura en la Universidad de la República. "Me encanta, es otra de mis pasiones además del rugby", amplió. "Por suerte, vengo muy bien, aunque este semestre, por obvias razones, no pude cursar", agregó el tercera línea que de amateur sólo tiene el título.
Para poder jugar a este nivel al rugby en una RWC, hay que ser muy profesional. Haber llegado a todas las competencias posibles representando a su país al cabo de sólo un año, es un privilegio de pocos. Además, por esa condición, puede también establecer las diferencias entre cada una. "El M20 Trophy es un torneo más terrenal. Por supuesto, no llega a ser ni una pequeña parte de lo que es esto. Es que la RWC es un monstruo. La organización, los detalles, la logística, todo es la perfección. El Mundial de Seven es igual al de Mayores en todo, pero a una escala mucho menor y también infinitamente más corto en duración y cantidad de personas en una delegación", explica Manuel.
“Para poder llegar al seleccionado, tuve que salirme de la ‘zona de confort’", aseguró. Y para eso, la llegada del preparador físico, Craig White, fue vital. "Sus pautas de trabajo fueron claras e hicieron que definitivamente tuviese que exigirme cada día más. 'Esto no es un seleccionado juvenil. Acá todo el esfuerzo es poco', me decía, y me instigó a que, si yo quería ser parte de Los Teros, tenía que estar más fuerte, más rápido, estar más preparado. Y creo que por eso hoy estoy acá", declaró. Craig White es actualmente especialista en Alto Rendimiento y consultor de World Rugby en preparación física, y está en Japón con Los Teros, equipo al que acompañó durante este año. Su currículum muestra un gran recorrido: British & Irish Lions, Leicester Tigers, Wasps e Irlanda.
Fuente: Gentileza World Rugby.