Los hechos que se vivieron en el CASI y suceden en los últimos tiempos en el rugby hacen que no debamos corrernos ni mirar para otro lado. El voluntariado tantas veces presente, y el periodismo en este caso, debe mostrarlo y tomar cartas en un asunto serio de la sociedad; además de darse cuenta que hoy nuestro deporte está pidiendo y necesitando a una dirigencia más comprometida con estos temas y no seguir jugando al "todo pasa". Está más que claro que unos pocos no pueden destruir lo que la gran mayoría trabaja para erradicar.
VALORES, término en el rugby, trillado, repetido, utilizado hasta el hartazgo.
De ejemplos que representan claramente su significado: disciplina, solidaridad, integridad, pasión y solidaridad.
Hasta la parte que todos detestan: la hipocresía de algunos sectores.
Valores que identifican a caballeros de este deporte, como el señor Gonzalo Gutiérrez Taboada, el gran Scooby, tantas veces protagonista de frustraciones como del respeto de sus pares.
El abrazo de Luis Gradin en el cierre de la semifinal que tan bien ganó Newman es un fiel reflejo de todo lo bueno que hizo en su carrera el "10" sin mofarse de nadie y reconociendo sus caídas para volverse a poner de pie y seguir demostrando que se puede.
Valores como los que interpretan dos primos hermanos, Junior Murgier y Lalo Victorica, primos de sangre con lazos familiares, así como el CASI y el SIC, que pasaron de vivir una fiesta dentro y fuera de la cancha, a padecer la angustia y desazón por los lamentables hechos que se sucedieron luego de la semifinal.
Situaciones que vuelven al tapete lo que es el rugby actual, con los "valores" que se pregonan por un lado y toda "su hipocresía" por el otro.
Un deporte que debe preservar lo bueno que tiene - que es muchísimo - y erradicar a los violentos que mantiene, esos pocos que tan estúpidamente ensuciaron lo que fue una fiesta en La Catedral de San Isidro el día sábado (y atención que el viernes también hubo algunos..).
Los mismos que el año pasado, también, dejaron postales para el recuerdo con cánticos que pasaron más allá del folklore deportivo, para superar algunos límites no aconsejables. Esos mismos que iban a ser penados, y que como siempre pasaron a acomodarse depende "la cara del cliente" o mejor dicho del peso del club entre la dirigencia.
Valores que también representan Los Pumas, con esa templanza que deben mantener tras un partido, ante el desparejo criterio arbitral; en donde los fallos cada vez se confunden más, ante criterios arbitrarios que no son acordes con la claridad del reglamento.
Mensajes, que más allá de la calentura habitual, deben ser mesurados y pensados, para enfocarse definitivamente en lo que uno tiene que mejorar por sobre lo que no puede manejar, porque sencillamente, y como dice Felipe Contepomi, vienen de un factor externo.
Valores que marcan el sinceramiento de que reconoce - luego de una denuncia - un error propio que lamentablemente dio por tierra y manchó el gran trabajo de muchos de sus involucrados en el juego. Sentimiento no tan acorde con los responsables, aquellos que deben trabajar para evitar eso, que son rentados y deben ocuparse justamente de que eso no pase.
Sentido común y mea culpa: si "matamos a España" por sus fallas organizativas, no podemos justificar lo injustificable. Es una verdadera pena lo de Paraguay por el gran trabajo que hizo Ricardo Lefort, su staff y todo su grupo de jugadores, pero la ley está para ser cumplida.
El rugby debe trabajar y no correrse o mirar para otro lado. Ya no sirve más esa frase remanida y utilizada hasta el hartazgo en el rugby: "los trapitos sucios se lavan en casa", de las de cabecera en este deporte, de las que usan esos que se creen vivos y sacan ventaja por detrás.
Hay que evitar lo que se vio en La Catedral en estas semifinales, hechos que no están tan alejados de lo que sucede sábado a sábado en muchas canchas del ascenso de nuestro rugby local o también del interior del país.
El respeto adentro y afuera de la cancha son y serán clave para que esto no vuelva a ocurrir.
Y esto nos recuerda a FIMCO, que trabajó mucho en su momento con el RUGBY DE LA URBA.
Sufrimos juntos la deconstrucción, apoyamos esa tarea que intentó mejorar la realidad cotidiana de nuestro juego con Miguel García Lombardi a la cabeza. Se lograron algunas cosas impensadas en el inicio, incluso haciendo participar a la prensa como ayuda, y luego todo quedó en la nada. La pregunta es que pasó, donde está FIMCO y porque no se siguió por ese camino en el rugby porteño?.
Volviendo al sábado, una fiesta no puede ser empañada por un puñado de energúmenos que no entiende el espíritu de este juego. Ese que, de gran manera, representan tipos como Gutiérrez Taboada, Gradin, Murgier y Victorica, por nombrar a algunos de los tantos que fueron actores del último fin de semana.
Esos que desde el voluntariado del rugby representan los verdaderos valores de nuestro querido deporteEl deporte es un medio para sociabilizar y crecer. El rugby es uno de ellos.
Que unos pocos inadaptados que se creen los dueños, no lo destruyan.
Fotógrafo: Rugby Champagne
Fuente: Jorge Ciccodicola y Hernando De Cillia