Dejaron sus clubes, la familia, el trabajo y uno de ellos hasta una beca en los Estados Unidos con la ilusión a cuestas por triunfar en el rugby profesional. Pensaron en sumarse a una franquicia sudamericana para que la UAR los tenga en cuenta. Thomas Gallo, Jonathan Marchetta y Alejandro Torres viven una historia que nunca imaginaron. Los pormenores de la desilusión de tres de las jóvenes promesas del rugby argentino que apostaron por crecer en la región y se quedaron sin nada.
Lo que comenzó como un sueño para tres jugadores de rugby amateurs en vías de ser profesionales, hoy se convirtió en una verdadera pesadilla. Un problema que venía agravándose desde hacía un tiempo y que en enero terminó de explotar. La Unión de Rugby de Tucumán (la misma que tuvo problemas para conformar el Comité Regional del NOA) elevó un reclamo formal ante la UAR sobre una infracción que estaba cometiendo una de las franquicias del SLAR, Olimpia Lions, que contrató más jugadores argentinos de los que le permitía el reglamento.
En la reunión de Viña del Mar parecía que hubo acuerdo entre Sudamérica Rugby y la UAR, para que la franquicia paraguaya pudiera contratar a todos los jugadores que llegaron del rugby argentino. Corinthians, ayudó con la cesión de sus 4 cupos, sin embargo el gesto no alcanzó para que la totalidad de los argentinos contratados quedaran “a salvo del reglamento”.
Fue así que el sábado pasado en horas de la tarde la UAR emitió un comunicado oficial en el que confirmó que la franquicia paraguaya estaba en falta, y que debido a ello deberían desprenderse de tres jugadores argentinos, dos tucumanos y uno porteño: Alejandro Torres y Thomas Gallo, ambos de Universitario de Tucumán, y el restante, Jonathan Marchetta, de Pucará. La explicación fue que Olimpia ya había contratado a jugadores de esos clubes, y por reglamento no había forma de incluir a ninguno más.
En el comunicado emitido por la entidad madre del rugby argentino se afirmó: “Desde la UAR buscamos defender los intereses de los jugadores argentinos, en tanto no dañen a los clubes, que son el bien más preciado que tenemos en nuestro deporte”. Pero el reglamento, consensuado entre la UAR y Sudamérica Rugby, es claro y expresa que a excepción de Ceibos (la franquicia Argentina), las demás franquicias no pueden contratar más de cuatro jugadores provenientes de clubes de nuestro país y tampoco más de uno por club. Entonces estaba claro que Olimpia Lions estaba en problemas, ya que incurrió en una doble infracción al contratar primero a más del doble de los jugadores permitidos, y luego a más de uno del mismo club.
Así no quedó otra alternativa que comunicarle a los tres que “sobraban” que irremediablemente no tenían lugar. Alejandro Torres y Thomas Gallo de Universitario de Tucumán eran del mismo mismo club que Máximo Ledesma, y a Jonathan Marchetta de Pucará le sucedía lo mismo con Manuel Montero, por lo cual el reglamento les impedía jugar.
Esa la decisión de la UAR generó un sinfín de críticas no sólo por ser comunicada a tan solo 13 días del comienzo del torneo, sino porque los jugadores afectados estaban entrenándose desde hacía casi dos meses con el plantel de la franquicia de Paraguay. Los ex Pumas Gabriel Ascárate y Manuel Montero salieron al cruce y manifestaron su indignación por las redes sociales, acusando a la UAR de no pensar en los jugadores, malestar que se hizo extensivo a otros colegas de la URBA y tucumanos que prefirieron que no se revelen sus nombres.
Por su parte RCH habló con los damnificados, quienes entre tristes y preocupados coincidieron en que irán hasta las últimas consecuencias con tal de poder cumplir su sueño de jugar para Olimpia Lions en la SLAR que arrancará el próximo 6 de Marzo, cuando justamente se enfrenten en el debut ante Ceibos, la franquicia argentina.
Thomas Gallo, juega de pilar izquierdo, nació el 30 de Abril de 1999. Con 20 años jugó en Los Pumitas en el último mundial de Rosario y tiene un enorme futuro: “La verdad es que estoy muy triste por lo que nos está pasando, a diez días del primer partido contra Ceibos es feo tener en la cabeza si te vas o te quedas. Sinceramente estaba, y estoy muy ilusionado con la Liga Americana y con el equipo de Olimpia porque entiendo que jugar acá me ayudará mucho a crecer y a poder tener nuevas oportunidades”.
La joven promesa con sus 107 kg y su 1.76cm continuó: “estoy muy conforme con el grupo y feliz, son como mi familia , me gustaría mucho que este problema se solucione. Creo que a la UAR no le afectaría en nada que jueguen tres jugadores más, estoy muy disconforme con lo que están haciendo. Es lamentable y triste que le quiten una oportunidad así a chicos de su propia unión. Ojalá se pueda solucionar”…
Por su parte Jonathan Marchetta tampoco entraba en sí, ni podía creer lo que estaba sucediendo. El pilar de 28 años nos dejó sus sensaciones: “Estamos mal los tres, fue un golpe tremendo para nosotros ya que dejamos el club, el trabajo, la familia, los amigos y nos vinimos por "un sueño" que cada jugador de rugby tiene: poder dedicarse a hacer lo que amamos y jugar. Hace casi dos meses que estamos acá, haciendo la pretemporada, metidos de lleno en este equipo del cual ya nos sentimos parte y nos hicimos amigos”.
Y prosiguió, entre enojado y acongojado el pilar nacido en Quilmes: “ sentimos también que están pasando por arriba la parte humana y sólo se fijan en la política, sin darse cuenta que los únicos perjudicados somos los jugadores. De mi parte, mi club (Pucará) me bancó en esta decisión de apostarle a jugar en la Súper Liga, es más quiere que me quede; pero esto ahora parece que será difícil de alcanzar”.
Con respecto a cómo se enteraron de la decisión nos dijo: “nos enteramos ya ubicados y entrenando en Paraguay. La verdad que esto es muy duro y no se lo deseo a nadie, ya que no sabemos lo que va a pasar con nuestro futuro”.
Como reflexión final el jugador de Pucará (130kg y 1.89cm) expresó: “nos podríamos haber ido a jugar a cualquier equipo de Europa y estaba todo bien; pero sin embargo creímos haber tomado la mejor decisión de apostarle a Sudamérica y mirá lo que nos pasó. Desde Olimpia quieren solucionar de alguna manera la situación para que podamos quedarnos, nos dicen que somos importantes para la franquicia, ya que nos sentimos como en familia porque a decir verdad en poco tiempo logramos generar esa unión. Es muy triste para todos lo que estamos pasando y desde el staff hasta nuestros compañeros nos hacen sentir su apoyo incondicional. Nosotros queremos jugar acá, y vamos a hacer lo que sea necesario para poder quedarnos”, resaltó Jonathan en el final de la charla.
Por último el tercer involucrado fue el medio scrum, Alejandro Torres que con sus 20 años tampoco puede entender lo que está viviendo. “Es un golpe duro, estamos tristes y a la vez frustrados”, arrancó la conversación. Siento que la decisión va más en contra de los jugadores, que contra cualquier otra cosa. Pienso que no afecta a nadie más que a nosotros. Por eso vamos a ir hasta las últimas consecuencias, porque entendemos que esta decisión es injusta e incoherente”, remató.
“Pensá que para venir tuvimos que dejar todo: familia, amigos, novia, estudios y en mi caso algo muy especial una beca en Estados Unidos”, todo esto para tratar de volver al radar de la UAR. Hace más de un mes y medio que estamos a full con Olimpia, se armó un grupo increíble y había mucha ilusión de participar del torneo y ser candidatos a ganarlo. Se habla de proteger el rugby de clubes, pero los clubes estaban de acuerdo. Hablan de proteger al jugador, y los únicos perjudicados terminamos siendo nosotros”, remarcó.
Ahora seguimos entrenándonos en Paraguay -prosiguió, pero con la cabeza en otro lado. De todas formas seguiremos haciendo lo posible por quedarnos acá, ya que nos sentimos parte de Olimpia” concluyó Torres
Sus compañeros se expresaron en las redes sociales
Fuente: Jorge Ciccodicola - Rugby Champagne