Crusaders se consagró campeón del torneo tras superar por 32-22 a Highlanders, en el Estadio Orangetheory, su fortín en Christchurch. Es la cuarta corona consecutiva para la máxima dinastía que tiene el rugby de clubes/franquicias a nivel mundial.
Cuando parece que las papas queman, los muchachos de rojo y negro siempre tienen algo más para dar: ese plus que los caracteriza, y que pocos tienen, es lo que, al fin y al cabo, los hace diferentes. Saben cómo sacar adelante partidos que ningún otro equipo puede. A veces, sin una explicación razonable. Y hoy fue una de esas ocasiones: a falta de veinticinco minutos para el cierre de la contienda, los ‘Landers, con un gigantesco Aaron Smith en la conducción y la vehemencia física de Shannon Frizell, tenían una ventaja de nueve puntos (22-13)... contra todo pronóstico. Además, habían visitado el ingoal de los dueños de casa en tres ocasiones -NdR: gracias al mismísimo Frizell, Jona Nareki y Michael Collins-, una cifra poco habitual para una nómina que visita el hogar de los ‘Saders.
Entonces, dicho todo lo anterior, ¿qué pasó para que el XV conducido por Scott Robertson logre un parcial de 19-0 para levantar el décimo trofeo de su historia? Simplemente activó el “modo extraterrestre”. El último tramo, como de costumbre, fue todo de ellos: tres tries (dos de George Bridge y uno de Braydon Ennor) y una cohesión entre lo ofensivo y lo defensivo que fue perfecta. Supieron cómo explotar las pocas falencias de un adversario que jugó muy por encima de sus probabilidades pero que, aun así, se quedó con las manos vacías una vez consumada la batalla.
1998, 1999, 2000, 2002, 2005, 2006, 2008, 2017, 2018, 2019 y 2020. En todos estos años la Tierra atestiguó festejos de Crusaders. Diez en total, pero muchos más por venir. Lo construido a fines del anterior milenio y comienzo del actual por jugadores como Dan Carter, Richie McCaw, Carl Hayman, Andrew Mehrtens y Justin Marshall, por solo nombrar algunos, fue continuado en la era actual bajo la órbita de Scott Robertson (quien estuvo en cancha en la primera época dorada de la organización) y con estrellas como Richie Mo’unga, Kieran Read, Sam Whitelock, Codie Taylor, Matt Todd y Ryan Crotty, entre otros. Ah, y ahora cuentan con “chicos” como George Bridge, Sevu Reece, Will Jordan, Braydon Ennor, Jack Goodhue, Tom Christie y Cullen Grace. ¿Qué más se le puede agregar a una de las más grandes escuadras que haya visto el deporte inventado por William Webb Ellis?
Los Chiefs de Warren Gatland, últimos y sin victorias
En su paso por el Estadio Regional de Wellington, el combinado de Waikato, Bay of Plenty, Counties Manukau y Taranaki sucumbió ante Hurricanes por 31-18. De esta manera, el entrenador en jefe con historia dorada en el seleccionado de Gales culminó su primer Super Rugby Aotearoa sin siquiera ganar un juego. Un año completamente olvidable para los reyes del hemisferio sur en 2012 y 2013.
Fotógrafo: Sanzaar
Fuente: Santiago Ángel