Pumas 7s

LEO GRAVANO, EL LUGARTENIENTE

LEO GRAVANO, EL LUGARTENIENTE

Humilde, sencillo, callado, respetuoso, familiero. Así se podría definir en pocas palabras al tucumano Leonardo Gravano, el compañero de Santiago Gómez Cora al comando de los Pumas 7s

De perfil bajo, es el tipo de persona que ni quiere salir en las fotos, sin embargo, por su conocimiento y profesionalismo es una pieza fundamental del staff del mejor equipo del Circuito Mundial Mundial 2023/2024

En la previa de la Finalísima del Seven de Madrid se tomó un tiempo para conversar con RCH. El Negro, como le dicen, mostró su perfil de puro sentimiento, donde su familia ocupa el eje central de un trabajo que lo apasiona, pero a la vez lo tiene fuera de casa más tiempo de lo habitual.

Ante la primera consulta sobre lo que significó ser número uno del Circuito Leonardo nos dejó sus sensaciones: “Es una satisfacción enorme haberlo conseguido, mantenerse, que es lo más difícil en este nivel. Todos los equipos van trabajando, sobre todo en el año olímpico. Ves que a alguno no les va bien en el año, pero sobre el final del torneo van mejorando. Fiji, por ejemplo, que cambió de entrenador, pero que a Madrid y los JJ.OO. van a llegar bien. Nosotros venimos de tres años seguidos estando ahí, y eso es algo muy importante”.

¿A qué se apunta, Leo entonces?: “Se apunta a mejorar, a jugar mejor al rugby, a resolver las situaciones y tener las mismas posibilidades del resto al entrar a la cancha. Entrenar las opciones y las herramientas, para que tengan la confianza de tener las mismas posibilidades que las potencias cuando empiezan un partido”.

Luchar en igualdad de condiciones, eso es lo que más recalcó Gravano de lo que se logró: “Hay jugadores que están hace más de diez años en el sistema. Tienen mucho tiempo en el Circuito y en estos últimos tres años tomaron esas cosas que trabajaron y aprendieron para aplicarlas. Así se dieron cuenta que podían ganarle a cualquiera, algo que antes era prácticamente imposible, salvo esporádicamente. Ahora están en igualdad de condiciones”

El trabajo y el apoyo de la familia, son los puntales para la vida del tucumano: “Esto se convirtió en un trabajo full time desde hace mucho tiempo, con la familia apoyando desde atrás. Mi mujer y mis hijos están cien por ciento involucrados con lo que hago y siempre presentes. En algún momento espero traerlos a algún torneo, ese sí que es un objetivo, un anhelo, para que vean y disfruten de lo que hacemos. Porque se los extraña mucho en las giras”.


Los torneos y lo que viene

“Sabemos lo que significa cada torneo, porque World Rugby le da mucha entidad a cada uno. Sin embargo no va a cambiar nuestra opinión de lo que conseguimos. El caso de los Juegos Olímpicos es distinto, se genera una expectativa diferente porque están todas las delegaciones argentinas de todos los deportes y se convive con ellos con otro espíritu” –destacó Leo en el transcurso de la charla-. 

-Y después de Madrid y los Juegos ¿qué va a pasar?

-Hace muchos años que cuando se acerca el cierre de cada temporada trabajamos con muchos jugadores para hacer la transición. Lo hacemos con los juveniles para empezar a ver jugadores nuevos, porque nunca sabes cuando los vas a necesitar, ni en qué nivel están. Por lo que venimos planificando y lo que pueda pasar, mismo con el plantel, por si se quedan o se van algunos, como Gastón (Revol), que en teoría termina. Buscamos un equilibrio para ver los roles que debe tomar cada uno y continuar el trabajo que venimos haciendo”.

-¿Que es Gastón Revol para este equipo?  

-Gastón es muy importante para el grupo en todo lo que le toca. En momentos claves, sabemos las características que tiene, si el equipo los necesita 30 segundos, él está. Cuando no está adentro de la cancha está afuera, acompañándonos a nosotros y colaborando con su opinión, porque él todavía lo vive desde adentro. Siempre es importante todo lo que dice, lo que aporta y lo que ve. Y tiene esas características personales, que a pesar de los años y su recorrido puede estar llevando el agua o entrando en el minutos 14 para darlo todo. Puede estar golpeado, mareado, pero siempre está. Sabemos que se va a notar mucho cuando no juegue más, pero ya tiene una hija y los viajes son muy largos. Queremos que siga trabajando con nosotros, pero será una decisión de él”.


La ausencia de Moneta, el grupo y la convivencia

“No tener a Marcos en esta etapa nos obliga a reemplazarlo en varias situaciones. Tenemos que equilibrarlo y compensarlo con otras cosas. Los chicos lo saben y lo trabajamos mucho. Son variables que suceden y son parte del juego, hay que estar preparados para superarlas. Es el desafío de los que llevan adelante un grupo de jugadores”. 

“Este grupo logró hacer algo muy bueno en la convivencia –continuó- los de más experiencia con los más jóvenes. Los más grandes lograron transmitirle todo lo que pasaron, que por ahí sólo habían llegado a una o dos finales. Lo que vivieron los más nuevos en esta etapa fue, en parte, gracias a lo que pasaron los más viejos. También la diferencia se dio que nosotros al grupo de los  Moneta, Graziano y otros los agarramos para los YOGBA. En cambio a Germán, Tute y Santi (Schulz, Osadczuk y Álvarez) los tuvimos recién a los 20 años. Poder entrenar a los chicos para el Seven a los 17 años es clave. Porque es una edad dónde están confirmando todas las herramientas para jugar, no importe dónde sea en el futuro. Creemos, que de chicos  pueden agregarles muchos conceptos a su juego que serán importantísimos para sus carreras”.

Leo Gravano, ese tucumano de Los Tarcos, hincha de Boca y enamorado de su familia. Un laburante que sobresale por su humildad, silencio y contracción al trabajo. Un agradecido al rugby, por la oportunidad que le dio para seguir colaborando con lo que es su pasión, pero también, con lo que representa su labor de todos los días.    

"El Negro", ese lugarteniente que todo equipo quiere tener...         




Fotógrafo: Jorge Ciccodicola y UAR

Fuente: Jorge Ciccodicola, enviado especial a Madrid

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