Los amigos de Leo le escribieron esta carta de despedida que reproducimos:
Cuando Dolina escribió “Instrucciones para elegir en un Picado” lo hizo pensando en Leo Topa Vilar. Topa hubiera sido el tipo al que todos hubieran elegido para su equipo. O para su vida. Ese privilegio tuvo Dani Pérez, su esposa, que lo eligió y para toda la vida, porque a gente como Leo se lo elige para toda la vida.
Algunos tuvimos la suerte, de refilón, por el honor de haber compartido el verde césped qué sus corridas al Ingoal bendecían o por disfrutar de sus risas y carcajadas en los Tercer Tiempo, que este deporte reclama para sí, pero sólo porque en un Tercer Tiempo te podés cruzar con gente con la calidad humana de Topa.
Leo Vilar fue un referente dentro y fuera de la cancha, trabajó siempre para ver al Defe lo más arriba y bello posible, todo lo que alguien puede hacer por un Club de Rugby, lo hizo Topa. Fue referente en todos los aspectos de la vida, representa todos los Valores a que los que lo conocíamos podíamos aspirar: Excelente Jugador, Mejor Compañero, Trabajador, Amigo, Hermano, Hijo, Padre y Esposo amado por su familia… Creo que todos queríamos ser como Topa.
Topa partió, pero nos dejó una carga, una, quizás para muchos, muy pesada: la de ser Mejores Personas. A Él le debemos el esfuerzo de ser mejor de lo que somos, en todo lo que hagamos, porque, seguramente que con errores, Topa era el Mejor de todos nosotros.
Abrazamos, y nos abrazamos, a la Familia Vilar, a sus Padres, Esposa, Hijas, Hermanos y Familiares y Amigos. Los acompañamos en este momento de congoja y tristeza.
Todo el Rugby, todo el Club Defensores de Glew, dedica estos momentos para evocar la persona de Leonardo Vilar, con dolor y desánimo, pero también con la luz que nos deja su eterna sonrisa.
Te vamos a extrañar, Topa!
Fotógrafo: Gentileza Club Defensores de Glew