Fue otra linda nota en nuestro espacio denominado Historias FUAR. Le llegó el turno a José Salvador Basile más conocido como “Chuchu” quien gentilmente nos atendió desde su casa de Famaillá y nos contó su historia de vida.
En esa charla hablamos de su lesión, la operación, los progresos de su rehabilitación y el esfuerzo constante. Como vive la cuarentena, el apoyo de su familia, la mudanza a Buenos Aires para el avance con un tratamiento de células madres y su sueño de que le puedan encontrar la cura a los accidentados medulares.
Pasen y lean, la historia de vida de otro guerrero de la FUAR. Chuchu Basile que deja frases fuertes como estas: “Me lesioné, haciendo lo que amo, por eso no me arrepiento de nada. Para mí tirar la toalla nunca fue una opción, ya que nunca tuve tiempo de ponerme mal”
COMO VIVE LA CUARENTENA
“Estoy tranquilo, encerrado en mi casa porque con la cuarentena hay que cuidarse mucho. En mi caso al estar tanto tiempo internado en los centros de rehabilitación quizás me cuesta un poquito menos que a la gente común estar tanto tiempo aislado en mi casa”.
SU ORIGEN Y EL APOYO A SU CLUB
“Soy de Faimallá, un pueblo tradicional con 25 mil habitantes, el pueblo de la capital nacional de la empanada, las mejores del país. Se hacen con matambre y son cortadas a cuchillo”, señala orgulloso y sonrie.
José luego nos habla de su querido club: “Coipú, es mi club. La camiseta es celeste, turquesa y amarilla. Es un club chico pero tenemos un Plantel Superior, las categorías juveniles de M16, M17 y M18, así como las infantiles. Hay además rugby femenino y antes de la cuarentena se estaba volviendo a instalar el hockey”.
“Yo soy parte de la Comisión y estoy en la parte de marketing tratando de ayudar desde ahí para el crecimiento del mismo”.
EL MOMENTO DE LA LESIÓN
“Estaba disputando la final de un torneo. Fue el 24 de Mayo del 2015, jugaba de tercera línea y faltaban quince minutos para que termine el partido con San Martín de Tucumán. Voy a buscar a mi oponente para tacklearlo, pero no me da el tiempo para poner la cabeza de costado, y me golpeo con su pierna. Automáticamente caí, y desde ese momento hasta hoy no volví a sentir más mi cuerpo”, recuerda Chuchu.
Y agrega: “en ese momento sentía que me moría asfixiado, no me entraba una gota de aire. Estaba tan concentrado en poder respirar que agarraba aire de cualquier lado. Recuerdo que me cargaron, me pusieron el cuello ortopédico, me subieron a una tabla y me trasladaron al hospital más cercano. De ahí me derivaron para la capital de Tucumán, donde me dijeron que tenía una lesión medular”.
Y agrega: “Creí que era algo que se me iba a pasar rápido, pero con el tiempo me di cuenta que no sería así”.
LA OPERACIÓN Y LOS CAMBIOS DE HÁBITO PARA AVANZAR EN LA VIDA
“Después de la operación me decían que no sólo no iba a poder caminar, sino que iba a necesitar a una persona para todo lo que quisiera hacer de por vida. Ahí, yo me preguntaba cómo me pasó todo esto tan rápido. No te da tiempo a entender nada” reflexiona.
Y acota: “Después ves que estando en la cama se te mueve una pierna y decís, como puede ser esto; están locos si me dicen que no voy a poder moverme más si muevo la pierna solo”.
Y nos aclara: “Después me explicaron que eso se debe a los espasmos, que son movimientos involuntarios del cuerpo en lesiones medulares o del sistema nervioso”.
“Luego de que me operaron, viajé y estuve haciendo la rehabilitación en un hospital de Mar del Plata. Ahí lograron estabilizarme un poco. Yo no quería sentarme en la silla de ruedas; porque la verdad pensaba que con el tratamiento iba a salir caminando. Pero la vida me dio una cachetada y me di cuenta que no iba a ser así”.
“Entonces tuve que aprender a quererla, porque es la que me lleva a todos lados y me permite hacer muchas cosas de las que hago. También me enseñaron a tener mucho más cuidado con mi cuerpo, a prestarle más atención. Y así de a poco logré mover un poco el brazo derecho y me volví a Tucumán. Estuve un año en mi provincia y luego viajé a Buenos Aires para hacerme un tratamiento con células madres, que me hizo recuperar bastante también. Ese tratamiento me hizo sentir un poco la espalda, el pecho y los hombros y me permite sentarme solo en una silla común. Ahora se suspendió por la pandemia, pero he obtenido muchos avances con el mismo y debo seguirlo cuando pase todo esto”.
INDEPENDIZARSE Y SALIR DE LA CASA MATERNA
“En la casa de mi mamá me sentía muy contenido, con todo servido, pero yo no quería eso para mí. Empecé a pensar en irme a vivir solo, lo comenté con mi familia y me decían que no podía. Yo soy muy cabeza dura y estaba convencido de que había alguna manera. Nunca me gustó que me digan que no puedo hacer algo. Y bueno … ya llevo tres años y medio prácticamente viviendo solo. Siempre tengo a alguien que me ayuda con las cosas, pero es mi manera de ser independiente”.
LA FAMILIA, SU APOYO CONSTANTE Y QUE PODER HACER
“Mi abuelo es prácticamente como mi papá, me crié con él. Somos agricultores de toda la vida y mi infancia la pasé con mi abuelo y aprendí muchas cosas a su lado.
Para mi mamá no fue nada fácil tampoco que me vaya a vivir solo, pero estando en San Miguel de Tucumán ya me había anotado para venir a Buenos Aires a hacer el tratamiento de células madres. Me aceptaron y me dieron un mes para hacer la mudanza. Y ahí me vine a vivir a Caballito – Acoyte y Rivadavia - con todas las ganas y el desafío interno; sabiendo que lo iba a poder superar”, señala Chuchu.
Y agrega: “ Después de llegar y ver cómo podía hacer lo que me había propuesto, me quedé pensando en tantas cosas que no hice, justamente por creer que no iba a poder lograrlas. Y al venir a Buenos Aires me di cuenta que si se podía y me lo demostré a mí y a los demás”.
QUE ES LA FUAR PARA VOS
“La FUAR es como mi club. Tengo mis amigos, es como dice el lema: #eljuegosigue y te da la posibilidad de ayudar a los demás, porque esto no es sólo para nosotros, los 31 que lo sufrimos hoy; sino para todos los jugadores lesionados del rugby argentino”.
“Uno entra a la cancha sabiendo que puede tener alguna consecuencia. Espero que no haya ningún lesionado más, pero la FUAR es la entidad que va a responder el día de mañana ante ellos si los hay”.
UN MENSAJE FINAL PARA LA GENTE DEL RUGBY Y EL SUEÑO DE ENCONTRARLE LA CURA A LA LESIÓN MEDULAR
“Me lesioné haciendo lo que me gusta y amo, por eso no me arrepiento de nada. Nunca tirar la toalla fue una opción para mí, no hay tiempo de ponerse mal. Ojalá con el tiempo le puedan encontrar la cura a las lesiones medulares”.
“Mi reflexión final es que hasta de las cosas malas siempre se aprenden cosas buenas, porque al final de la historia uno siempre aprende todo el tiempo algo”.
LA FICHA DE JOSÉ “CHUCHU” BASILE
Apellido y Nombre: Basile, José Salvador
Apodo: Chuchu
Nacido en: Famaillá
Club: Coipú
Puesto que jugabas: tercera línea
Mejor partido que jugaste: Tiro Federal, Salta
Mejor jugador con quien jugaste: Domingo Miotti
Un equipo: Coipú
Un jugador de Los Pumas: Pablo Matera
Ocupación (trabajos, hobbys, talleres, cursos, etc) estudiante contador pÚblico, gimnasio, ajedrez
Un deseo: Que le encuentren la cura a la lesión medular.
Instagram: josebasile
Fuente: Iván Gutiérrez y Jorge Ciccodicola - Rugby Champagne