Sólo cuando Cubilla anotó su tercer try y sentenció la historia, allí Jaguares XV se sintió campeón. Para eso mucho tuvo que ver Peñarol, que con gran coraje y mucha actitud se la complicó hasta el final. La victoria por 36 a 28 fue justa, pero no exenta de una carga de incertidumbre que generaron los uruguayos por su tremenda reacción, cuando con el 22-6 parecía todo definido. Así se llegó a una definición cerrada que finalmente fue para los argentinos.
El comienzo fue parejo, con los dos equipos intentando ganar el metro para conseguir la ventaja. Peñarol buscando el error con la patada arriba, Jaguares el quiebre por medio de Cancelliere o Daireaux desde el fondo. Sin embargo, ninguno logró prevalecer, porque los uruguayos se plantaron muy bien en ese arranque.
Las defensas prevalecieron sobre los ataques y ambos se cuidaron de cometer infracciones, con dos equipos prolijos en la marca y el tackle. Peñarol cerró todos los caminos y fabricó la primera chance, que no desaprovechó Roger al anotar la primera ventaja sobre los 20m (3-0).
Jaguares XV esperaba su primera conexión ofensiva que no llegaba, hasta que a los 22m conectó varios pases seguidos para conseguir el primer try, luego de utilizar todo el ancho de la cancha y finalizarlo con un pase de Bavaro a Cubilla (5-3).
El equipo local mostraba su mejor versión en el torneo. Orden, actitud, dureza en el contacto y una sana intención para presionar en campo de rival. Pero los errores se pagan caro y así lo sintieron en el segundo try argentino, luego de perder una posesión para una pelota recuperada que definió el largo Daireaux (12-3) y cerrar el primer tiempo.
En el segundo tiempo sorprendió el aurinegro de entrada. Recuperó una pelota de una salida argentina y con el pick and go llegó al try. Pero el TMO no lo convalidó por un supuesto doble movimiento de Echeverría. Schneider volvió al penal y Roger descontó (12-6).
Jaguares no estaba cómodo y tampoco podía darles inercia a sus movimientos. Así no podía despegarse en el marcador. Pero llegó una individualidad de Cancelliere para lograr el desequilibrio y de esa maniobra el tercer try que apoyó Cubilla (17-6). El cuarto llegó enseguida, con otro arresto personal de Albornoz y el try de Segura (22-6).
Pero Peñarol no se dio por vencido y descontó enseguida con una excelente conquista de Baltazar Amaya (22-13) que otra vez los ponía en partido. La corrida del 15 dejó por primera vez sin respuestas a la defensa argentina. Y puso el partido al rojo vivo, con otro magnífico try, esta vez del capitán Vilaseca (22-20).
Con el marcador abierto por la reacción uruguaya, Jaguares tuvo que decidir su suerte con un scrum. La formación que generó varios penales a favor con Sclavi, Ruiz y Oviedo en la cancha dejó a Peñarol con uno menos –amarilla a Pomponio- y terminó en try-penal para los argentinos (29-20). Pero Roger con un penal iba a poner suspenso para los cinco minutos finales. (29-23).
Los aurinegros con uno menos fueron por la hazaña, pero Jaguares XV no perdonó en su última acción, cuando con la tercera conquista de Cubilla puso el 36-23 y se sintió campeón. El try de Gattas decoró el gran trabajo uruguayo, que coronó de la mejor manera su segundo puesto.
Jaguares XV fue el merecido ganador de la SLAR. Con números de superioridad en todo el torneo, aunque con una final más trabajada que disfrutada.
Sudamérica cerró de la mejor manera su primer torneo profesional en medio de la pandemia. Y lo hizo con una gran final. No tan lucida en el juego, pero con dos equipos que dejaron todo en busca del primer título. Que como se esperaba se lo llevó Jaguares XV.
Fotógrafo: Gaspafotos - SLAR
Fuente: Hernando De Cillia - Rugby Champagne