El apertura no le teme a la presión que puede sentir en la final y dijo que se preparó toda su vida para poder anotar esos puntos que le permitan a Sudáfrica quedarse con la Copa del Mundo 2019.
Handré Pollard carga con una mochila llena de esperanzas de todo un país, pero esa presión no lo perturba para nada.
De hecho dijo que está imaginando el hecho de ejecutar esa patada ganadora que le permita quedarse a los Springboks con su tercer título de RWC, un escenario propicio para un sueño que tiene hace 25 años.
"Me encanta, para eso uno entrena y pasa horas preparándose. Me acuerdo cuando era pequeño, estar pateando en una cancha e imaginando 'que este kick sea en una final de Rugby World Cup'. Uno básicamente se prepara toda la vida para esto", contó Pollard.
Sudáfrica buscará quedarse con una nueva corona cuando enfrente a Inglaterra este sábado en el International Stadium Yokohama. Los triunfos en sus dos finales, RWC 1995 y RWC 2007, fueron posibles gracias a la efectividad de los pateadores y al número 10 no le preocupa para nada que este vuelva a ser el factor clave para ganar esta clase de partidos sumamente parejos con resultados ajustados.
A los 18 años de edad y todavía yendo al colegio, fue partícipe necesario para que los Boks puedan ganar el título del Mundial para Menores de 20 años en el 2012. Dos años después fue capitán en la derrota de los "Baby Boks" en la final ante Inglaterra por 21 a 20, vaya casualidad, con Maro Itoje como rival.
Pollard cree que todas estas experiencias adquiridas lo ayudarán a mantener la calma en momentos de presión, como le sucedió en el penal clave para darle el triunfo a su equipo por 19 a 16 ante Gales y el posterior pasaje a la final. Fue un momento crucial y no le pesó semejante responsabilidad.
"Me pregunto si uno puede recordar cada partido importante de su carrera para intentar corregir los errores y creo que se puede. Va a haber bastante presión y va a ser un partido duro. No hay que sufrirlo, hay que disfrutarlo y no se trata sólo de las patadas. En todo el partido se sentirá esa presión".
"Hay que hacerlo bien y en el camino correcto, este es el secreto en las finales. Estoy entusiasmado y no puedo esperar más para salir a la cancha".
Los Springboks insisten en que van a intentar dominar con sus forwards y no serán seducidos para cambiar su plan de ataque más allá de lo que haga el XV de la Rosa.
Esta fue una táctica que valió la pena, ya que más allá de la derrota ante los All Blacks, los dirigidos por Erasmus hilvanaron cinco triunfos en fila ante Namibia, Italia, Canadá, Japón y Gales.
Pero Pollard entiende que podrán agarrar al conjunto inglés con la guardia baja para poder sacar ventaja en los momentos decisivos del partido.
"Tenemos algunas variantes para entrarles y ellos también tienen sus puntos débiles. Y es obvio que ellos también tienen material para sorprendernos, igualmente creo no hay mucho secreto entre ambos equipos".
"Tenemos algunas jugadas preparadas y estudiadas, distintas jugadas que están pergeñadas con el objetivo de sorprender al rival".
"Pero, en general, ese ADN y esa esencia, de lo que nosotros creemos y lo que ellos creen, no va a cambiar en una semana. Esto es así, somos así y es lo que nos trajo hasta acá".
"En fin, no nos vamos a alejar de lo que nos ha funcionado. Tenemos algunos trucos, pero no creo que ambos equipos cambien demasiado".
Fuente: Gentileza World Rugby.