UAR

Fernando Riccomi, a juicio con la UAR por Ceibos: "El daño que le van a hacer al rugby es fenomenal"

Fernando Riccomi, a juicio con la UAR por Ceibos:

En una nota publicada por La Nación, Fernando Riccomi habló sobre el juicio que llevará a cabo contra la UAR por la sustitución de Ceibos en la Superliga Americana de Rugby.

En la oficina de una de sus varias empresas, en la calle San Lorenzo en pleno centro, conviven una foto de él con el exgobernador Hermes Binner y otra de su hijo Ignacio con la camiseta de Caranchos. Los negocios se mezclan con la política y la pasión por el rugby en la vida de Fernando Riccomi, el primer privado en tener una franquicia profesional en la Argentina. Ceibos duró poco: dos partidos. La pandemia guillotinó la primera Superliga Americana y luego la Unión Argentina de Rugby le rescindió el contrato, según su punto de vista de manera improcedente.


"No tiene lógica. No entiendo. Nada es coherente. Si hay un fin superior, no lo encuentro. Están hipotecando el futuro del rugby", dice Riccomi, CEO de Ceibos, entrevistado por LA NACION. "El daño que le van a hacer al rugby va a ser fenomenal. Todo por una decisión unilateral, irracional, incausada y con un nivel de responsabilidad bajo [.] No lo va a pagar esta Comisión Directiva, lo va a pagar el rugby argentino. Porque al final del día esto es mucho más que un tema de plata. ¿Cuántas veces lo va a tener que pensar un empresario privado antes de asociarse con la UAR?".

En 2020 se realizó el primer certamen profesional de la región: la Superliga Americana, con equipos de la Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Paraguay. La UAR eligió una modalidad mixta para su franquicia: la institución se hizo cargo de la parte deportiva y un privado del costado comercial y la logística. Riccomi ganó la licitación: afrontaría los gastos y recibiría eventuales beneficios. El contrato era por cinco años. Algo sin precedentes en el rugby argentino, aunque una práctica común en la dinámica del planeta ovalado. Pero pasaron cosas.

Primero, el coronavirus interrumpió el certamen apenas disputados dos partidos. Cuando comenzó a encaminarse la segunda temporada, la UAR decidió dar de baja a Ceibos para presentarse con Jaguares XV y rompió unilateralmente el contrato con Riccomi. Ahora se enfrenta a un juicio que tiene "como piso" cinco millones de dólares, según los cálculos del empresario rosarino.


"A finales de noviembre hablé con Jaime Barba [vocal suplente de la UAR] y empezamos a ver cómo llevar adelante esto para que en 2021 fuera viable", relata Riccomi. "A principios de enero me llamó y me dijo que el Consejo Directivo de la UAR había resuelto dar de baja el contrato y jugar con Jaguares XV. Después me llegó una carta documento con la rescisión unilateral argumentando que cambiaban los términos del torneo, una irrealidad. Nunca volvimos a hablar."


-¿No hubo ninguna negociación?


-En nuestra respuesta a la carta señalamos la cláusula de renegociación preferencial con nosotros que estipulaba el contrato, que obliga al diálogo. Silencio. La última comunicación que tuve con la UAR fue ese llamado de Barba. Llevamos un mes sin ninguna comunicación. Incluso cuando nuestro abogado, Cristian Pérez Solís, me decía que había que ir por la vía penal porque había tres o cuatro delitos muy graves, yo insistí en primero tratar de hablar y ponernos de acuerdo. Ahora con el diario del lunes te digo que tenía razón él, pero no me arrepiento del camino realizado.


-¿Qué argumentos le dio la UAR para rescindir el contrato?


-La carta aduce que la única razón de rescisión es el cambio en los términos del torneo [por la pandemia se jugará concentrado en dos burbujas, en Chile y Uruguay], pero que toman en cuenta determinados incumplimientos que no son ciertos. La agravan cuando hacen pública la carta documento, porque agregan otro elemento más que es la injuria. Ellos recibieron nuestra respuesta un jueves a las 12.14 del mediodía y el viernes a la noche confirmaron a Jaguares XV. El martes 26 recibimos otra carta muy en términos legales donde negaban nuestros argumentos y ratificaban la primera carta, y en la última frase agregan "absténgase de realizar declaraciones públicas", como si fuera una censura. Una cosa muy loca que en ningún país democrático se les puede ocurrir. Respondemos con otra carta ratificando nuestra posición e interrumpiendo la comunicación epistolar. Es decir: de acá en adelante vamos para juicio.


-¿Cuáles son los incumplimientos que reclaman?


-Ellos dicen que independientemente de que se reservan el derecho por incumplimiento, rescinden de forma unilateral y lo adjudican al cambio de las condiciones del torneo. Adjudican el no pago de una cuota del canon, que no correspondía porque estaba suspendido el torneo. Nunca lo reclamaron, se acordaron ahora. No es que alguien se olvidó, no correspondía. Reclaman gastos de los jugadores y de alojamiento impagos. tengo todas las facturas, esto es una empresa. Es como tratar de apropiarse de los bienes de un tercero.


-¿Van a hacer una demanda penal además de la civil?


-Mi abogado se está haciendo un picnic con esto. Le dejan todo servido. Injurias por un lado, apropiación de derechos de terceros, estafa. hay cuatro delitos penales que no son chiquitos. Yo soy contador. Cada uno tiene que hacer lo que sabe. El laburo de él es ser abogado y es penalista. Me dijo, "hay que hacer así y así". Fantástico, pero dejame ver si como empresario antes me puedo sentar y hablar. Porque al final del día esto es mucho más que un tema de plata. Es el daño que se está haciendo en términos generales. Y el daño económico no lo va a pagar un Consejo de la UAR, lo va a pagar el rugby. Lo va a pagar la M10 de un club que no pueda ir a un encuentro de rugby infantil porque la plata para el ómnibus está puesta en otro lado. Les enseñás a los chicos que tenés que tener determinados valores, formas, conductas, y hacés lo contrario. Sacás a un jugador del sistema de forma ejemplificadora, y del otro lado la propia conducción no respeta los contratos, injuria. están haciendo un daño enorme.


-¿Cómo era la relación con la UAR hasta ahora?


-No fue una mala relación. Sí es cierto que hubo dos estructuras muy distintas: una empresa privada con un ente colegiado como la UAR. Hubo roces de adaptación y ponerse de acuerdo en cosas respecto de logística y demás. En algunas tuve razón, en otras no, pero nos pusimos de acuerdo. El contrato tenía cinco centímetros de espesor, pero tenía un montón de cosas que no estaban previstas. Gastamos más guita de la que teníamos presupuestada originalmente. La costumbre logística de la UAR era otra y había que acomodarse. Era previsible que pasara en el primer año, pero se iba a ir puliendo. No hubo conflictos que generaran daño. Se hizo un team building que no estaba previsto en el contrato. Se gastó una fortuna para que los chicos fueran de Deportiva Francesa a Santo Tomé. Pero a Nacho Fernández Lobbe le pareció conveniente. Yo dije "ni loco, es una fortuna", pero hablé con un par de amigos que me dijeron que era útil, que en su club lo hacían, que podía ser constructivo. y bueno, dale. Era bueno para el equipo. No estaba en la estructura de costos, no estaba previsto en el contrato, pero se hizo y salió muy bueno. Es sentido común. Es diálogo. El no diálogo es falta de sentido común.


-¿Cómo ve la relación entre capitales privados y el rugby en la Argentina?


-Argentina es un país joven en el rugby y tiene muchas cosas que evolucionar y aprender. Si el Seis Naciones, que es un poquito más viejo que nosotros, busca un privado y le vende parte de las acciones para hacer un desarrollo del rugby, si Nueva Zelanda que es un poquito más desarrollado, hace exactamente lo mismo... ¿Argentina camina en sentido contrario y se pelea con un privado en lugar de sumarlo? Más allá del daño que le puedan hacer a Riccomi o a Ceibos, el daño que le hacen al rugby argentino es enorme. ¿Cuántas veces lo va a tener que pensar un empresario privado antes de asociarse con la UAR? Cuando no fueron muchos los que se presentaron a la licitación que ganamos con Ceibos. Aparte de que les enseñás a los chicos una cosa y hacés otra, le estás mandando un megamensaje al empresario privado: "Ojo con invertir en el rugby argentino, porque a la ida o a la vuelta te la va a dar". No tiene lógica. No entiendo. Nada es coherente. Si hay un fin superior, no lo encuentro. Del otro lado ni hablan. Y cada día que pasa te sale más caro.


-Además de lo que invirtió, ¿también tiene compromisos asumidos?


-Me van a reclamar todos. Yo tengo firmados contratos, tengo que responderles a los sponsors, tengo que echar gente. Esto no se armó gratis.


-Y eso se va a trasladar al juicio...


-No sé por cuánto va a ser el juicio. Se habló mucho en los medios de que era la franquicia del millón de dólares por año. Eran cinco años de contrato. No hay que ser un as de los números. Ese es el piso. De ahí para arriba. Tranquilamente puede ser un juicio por más de un prespuesto anual de la UAR. Están hipotecando el futuro del rugby. El daño que le van a hacer al rugby es fenomenal. Por una decisión unilateral, irracional, incausada y con un nivel de responsabilidad muy bajo.


-Si en un futuro se arma una segunda franquicia argentina, como era la idea inicial, ¿aceptarías involucrarte?


-El primer razonamiento que trató de plantear Jaime Barba fue: "¿Y si hacemos pido gancho, cada carancho a su rancho?" Suspender 2021 y arrancar en 2022. No lo puedo hacer. Tengo gente laburando planeando 2021, a la que seguí manteniendo en la cuarentena, tengo compromisos y obligaciones con sponsors. Es inviable esa posibilidad. Ya me han sondeado de otras ligas, no de Sudamérica, para ver si me interesa poner un equipo de rugby profesional. No puedo decir cuál, porque es un sondeo. No hay en el mundo muchos privados interesados en el desarrollo del rugby. Al que le gusta esto, seguro que va a seguir. es difícil que yo esté lejos del rugby. Pero con la UAR, y... es un poquito más difícil. Si te la hicieron una vez, ¿por qué no te la van a hacer de nuevo?



Fotógrafo: La Nación

Fuente: Alejo Miranda - La Nación