Después de un excelente 2019, con ascenso incluido, en Curupaytí se preparan para ser protagonistas de la Primera A. Con ganas de subir la vara y objetivos muy claros, el club de Hurlingham se afianza entre lazos familiares y los desafíos que se trazaron para mejorar el juego. En charla con el head coach, Mariano Zurini, hablamos sobre el pasado, presente y futuro de una institución que quiere dar que hablar una vez más.
Allá por 1924, un grupo de jugadores de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires se juntaron para formar un nuevo club, Curupaytí. Juan Manzano, Víctor “Pampa” del Mazo, Jacques Bony de Cabaret, Ricardo “La Vieja” Illa, Fernando “Talero” Ramos, Julio Prato Murphy, Manuel “Gallego” de la Colina, Mariano “El Holandés” van Loo, Rómulo Illa, José Rivarola, Jorge O’Donnell y Felipe Duffy fueron los que dieron vida a una nueva institución.
Hoy, Curupa es uno de los clubes afianzados en la zona de Hurlingham. Con un nombre arraigado en el rugby de Buenos Aires, pasaron jugadores muy importantes por sus filas, como Mario Ledesma, Pedro Sporleder, Hugo Nicola, Gualberto Wheeler, Martín Mundo y Duncan Forrester, entre algunos de los más reconocidos.
Zurini, un apellido bien ligado a Curupaytí
Tres generaciones unidas por los mismos colores. Lo que se dice un legado bien azulgrana. Así podemos llamar la historia de la familia Zurini unida por una camiseta, en la voz de Mariano, el head coach de la División Superior: “Mi abuelo, Osvaldo, jugó muchísimos años en San Martín, incluso fue capitán de la Primera y se sumó a los veteranos de Curupaytí por varios años. Mi viejo arrancó en San Martín, pero como tenía compañeros de colegio de Curupa, se cambió a los nueve o diez años de edad y nunca más se fue. Llegó a jugar en la Primera e incluso a compartir equipo con mi abuelo en los partidos de veteranos”.
La descendencia bien azulgrana: “Mis hermanos y yo estamos en el club desde que nacimos y empezamos a jugar desde muy chicos (mini rugby). Mi viejo dirigió divisiones durante muchísimos años y fue nuestro entrenador en distintas etapas. Con mi hermano, Ignacio, empezamos a jugar juntos a partir de 1999 y Hernán se nos sumó en 2004. Tuvimos el privilegio y el inmenso placer de jugar en la Primera juntos durante muchísimos años. Actualmente, sólo se mantiene en actividad Hernán (el “Negro”), con sus jóvenes 36 años, pero ya están haciendo su recorrido en las divisiones infantiles del club mis hijos, Matías y Felipe; mi sobrino, Santiago, hijo de Hernán, a los que en breve se sumará Joaquín, hijo de Ignacio”.
Mariano Zurini jugó en el club desde los cinco a los 38 años. Debutó en Primera en 1997 y se retiró en 2015. Desde el año pasado integra el staff de entrenadores de la Primera junto con Bruno Machella, Santiago “Chancha” Rosalin y Diego Strauss.
- En 2019 pelearon siempre arriba, pero compartiendo los primeros puestos hasta el final. ¿Creíste siempre que llegarían a ascender directamente?
- Fue un gran año para todo el club. Con pautas de trabajo claras y distintas áreas bien organizadas y coordinadas. Durante el 2019 hicimos importantes cambios en el sistema de ataque y defensa y en la primera ronda nos costó plasmarlo en la cancha (finalizaron terceros y sufrieron tres derrotas). Pero a partir de la segunda ronda empezó a fluir, nos soltamos y tuvimos muy buenos partidos. Lo importante fue el convencimiento de todos respecto del nuevo sistema (NdR: en la 2° rueda sólo perdieron en la 1° fecha ante San Patricio por 18 a 12 y después obtuvieron 12 victorias consecutivas).
- ¿Qué tipo de juego inculcan en Curupa?
- Para nosotros, la defensa es la bandera principal de nuestro juego, todo comienza ahí. Con la pelota en la mano, buscamos ser un equipo dinámico, en el que todos los jugadores se involucren y tengan un rol en la generación del juego, intentando mantener la pelota “viva” todo el tiempo.
- ¿Qué entrenador influenció en tu manera de ver el rugby?
- De todos los entrenadores que tuve durante mi etapa de jugador, hubo dos que me marcaron profundamente en la manera de ver y sentir el rugby: mi viejo, Alejandro “Chula” Zurini, y Gonzalo “Mosquito” Repetto.
- ¿Cómo estaban al momento de implantarse la cuarentena?
- La pretemporada fue muy buena, muy exigente en lo físico. Llegamos al primer amistoso con San Fernando con pocos entrenamientos técnicos y eso se notó en la cancha. Al fin de semana siguiente viajamos a Paraná, donde jugamos con Tilcara y Estudiantes y lo hicimos muy bien, con cosas para corregir, pero nada fuera de lo que se esperaba en una pretemporada. Comenzando la recta final de la preparación, nos encontramos con la novedad del Covid-19.
- Sólo 10 días los separaban del debut con Banco Nación. ¿Habían hecho algún análisis del rival?
- Sí, habíamos visto algunas imágenes para ir preparando el partido, pero todo quedó trunco por la suspensión provisoria y posterior cuarentena.
- ¿Cómo ves la categoría? Algunos entrevistados nos dijeron que no hay un equipo a vencer, que todos serán durísimos. ¿Lo ves así?
- Estoy de acuerdo, es una categoría muy competitiva, muy pareja. Obliga a todos los equipos a buscar regularidad en el juego y a mantener la intensidad durante todo el año, cosa que no es sencilla. Pero la exigencia es la que mejora a los equipos.
- ¿Creés que habrá alguna sorpresa para ascender al Top12?
- La verdad es que se estudia cada vez más el juego y eso puede generar sorpresas, pero al ser una zona tan pareja y con un campeonato tan largo, la diferencia la terminan haciendo quienes tengan los planteles más largos y con buena competencia interna.
- En el club hay muchos referentes, uno muy actual, Mario Ledesma. ¿Cómo es la relación con él y el plantel?
- Muchos de los que integramos el staff de entrenadores, compartimos la cancha con Mario. Mario es un amigo. Para todos nosotros, que el entrenador de Los Pumas sea de Curupa, es un lujo. Siempre que puede, nos da una mano, y si no puede estar en el club por sus compromisos, está un mensaje a la distancia para aclararnos algo o darnos su punto de vista. Como mencioné, es un lujo para todo Curupa.
- ¿Cómo te imaginas a tu club al final del 2020?
- Lo primero que pienso, es que el fin de año nos encuentre dentro de una cancha de rugby, pudiendo disfrutar del juego.
Y el mensaje final de Mariano Zurini estuvo enfocado a los que es el rugby y lo que inculcan sus valores: “Los que formamos parte de la familia del rugby, tenemos una manera muy particular de ver este deporte. Para nosotros es mucho más que eso, es una forma de vida. Aliento a que sean parte porque nunca se arrepentirán. Siempre que alguien nos pregunta, ¿qué es el club?, respondemos: ´Es todo, mi casa, es lo que realmente sentimos y va más allá de correr detrás de una ovalada´. A mis mejores amigos los conocí desde que tengo cinco o seis años, desde que empezamos a jugar”.
Fuente: Carlos Silva - Rugby Champagne.