Se pone en juego la octava fecha del certamen neozelandés. En primer turno, Chiefs-Crusaders. Luego, Highlanders-Blues. Tres equipos aún batallan por la corona. Hurricanes, expectante, seguirá las alternativas desde la comodidad que le ofrece Wellington para el fin de semana libre.
A primera vista, el duelo entre las franquicias de Waikato y Canterbury no genera demasiadas sospechas en cuanto al resultado final. De no haber sobresaltos extras, la visita debería salir airosa una vez consumados los ochenta minutos… Pero hay un punto que sí juega a favor del local: en marzo último, por el antiguo y tradicional Super Rugby, el mismísimo FMG atestiguó el festejo de sus muchachos (25-15). ¿Veremos otro batacazo en la isla Norte?
Dicho todo lo anterior, ¿qué podemos esperar por parte de ambos conjuntos? Por parte del XV comandado por Warren Gatland, un estado de alerta total que puede tener solo conclusiones: la primera, una actuación descomunal que los catapulte al éxito; la segunda, e igual de probable, otra producción paupérrima frente a su gente. Será cara o seca, blanco o negro. No habrá gris para el capitán Sam Cane y su tropa; en cambio, los dirigidos por Scott Robertson, quienes acarician la copa más allá de su traspié ante Hurricanes (34-32, de local. Significó la primera caída en Christchurch desde julio del 2016… ante el mismo oponente), posiblemente sean cautelosos y aguarden qué tiene para ofrecer su rival de turno. Una vez que encuentren el punto débil, por allí machacarán hasta quebrar rugbística y psicológicamente la resistencia de su escollo. Veremos qué ocurre…
Un día después del show que se ofrecerá en el hogar que tienen los kiwis en el Circuito Mundial de juego reducido, Highlanders y Blues, Blues y Highlanders estarán cara a cara en el Estadio Forsyth Barr, de Dunedin, tierra de los ‘Landers. En principio, el favorito en las apuestas y en los comentarios populares es el combinado de Auckland, North Harbour y Northland, que marcha como escolta de los ‘Saders (17 unidades y un partido más). Haberse impuesto ante Chiefs (23-19, en el Eden Park, su fortín) les permitió seguir con vida en una lucha palmo a palmo que no les da respiro.
¿Qué debe pasar para que Beauden Barrett y compañía se retiren extasiados de felicidad de rodeo ajeno? En primer lugar, asegurar cuatro o, mejor aún, cinco puntos en su batalla de ajedrez con la nómina de Otago y Southland; en segundo orden, aguardar por una ayuda de Chiefs. Si esto ocurre, un hipotético escenario para el domingo por la mañana en nuestro país sería el siguiente: Crusaders, arriba de todos, con 19, 20 o 21 -NdR: esta última probabilidad, solo si empata… y recuerden que, en caso de igualdad tras el tiempo regular, se deben jugar diez minutos extras a modalidad golden point, es decir, el que anota primero, gana-; Blues, por su parte, pasaría a 21 o 22; los ‘Canes, en el medio de los dos máximos exponentes que tiene el país de los All Blacks, están con 16.
Por nuestra parte solo queda disfrutar. Se recomienda un café para acompañar Chiefs-Crusaders y, para Highlanders-Blues, un postre después de la cena. Ah, y unos pochoclos. ¡Que siga el rugby!
Fuente: Santiago Ángel