Pumas 7s

EL RUGBY, LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y LA REVOLUCIÓN ARGENTINA

EL RUGBY, LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y LA REVOLUCIÓN ARGENTINA

La historia del rugby en los Juegos Olímpicos está muy emparentada con París: dos de los cuatro torneos disputados por el rugby de 15 jugadores en los Juegos Modernos fueron en la ciudad parisina, la que emparenta el glamour con la cultura, imponentes monumentos y palacios y los legados que dejaron la Revolución Francesa, Napoleón y Charles De Gaulle.

Entre medio de semejante escenario llega un equipo argentino en busca de coronar su propio destino, ese que lo llevó por primera vez a ser los mejores de su especialidad: Los Pumas 7s en el proceso previo a París terminaron como los números uno del ránking mundial y si hacemos cuentas y vemos las estadísticas también se mantuvieron primeros durante las dos últimas temporadas, lo que indica que llegan a esta competencia,  más allá de que enfrentarán a otras grandes seleccionados como favoritos para alzarse al menos con una medalla. 

Un poco de historia

El rugby desde hace muy poco volvió a ser un deporte olímpico. Recién en Río de Janeiro 2016, en la versión de siete jugadores, para repetir cinco años más tarde su segunda participación en Tokio, en el torneo que debió disputarse en 2020 y que se jugó un año después a causa de la pandemia. 

Ese certamen coronó a Los Pumas 7s, en 2021, con su primera presea olímpica: en el encuentro por el tercer puesto superaron a Gran Bretaña por 17 a 12 y se colgaron del cuello la Medalla de Bronce en el Estadio Olímpico de Tokio, sin público, debido a las restricciones sanitarias de aquel entonces. 

El Barón de Coubertin fue el fundador de los Juegos Modernos y el gran responsable de incorporar el rugby en París 1900, torneo ganado por el equipo local. Coubertin fue uno de los grandes impulsores de ese deporte en Francia. Arbitró el primer partido de la Liga Francesa, hoy Top 14 y del seleccionado francés en el Parque de los Príncipes, el 1° de enero del año 1906, en la derrota ante Nueva Zelanda por 38 a 8.

En Saint Louis 1904 y Atenas 1906, en los llamados Juegos Intercalados, el rugby estuvo ausente; para volver en Londres 1908, trofeo que consagró al representativo local. Amberes 1920 y París 1924 fueron las últimas ediciones del “rugby de 15”, ambas con Medalla de Oro para los Estados Unidos. De allí en más el Comité Olímpico Internacional dejó de apoyar al rugby y lo excluyó como deporte olímpico.

Los grandes esfuerzos realizados para volver

Hubo distintos intentos a través de los tiempos por considerar al rugby nuevamente como deporte olímpico. La duración de los Juegos y el obligado descanso de siete días para los cotejos entre 15 jugadores conspiraron en contra de esa iniciativa. 

La Berlín Nazi de 1936 realizó un torneo que no fue considerado ni como exhibición. En Montreal 1976, 22 países africanos y Guyana pidieron la expulsión de Nueva Zelanda, porque un equipo neozelandés realizó una gira por Sudáfrica para jugar contra los Springboks en épocas dónde los sudafricanos estaban suspendidos de toda competencia por sus políticas de apartheid. El COI desestimó esa propuesta, porque consideró que el rugby no era deporte olímpico. En Roma 1960, Moscú 1980 y Seúl 1988 hubo propuestas para que el rugby volviera a ser Olímpico, sin embargo, en todas las ocasiones el pedido fue rechazado. 

Recién en 1995 el COI reconoció a la Internacional Rugby Board (hoy World Rugby) como una Federación Internacional y de esa forma en el año 2002 se lo propuso nuevamente, y así en 2005 estuvo junto a otras cuatro disciplinas en consideración, pero nuevamente no pudo ingresar. 

En el Mundial de Seven de Dubai 2009, dónde Los Pumas 7s obtuvieron el Subcampeonato del Mundo al perder en la definición contra Gales, la IRB cursó una invitación al COI para que reconsiderara la medida. El espectáculo convocó cerca de 80.000 espectadores en los tres días de competencia. 

Así, finalmente, el 9 de octubre de ese año, en el XIII Congreso del Comité Olímpico se aprobó la inclusión del Rugby de Seven para los Juegos de los años 2016 y 2020; con un fuerte empuje del por entonces vicepresidente de World Rugby, el argentino Agustín Pichot; quien colaboró de manera directa ante el COI para darle fuerza a la propuesta y posterior aprobación conseguida luego de 92 años, para que de esa forma el rugby volviera a tener su lugar en los Juegos Olímpicos.

La Argentina siempre protagonista

En Río de Janeiro 2016 fue finalmente la vuelta del rugby a los Juegos. Fiji obtuvo la Medalla de Oro al superar a Gran Bretaña por 43 a 7 y Sudáfrica se llevó la de Bronce. Los Pumas 7s integraron la Zona A junto a USA al que derrotaron 17 a 14, Fiji con quien perdieron  21 a 14 y Brasil a quien golearon por 31 a 0; clasificándose de esa forma para los Cuartos de Final. 

Allí, el elenco argentino en el partido que decidía si jugaba por una medalla igualó 0 a 0 en el tiempo reglamentario ante los británicos, que finalmente se quedaron con el match con un try en tiempo suplementario, y en la definición por muerte súbita, con el resultado 5 a 0. 

Luego en las semifinales por el quinto puesto derrotaron a Australia, por 26 a 21 y cayeron ante Nueva Zelanda, por 17 a 14, para obtener de esa forma el sexto lugar en la competencia.

Los Juegos de Tokio 2020 se suspendieron por la pandemia, jugándose al año siguiente en condiciones de múltiples restricciones, incluidas la ausencia de espectadores en los estadios. 

Los Pumas 7s integraron nuevamente el Grupo A, y clasificaron luego de superar a Australia por 29 a 19, a Corea por 56 a 0 y cayendo ante los All Blacks por 35 a 14. Así, pasaron a los Cuartos de Final en donde lograron un triunfo tan recordado como histórico ante Sudáfrica, por 19 a 14, luego de jugar casi todo el partido con un hombre menos por la expulsión prematura del capitán, Gastón Revol. 

En las semifinales, Fiji (el bicampeón olímpico) otra vez fue el verdugo albiceleste, al superarlo por 26 a 14. La medalla de Bronce fue “la revancha de Rio” contra Gran Bretaña que llegó cinco años después. El 17 a 12 conseguido por el equipo de Santiago Gómez Cora fue el premio a un ciclo que empezó en Rio de Janeiro 2016 y que terminará en París 2024. Un ciclo de ocho años que hizo crecer exponencialmente al seleccionado nacional y que los tiene hoy en el actual Circuito Mundial como líderes durante el balance de las últimas dos temporadas, y más allá de quedar segundos en la final llevada a cabo el 2 de Junio último en el Seven de Madrid que reunió a los ocho mejores clasificados en el circuito Mundial. En esa última competencia previa estos Juegos Olímpicos el equipo conducido por Santiago Gómez Cora arrancó la etapa de Grupos en la Zona “A” y derrotó de manera categórica a Gran Bretaña por 31 a 5. Luego en el segundo día de competencia superó a Francia por 26 a 12 para terminar la etapa clasificatoria con un nuevo éxito ante Australia por 14 a 5. En las semifinales le ganaron a Nueva Zelanda por 21 a 14 para pasar a la gran final en donde cayeron frente a Francia - que se tomó su desquite del partido de la fase de grupos- para coronarse campeón al derrotar al equipo argentino por 19 a 5.                    

Los Pumas Seven, más que un equipo, una familia

Los Pumas 7s se convirtieron en una marca registrada para el rugby argentino. En un proceso a imitar con un staff que no deja nada librado al azar. Encabezado por su Head Coach, Santiago Gómez Cora y secundado por Leonardo Gravano, su mano derecha, de perfil bajo, pero siempre atento y clave en su tarea. Este seleccionado tiene además a varios líderes y referentes adentro de la cancha. Gastón Revol es el hombre récord del Circuito, el jugador que más etapas disputó en la historia con más de 100 torneos desde su debut, en Londres 2009. Fue capitán durante mucho tiempo y ya anunció su retiro luego que se lleven a cabo estos JJ.OO. Además, y desde hace unos años le pasó su legado de la capitanía al bahiense Santiago Álvarez Fourcade, en primer lugar y luego, si este no está presente, a Matías Osadczuk. Pero, este plantel cuenta con varios referentes de gran experiencia como Germán Schulz y Luciano González Rizzoni, quienes también ocupan un lugar preponderante con distintas funciones dentro del equipo.

Sin embargo, allí no termina todo. En los últimos años, la Argentina fue galardonada con la elección de dos integrantes de su plantel como los mejores jugadores del mundo por World Rugby: en 2021 fue Marcos Moneta y el año pasado y luego del Mundial de Francia 2023, condecoraron al mendocino Rodrigo Isgró, quien en este torneo olímpico solo estará como reserva, debido a una sanción – tal vez desmedida- de diez fechas de suspensión luego reducida a cinco que arrastra por su expulsión en la finalísima de Madrid ante Francia, y de la cual hasta el momento cumplió sólo dos fechas y finalizaría en la parte clasificatoria de los Juegos Olímpicos. Ambos jugadores son armas determinantes para el seleccionado argentino y componen una pareja letal dentro del campo de juego, aunque queda claro que esto es ante todo un equipo, y que Marcos Moneta regresará al seleccionado luego de una lesión que lo mantuvo al margen por unos meses, e Isgró no se sabrá si podrá ser de la partida – ya que solo podrá ingresar si se lesiona un compañero- por lo cual seguramente “la familia” responderá por él. Otro de los que no llega por lesión es Alejo Lavayén quien también es parte de este grupo. 

La generación dorada se completa con un grupo de jugadores que siempre cumplen su misión, sea cual fuera la función encomendada por su entrenador, en el engranaje del equipo: Agustín Fraga, Matteo Graziano, Santiago Mare, Joaquín Pellandini, Tobías Wade y Tomás Elizalde estará presentes. Mientas tanto, Santiago Vera Feld, será el otro jugador de reserva, así como Rodrigo Isgró, teniendo en cuenta que en caso de producirse un lesionado en el plantel titular, solo se podrá acceder a un reemplazo con los jugadores de reserva, por lo cual solo uno de ellos podría decir presente si eso ocurre.

A brillar en Paris para cerrar un ciclo que difícilmente se vuelva a repetir 

Los Pumas 7s llegan a París 2024 con un propósito: luchar por la Medalla de Oro. Un objetivo nada fácil en un deporte muy competitivo y en un torneo que no da revancha. Juegan los 12 mejores equipos del mundo y un traspié puede sepultar todo lo bueno que hicieron en estos últimos cuatro años. Sin embargo, los argentinos saben que van como candidatos: provocaron una revolución en este deporte, de tal magnitud que ya no resulta imposible ganarle a Nueva Zelanda, Fiji, Australia o Sudáfrica. Es más, se acostumbraron a hacerlo y lograron por ello el respeto de sus pares y la consideración del rugby mundial. 

Y entonces… allá van estos Pumas Seven, esta gran familia del rugby argentino, más unidos que nunca en donde París los espera. A 100 años de su última cita olímpica, en la ciudad de Les Champes- Elysées, dónde Napoleón y Charles De Gaulle pasearon su gloria. Hacia allí va este grupo de argentinos que competirá por la suya, la que los deje para siempre retratados en la eternidad.



Fotógrafo: UAR

Fuente: Hernando De Cillia y Jorge Ciccodicola

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