Rugby de Inglaterra

"EL RUGBY INGLÉS DEBE SER SALVADO" EL DURO EDITORIAL QUE DESCRIBE EL MAL MOMENTO DE INGLATERRA

La actualidad del seleccionado inglés no es buena. Luego de un 2022 con derrotas ante Irlanda, Escocia y Francia en el Seis Naciones, más las caídas ante Los Pumas y Sudáfrica en Twickenham, Inglaterra solo logró ganar 5 partidos. A fin de año despidieron al experimentado Eddie Jones y un jugador emblematico tomó el control del navío, pero cada vez se acerca más al naufragio.

Donde todo inició, la tierra que vio nacer a la ovalada, Inglaterra, está lejos de sus recuerdos de grandes glorias. El único país del Hemisferio Norte en ganar un Mundial y el máximo ganador en la historia del Seis Naciones está abordo de un barco sin rumbo, que parece alejarse de las costas del triunfo y el éxito.

A fin de año quitaron a Eddie Jones de su puesto de Head Coach del seleccionado y lo reemplazaron por Stephen Borthwick con la esperanza de poder tomar el control del plantel y llevarlo a un buen funcionamiento para el inicio de la Copa del Mundo 2023, que se disputará en Francia. 

"La Rosa" viene de ser finalista del Mundial del 2019, pero la final opacó la totalidad del campeonato, donde Sudáfrica fue siempre superior. Posteriormente ganó el Seis Naciones en 2020 junto con la Triple Corona. 

A partir de esa coronación, Inglaterra ha entrado en un "pozo" al que no le ha encontrado salida aún. Los malos resultados del 2022 impulsaron la salida del australiano Eddie Jones (que ahora dirige a los Wallabies). En su lugar llegó Borthwick, el histórico segunda línea y ex entrenador de Saracens. 

La RFU sabía que el Seis Naciones de este año era la oportunidad para afianzar al equipo y llegar con buenas sensaciones al Mundial que se disputará en Francia. Sin embargo, los buenos momentos del equipo en estos primeros partidos han sido esporádicos. 

El torneo comenzó con una derrota como locales ante Escocia por 29-23, en un encuentro en el que el equipo de Borthwick dominaba el marcador y se le escapó en el segundo tiempo. 

Luego llegó el lógico triunfo ante Italia, pero sin una actuación deleitante; y luego frente a Gales en Cardiff, pero los "Dragones Rojos" tampoco son un gran parámetro ya que atraviesa un momento dificil, desde el aspecto económico, hasta el juego dentro del terreno. 

Entonces, Inglaterra esperaba con ansias el cierre del torneo para enfrentarse a dos candidatos y medirse con equipos que aspiran a levantar el trofeo Webb Ellis en Francia. 

Sin embargo, en el partido de este sábado, Francia fue a Twickenham y volvió a su casa dejandole a "La Rosa" la peor derrota en la historia como local. No solo el resultado, porque una derrota podía suceder, pero la forma, la superioridad de los galos fue lo que hizo que todo estelle en Inglaterra.

Para peor, Inglaterra tiene que jugar en la última fecha ante Irlanda, que ganó los cuatro partidos que jugó y que, además, tiene un largo invicto que ni Francia pudo romper. 

El impacto de estos últimos resultados queda expuesto en cada comentario, editorial y/o transmición inglesa. Y esto se debe a que la procupación, en general, va más allá de la próxima Copa del Mundo, sino que abarca a todo el rugby inglés en general, que paradojicamente cuenta con una de las mejores ligas del Mundo, pero que últimamente sufrió problemas económicos que lo dejaron sin dos equipos en la primera división (Wasps y Worcester), luego de tener que cancelar descensos por la pandemia y de relegar a Saracens (uno de los clubes más grandes) por incumplir con normar salariales. 

El diario The Guardian fue uno de los que mostró el impacto de la derrota y lanzó una dura editorial que pide ayuda, invita a evitar la "falta de humildad" y evidencia la "podredumbre" del rugby en el país. “Se necesitan grandes dosis de humildad y una reforma drástica de la RFU para evitar otra década en el desierto”.

“Han pasado 20 años desde que Inglaterra se convirtiera en la primera -y única- selección del hemisferio norte en ganar una Copa del Mundo y ya no se pueden evitar algunas crudas verdades. Si su derrota récord en 113 años como anfitriona de los tests en Twickenham simbolizó algo: fue exactamente hasta qué punto ha caído el rugby inglés y cuánto va a costar devolver a la selección nacional a sus antiguas glorias”

“Tal vez esta derrota sea el duro despertar necesario para alertar a la Rugby Football Union de la magnitud de la podredumbre que se ha instalado, dentro y fuera del campo. Porque, cada vez más, no parece importar quién entrena a Inglaterra, qué jugadores seleccionan, cómo intentan jugar o incluso el volumen de ruido que hacen sus seguidores. Ahora se hace evidente un panorama más amplio: el rugby inglés necesita ser salvado de su aburguesamiento, miopía y bajo rendimiento.

“El marcador final de 53-10 refleja el abismo moderno que se ha abierto entre las dos naciones. La diferencia de clase en el tackle, el número 8, el medio scrum y el centro fue especialmente marcada, al igual que los apuros de Inglaterra en el breakdown. Si no mejoran notablemente contra una Irlanda que persigue el Grand Slam el sábado en Dublín, no tardará en producirse otro espectáculo de terror”

“La humildad no siempre ha sido el principal rasgo asociado a la RFU, pero ahora se necesitan grandes dosis de ella, ya que el rugby inglés apenas está en mejor forma que el atribulado rugby de Gales. Si no se reforman las prioridades y las estructuras del sindicato, nos espera al menos otra década en el desierto”

Otro de los aspectos que el editorial destaca fue la cantidad de gente que se marchó del estadio antes de que termine el partido: “Los que más rápido se fueron del estadio se perdieron el suntuoso último try de Francia, culminado por Damian Penaud, que de tan bello podría haberse colgado en el Louvre. Pero su paciencia se había agotado. Hoy en día, invertir cientos de libras para ver a Inglaterra ya no garantiza el mismo halo de satisfacción que antaño”.

La canalización de talentos tiene demasiadas grietas y el desarrollo coordinado de jugadores entre los 17 y los 23 años sigue siendo un área de frustración continua. Puede que la Premiership haya sido divertida de ver esta temporada, pero ya no suministra a Inglaterra forwards de calidad listos para los tests. En todos los niveles, los sistemas de Francia e Irlanda están proporcionando jugadores de mayor calidad. El viernes por la noche, en Bath, los Sub 20 franceses se impusieron a los ingleses por 42-7, mientras que los Sub 20 irlandeses le metieron 82 puntos a los Sub 20 escoceses.

No diferencia los mandatos de Eddie Jones o Stephen Borthwick al mando del equipo, ya que les encuentra problemas similares, e incluso iguales. “Hasta su arrebato tardío contra Nueva Zelanda, Inglaterra perdía por 25-6 en Twickenham contra los All Blacks al entrar en los últimos 10 minutos. Contra Sudáfrica cayeron por 27-13. Contra Escocia concedieron cuatro tries y ahora, en su supuesta fortaleza, Francia les ha endosado siete tries. No es una racha alentadora antes del Mundial”.

El anílisis publicado por "The Guardian" no se guardó nada y expuso hasta los detalles más crudos “Y ahora vamos a Dublín, con el Día de San Patricio y el Festival de Cheltenham como telón de fondo. En esos momentos, uno siente lástima por los jugadores, todos ellos hombres decentes. Pero el deporte internacional es la jungla más despiadada. Y las hojas de parra del optimismo que preservaban la modestia inglesa han sido arrancadas".

La selección inglesa, el equipo que representa al país que le dio vida a la pelota ovalada, las tierras que vieron nacer este hermoso deporte, la subcampeona del Mundial 1991, 2007 y 2019, campeona del Mundo en 2003 y de 29 Seis Naciones (incluyendo los títulos en los que el torneo se llamaba "Home Nations y "Cinco Naciones") navega un momento de marejada, en un barco dañado, con algunas fallas difíciles de recuperar y con otras que solo se arreglan con tiempo y trabajo duro, a solo seis meses de la cita más importante del rugby. 



Fuente: Bautista Terrera

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