Recientemente se robaron los corazones de la comunidad internacional de sevens, pero el rugby de Uganda es mucho más que eso. Conversamos con el periodista Ernest Akorebirungi para conocer la realidad del deporte ovalado en el país de las ‘Grullas’.
Ningún seguidor del rugby Tier 2 puede haber ignorado la presencia de Uganda en los últimos torneos internacionales de Sevens. Capitaneados por el potente Michael Wokorach y comandados por el entrenador keniata Tolbert Onyango, los ‘Rugby Cranes’ se ganaron al público en los Juegos de la Mancomunidad Británica y estuvieron muy cerca de clasificar a la Serie Mundial de Sevens, esto tras una gran actuación el Challenger Series 2022.
Para conocer un poco más del rugby en este país, entrevistamos a Ernest Akorebirungi, jugador de rugby amateur y periodista para el medio polideportivo ugandés Kawowo Sports.
¿Cómo describirías al rugby de Uganda para alguien que no sabe nada de tu país?
“Somos un país de gente que ama al deporte y hemos decidido expresarnos a través del él. Nuestro rugby trata de mostrar las habilidades que tenemos, en especial la movilidad que tienen nuestros jugadores y la velocidad para cubrir la cancha. No estamos entre los países con el mayor tamaño o fuerza, así que nos enfocamos en las destrezas. Jugamos para entretener al público, pero siempre disfrutando y expresándonos. Somos amateurs, así que nos emociona enfrentar a profesionales a los cuáles admiramos y tomamos como ejemplo.”
En Uganda, el rugby se juega principalmente en la zona central, donde está la capital, Kampala. Allí hay diez equipos que juegan la Premier League, la cual es la primera división del rugby nacional. Otros doce equipos juegan el Campeonato de la Zona Central, que hace las veces de segunda división.
Por otro lado, las Zonas Norte, Este y Oeste tienen sus propios campeonatos. Sumando al ganador de la Zona Central, los cuatro campeones regionales juegan una ronda clasificatoria para llegar a la Premier. En total, Uganda tiene un estimado de 1200 jugadores masculinos registrados en los campeonatos oficiales. También hay un encuentro anual universitario, pero las universidades utilizan jugadores que ya forman parte de clubes tradicionales.
“Como objetivo del programa 2019-2023 de la Unión de Rugby de Uganda, se quiere introducir al rugby a un total de 100.000 jugadores. Esto se vio afectado en los últimos años por la Pandemia del COVID-19. Además, la Unión apunta a tener un total de 600 jugadores al máximo nivel de competencia” agregó Ernest, quién además de periodista juega para el Sailors RFC de Bweyogerere, Kira.
Un problema del rugby argentino es que pocos clubes ‘clásicos’ se han sumado al rugby femenino. ¿Cómo es la situación en Uganda?
“Te voy a contar algo único y excitante del rugby ugandés. La selección masculina de sevens recién clasificó al mundial por primera vez en el año 2018 y las mujeres lograron eso en el año 2009. ¡Casi diez años antes que los hombres! Todo lo que están consiguiendo ahora los hombres ha sido alcanzado antes por las mujeres.
Han sido campeonas africanas, por ejemplo, pero luego del 2010 el rugby femenino colapsó. La selección femenina de XV no jugó ningún partido entre 2014 y 2019. Por suerte ‘revivieron’ gracias a la Elgon Cup con Kenia (similar al crossborder anual que jugaba Argentina XV ante Chile).
Aunque no es un requerimiento estricto, la Unión le pide a cada club franquicia que tenga equipos junior y senior, tanto masculinos como femeninos. También fomentan el trabajo social de los clubes con los niños de la zona para introducir nuevas caras al deporte.”
Hablando del rugby femenino, hay cinco equipos en la Zona Central. En promedio, cuentan con 40 jugadoras por equipo y en todo el país hay cerca de 500 jugadoras registradas. Por último, a nivel juvenil, hay 25 colegios que compiten a nivel regional y nacional. Eso sumaría unos 1000 jugadores menores de edad.
“Se alineó el calendario de ambos sexos para poder compartir instalaciones, canchas y árbitros. De esta manera, ambos cuentan con la misma cantidad de competencias. Esto se da en rugby quince y sevens por igual.
Sin embargo, las mujeres no reciben los mismos recursos que los hombres. No puedo explicar el porqué, pero las mujeres juegan menos cantidad de partidos durante el año. Desde el ‘revivir’ del rugby femenino en 2020, la brecha entre géneros es cada vez más corta” agregó Akorebirungi en pleno preparativo para viajar al Mundial de Sevens en Ciudad del Cabo.
Dejando de lado a Sudáfrica, que se encuentra en un ficticio ‘Tier 1’ africano por su gran diferencia de nivel con el resto, Uganda siempre participa al máximo nivel continental. Rugby quince o sevens, hombres o mujeres, ahora todos forman parte de los torneos organizados por África Rugby.
“Una cosa que me encantaría contarle a la gente de RCH es que Rugby Sudáfrica, a pesar de no formar parte de las competencias continentales masculinas, hace todo lo posible para ayudar al desarrollo del deporte africano. Los equipos nacionales de Namibia, Kenia y Zimbabue han sido invitados en la Currie Cup (período donde se cruzaron con los Pampas XV), por ejemplo. Desde que tengo memoria, todos los seleccionados de Uganda van a campamentos de entrenamiento en Sudáfrica.
Nuestro Head-Coach del seven es de Kenia y la relación entre nuestros países es fraternal, más allá de las rivalidades deportivas. Nos necesitamos. Trabajamos juntos para crecer. Tenemos programas de intercambio de árbitros y los jugadores emigran todo el tiempo de un país a otro.
Los calendarios de los campeonatos nacionales se organizan en conjunto para disponer de un mes exclusivo de la Elgon Cup. También ayudamos a países en desarrollo como Ruanda, Burundi, Sudán del Sur o Tanzania.”
Con respecto al nivel profesional, ¿Un jugador de alto nivel puede vivir del rugby en Uganda?
“Sí y no… Ante todo, solo hay tres o cuatro equipos que le pagan a sus jugadores. Esos son los equipos con el mayor nivel del país. Por lo general, sus jugadores reciben un ‘viático’ de 3 U$D por día de partido. No tienen sueldo mensual y no cobran por día de entrenamiento.
Para vivir del rugby y recibir un sueldo tienes que ser excepcionalmente bueno. Solo unos 20 jugadores en todo el país, a nivel clubes, pueden vivir del deporte. Ellos tienen un sueldo mensual, seguro de salud y reciben bonus por buenas performances.
Por lo general, el dinero que viene del rugby no es lo suficiente para vivir cómodo. Casi todos entrenamos por la tarde, luego de trabajar o estudiar. Siempre antes de que anochezca, ya que las canchas no cuentan con iluminación. Durante los fines de semana, los partidos solo son por la tarde porque muchos deben trabajar en la mañana.
Los seleccionados también entrenan temprano por la madrugada. Solo entrenan full-time cuando son convocados a una concentración previa a un evento importante. A veces, luego de un entrenamiento de los seleccionados, los jugadores se ‘escapan’ rápidamente porque tienen que llegar a sus trabajos.
Apenas un solo jugador de la selección de sevens es completamente profesional. Ese es el caso de Philip Wokorach, quien juega en el ASBC Avenir Sportif de la Nationale 2 francesa (cuarta división del rugby galo) y antes tuvo un paso por el rugby de Kenia. El resto son semi-profesionales o amateurs. Cuando un jugador es convocado a la selección nacional debe firmar un contrato y solo cobra su sueldo cuando está en competencia.”
Las selecciones masculinas y femeninas de sevens son las que reciben la mayor cantidad de recursos. Luego, le siguen los combinados de quince. En promedio, un seleccionado puede ganar unos 100 U$D por mes. Como referencia, el sueldo de un trabajador básico sin formación profesional en Uganda es de 110 U$D, aunque no hay un sueldo mínimo establecido por la legislación actual.
Es interesante ver cuán público y transparente se muestra Uganda Rugby con respecto a los ingresos de dinero. ¿La realidad refleja lo que vemos en redes sociales?
“La Unión de Rugby de Uganda publica una auditoría anual mostrando todos los movimientos de fondos y eso llega a manos de todos. Tanto los medios de comunicación, como el público en general. Con la llegada de cada sponsor, se publica una actualización con la nueva información.
La verdad es que recibimos la mitad de los datos, pero siempre han operado de esa manera. Cada club debe auditarse a sí mismo y enviar un informe anual a la Unión. Para recibir dinero de los sponsors debes cumplir con ciertos criterios. Que haya ese nivel de transparencia es bueno para el deporte. Sin embargo, faltan los detalles finos.
Se podría decir que el mayor desafío para el rugby de Uganda es que se vean los resultados del dinero supuestamente invertido para el desarrollo de nuestro deporte. Lo otro, es la distribución de los fondos. Se invierte mucho en difusión y no se puede cuantificar el resultado. Ese dinero ‘desparece’.
Otro problema es que los clubes top (para el rugby argentino algo más parecido a franquicias) son propiedad de compañías y personas poderosas. Son empresas ‘de maletín’ y de las cuales no hay mucha información. No tienen dirección u oficina. Algunos ni siquiera están registrados legalmente.
Como son equipos manejados de manera privada, a veces los fondos vienen de empresarios o campañas de crowdfunding. Por lo mismo, no se blanquean los movimientos de dinero. Solo un pequeño porcentaje de su presupuesto llega desde los sponsors.”
Un sábado de rugby en Uganda no es muy diferente a lo que vemos en La Argentina. Los seguidores de cada equipo se reúnen al mediodía para compartir una larga jornada entre partidos y algunas cervezas.
La gran diferencia es que solo cuatro equipos de la Premier son dueños de sus instalaciones. El resto alquila predios e incluso comparten el lugar con otros equipos de la misma competición. Solo un predio cuenta con gimnasio. Cada club debe buscar un gimnasio externo para trabajar durante la semana.
A pesar de que los clubes no cuentan con categorías juveniles o infantiles, cada sábado por la mañana hay actividades para niños. Estas son organizadas por voluntarios involucrados con el club, ya sean jugadores de plantel superior o los mismos entrenadores que por la tarde trabajan en el campeonato.
Uganda Rugby incentiva a los clubes a ‘firmar’ acuerdos de cooperación con colegios públicos y/o privados. De esta manera generan una relación reciproca. Los niños talentosos pueden ganar becas de los clubes para mantenerlos en el colegio. Los colegios reciben entrenadores y los clubes suman jugadores cuando estos llegan a la mayoría de edad.
Tras la gran exposición que han atraído en los últimos años por buenos resultados deportivos, ¿Cómo es la relación del rugby en tu país con los medios de comunicación?
“La Unión de Rugby de Uganda hace todo el trabajo duro con respecto al marketing, la difusión del deporte y la captación de sponsors. Recién en los últimos años surgieron pequeños medios creados por ex jugadores de rugby.
Kawowo Sports empezó a transmitir partidos por redes sociales hace tres años. Hasta ahora, todos los medios pueden transmitir abiertamente sin restricciones. Los periodistas y fotógrafos pueden acceder a todos los partidos, incluso sin acreditación. Hay una comunidad de medios pequeños y nos ayudamos entre nosotros.
Los medios tradicionales no se han interesado en transmitir rugby. Los partidos de los seleccionados nacionales se transmiten más en redes sociales o YouTube que por TV. Apenas el mes pasado se firmó el primer gran contrato de exclusividad para transmisiones en vivo con el multimedio NBS Uganda.
Esto no fue bien recibido por la comunidad, ya que los clubes se sienten excluidos del acuerdo y piden más transparencia con respecto a los nuevos ingresos de dinero. Hay miedo que se excluya a personas que vienen trabajando por nuestro rugby hace muchos años. Si funciona bien, esto podría cambiar al rugby de Uganda para siempre.”
Para cerrar, pensando en el gran momento que está viviendo su rugby, en especial con las últimas campañas del seven masculino, ¿Cuál crees que sea el resultado en los próximos años?
“Hay dos cosas que deberían salir del trabajo que se está haciendo en todo el país. Primero, clasificar a la Serie Mundial de Sevens cambiará muchas cosas para nosotros. Luego, como un sueño muy lejano, ser parte del Mundial de rugby quince masculino y femenino.
Este año fue nuestra mejor oportunidad para clasificar a la Serie Mundial de Sevens y sabemos que está a nuestro alcance. Uganda Rugby ya está haciendo la diferenciación entre rugby quince y sevens. Ya no son lo mismo. Eso ayuda a que haya más plataformas para que los jugadores sean parte de los programas de alto rendimiento” concluyó Ernest Akorebirungi.
Tras su participación en San Francisco 2018 (terminaron en la posición 19na. entre 24 equipos), este fin de semana los ‘Rugby Cranes’ volverán a ser parte de un Mundial de Sevens, ahora en Ciudad del Cabo. Como un gran fiesta para el rugby africano y global, Uganda tendrá una nueva oportunidad de demostrar su toda expresión en la cancha. Los objetivos a corto y largo plazo ya están sobre la mesa.
Fotógrafo: Matías Matus Acebo / Kawowo Sports
Fuente: Matías Matus Acebo