Es el hacedor de este sueño no solo porque sabe de que se trata. Santiago Gómez Cora es un tipo simple, sencillo, obsesionado y que transpira y respira rugby. Sabe de que se trata porque lo jugó y se destacó, luchó para que el seven tenga sus propios recursos cuando nadie le daba ni la hora y hoy junto a su staff, su lugarteniente el, Negro Gravano y sus soldados llegaron a obtener lo que hacía 21 años no podían: estar en una final en Hong Kong, en donde todo esto arrancó, con el extra de que se llevaron el oro y nada menos que ante Francia un rival al que siempre se querrá derrotar luego de la final de Madrid.
Santiago Gómez Cora se refirió a su primer título como entrenador en Hong Kong: “La verdad que no lo puedo creer, me estaba acordando de estos últimos meses de mi vida, 21 años para tener una revancha. Mi gran sueño era ganar Hong Kong, es la meca del seven, era mi último de los grandes sueños que tenía en el Circuito Mundial y se cumplió por suerte. Jamás me imaginé este momento, no pasábamos cuartos de final salvo 2004, con buen equipo o sin buen equipo fue toda una vida de estar en Hong Kong, aparte terminar temprano y ver la final en la tribuna ya bañados. La verdad que jugar una final acá y ganarla, donde todo empezó, lo que soy es el seven y la magia del seven arrancó en esta ciudad, y estar acá y no ganar con el momento que estábamos teniendo me daba un poco de dolor y por suerte se cumplió y como digo siempre los sueños están para cumplirse”.
Por eso cuando Santiago Gómez Cora habla uno ve su emoción, la qu transmite a cada uno de los que estamos del otro lado. Hoy consiguió su primer título como entrenador en Hong Kong y señaló: “La verdad que no lo puedo creer, me estaba acordando de estos últimos meses de mi vida, 21 años para tener una revancha".
"Mi gran sueño era ganar Hong Kong, es la meca del seven, era mi último de los grandes sueños que tenía en el Circuito Mundial y se cumplió por suerte. Jamás me imaginé este momento, no pasábamos cuartos de final salvo 2004, con buen equipo o sin buen equipo fue toda una vida de estar en Hong Kong, aparte terminar temprano y ver la final en la tribuna ya bañados". sintetizaba toda su vida en el circuito el entrenador argentino
"La verdad que jugar una final acá y ganarla, donde todo empezó, lo que soy es el seven y la magia del seven arrancó en esta ciudad, y estar acá y no ganar con el momento que estábamos teniendo me daba un poco de dolor y por suerte se cumplió y como digo siempre los sueños están para cumplirse”, decía Gómez Cora entre emocionado y sonriente; pero no por eso menos dolorido.
Quiso acompañar a su equipo tras dos certámenes en donde no pudo por una operación a la que fuera sometido en la espalda y que lo dejó postrado durante más de un mes, sin poder mover las piernas y pensando más allá del seven en su vida, en su hijo y en su familia.
Pero hoy medicado y todo estaba allí, alzó la copa, se abrazó con todos y nos emocionó una vez más. Ese es Gómez Cora. El que como jugador luchó para llegar a este presente del rugby argentino de seven, ese que debió enseñarle a algunos varias veces su objetivo y los porque, ese que no claudicó nunca y que señala que con esfuerzo el trabajo paga, y vaya si pago hoy en la madrugada y mañana de Hong Kong.
El haber pasado navidad y año nuevo en una cama con dolor pensando en su equipo y su familia, el hacer la recuperación con la cabeza también puesta en este equipo, el saber a quien poner y sacar en el momento justo tuvo su recompensa con un oro que anhelaba todo el rugby argentino, pero mucho más él: EL PADRE LA LA CRIATURA
POR TODO ESO, GRACIAS SANTIAGO GÓMEZ CORA, EL RUGBY ARGENTINO TE LO AGREDECE AHORA Y SIEMPRE!
Fotógrafo: UAR
Fuente: Jorge Ciccodicola