El empate del ’85 fue durante mucho tiempo uno de los hitos del rugby argentino. Por el rival, los 21 puntos de Porta y la última acción, en la que el flaco Ure tuvo en sus pies el try que pudo derrumbar el mito de los All Blacks, el que años más tarde se pudo quebrar con la notable primera victoria del 2020.
La segunda gira por la Argentina de fue la primera que se tomó como oficial para la Unión de Nueva Zelanda, que no contabilizó los duelos de 1976 y 1979 por haber puesto en la cancha a equipos que denominó Nueva Zelanda XV.
En definitiva, esos primeros cuatro tests se los llevó el equipo neozelandés. Antes de llegar a nuestro país, los AllBlacks habían superado en el mes de junio a Inglaterra, 18-13 en Chirstchurch y 42-15 en Wellington, para a fin de ese mes derrotar a Australia en el Eden Park, 10-9 y adjudicarse la Bledisloe Cup.
Los Pumas llegaban con una serie igualada ante Francia, 1-1 en Ferro Carril Oeste y de no haber disputado tests en 1984, el antecedente más cercano era el gran triunfo en Birsbane de 1983, 18-3.
UNA GRAN EXPECTATIVA
La llegada de los AllBlacks a la Argentina generó un gran entusiasmo de todos los aficionados al rugby y el deporte. Tal es así, que luego de los dos partidos disputados ante una gran concurrencia en el Estadio de Ferro Carril Oeste, la UAR decidió cambiar la sede para el Estadio de Vélez Sarsfield a partir de 1986, escenario donde en los años siguientes se le ganó dos veces a Francia y una a Australia.
EL PRIMER TEST
Todos recuerdan el empate del segundo partido, sin embargo, el primero fue el que mejor jugaron Los Pumas, aunque el resultado final fue una derrota por 33 a 20.
Es que el equipo argentino estuvo en juego hasta los 28m del segundo tiempo. Con el marcador a tiro (perdían 21-20) y en pleno ataque dentro de las 22 visitantes, le interceptaron una pelota que terminó con una larga corrida hacia el in-goal coronada por Kieran Crowley. Tras cartón, dos tries más seguidos de los kiwis cerraron definitivamente el choque.
“Cerca de la hazaña” tituló el Diario La Prensa en su sección deportiva, destacando el gran trabajo de los forwards durante toda la tarde. Brian Lochore el entrenador neozelandés, tras finalizar el cotejo declaró a favor del gran trabajo argentino: “Los Pumas en estos momentos están en el primer nivel internacional, incluso por encima de los representantes de la Islas Británicas. Argentina puede ganarle a cualquiera”.
El Manager de los AllBlacks, Dick Littlejohn, puntualizó: “Fue uno de los mejores partidos que vi, evidentemente el rugby argentino creció y se convirtió en un seleccionado poderoso”.
En Clarín el título fue muy descriptivo: “Fulminante definición de los AllBlacks” para agregar en un apartado: “Faltó el golpe del final” en alusión a los últimos diez minutos, cuando de estar muy cerca de ganar se terminó perdiendo por una mayor diferencia de lo fue el partido, concepto que La Nación puso claramente en el epígrafe de la foto de la portada principal del día domingo 27 de octubre de 1985: “el seleccionado de rugby de Nueva Zelanda derrotó al de la Argentina en la cancha de Ferro Carril Oeste, 33 a 20, resultado que no guarda proporción con la paridad que hubo en el juego”.
Los elogios de los rivales demostraban que se podía. El segunda línea, Andy Haden, dijo: “Muy buen partido, Los Pumas están entre los tres mejores selecciones del mundo. El entrenador Lochore, agregó: “Actualmente están por encima de Inglaterra y muy parejos con Australia”. Y el octavo, Murray Mexted: “Por lo que jugaron hoy están en condiciones de ganar el segundo test. Cuando quedamos 21-20 se nos hizo muy difícil, Argentina jugó bárbaro”.
UN EMPATE INOLVIDABLE
El 2 de noviembre de 1985 se jugó el segundo test match, con un Estadio de Ferro exultante, que desbordaba por el fervor de un público que se había quedado con las ganas luego del gran primer test.
En esta revancha la primera parte fue toda de los AllBlacks, que con gran presteza y efectividad marcaron el ritmo y se fueron al descanso 18-9 arriba. En la segunda parte, Hugo Porta acertó tres drops seguidos para igualar, pero Crowley, con otro penal puso a los de negro al frente, 21-8. Sobre los 33m Hugo igualó el marcador en 21 tantos.
El cierre fue todo argentino, si bien el dominio del partido había sido casi todo de los AllBlacks. En la última jugada el pack argentino avanzó con firmeza en el scrum y a centímetros del in-goal, Ure intentó levantarse y la pelota se le escapó. Con ese knock-on terminó el partido.
El título de La Nación fue: “Un match tenso, brillante y emotivo” para agregar en un recuadro: “Cerca de la hazaña”. En la columna desde el touch, Ernesto Ure explicaba la jugada decisiva que pudo cambiar la historia: “En un momento el empuje del scrum se detuvo, entonces decidí levantarme con la pelota para apoyar. Justo ahí volvimos a empujar, me desequilibré y se me escapó la pelota”.
Jock Hobbs, el capitán neozelandés, destacó las bondades de los argentinos: “Vuestro equipo tiene una gran virtud, nunca se entrega. Nosotros no aprovechamos las oportunidades, terminamos presionados y cerca de la derrota”.
Para El Gráfico, el empate fue: “Una pulseada tensa, emotiva y dramática” dedicando varias páginas del partido en su edición del día martes y de Hugo Porta: “El Maradona del rugby” 10 en la espalda, 10 en todo.
En otra de las páginas de su gran cobertura: “Good ByeAllBlacks” despedía al gran equipo que se iba de la Argentina con: “un modelo de rugby veloz y gran trabajo colectivo”.
La Prensa definió el partido como una: “Histórica actuación de Los Pumas”. En el primer párrafo de su amplia cobertura destacó: “Los Pumas realizaron una nueva hazaña que los catapulta, ahora sí definitivamente, a los primeros planos del rugby mundial.
En un apartado hablaron de: “La vieja mística y Porta” para recalcar que apareció otra vez en el campo verde de Ferro, ahí cerca de las vías. Lugar para el recuerdo, sitio de hazañas.
Un poco más abajo, la frase de Pochola Silva evidenciaba lo que significó para los argentinos: “Fue una gran temporada” resaltando lo bueno de las actuaciones ante Francia y Nueva Zelanda.
Brian Lochore, el entrenador neozelandés, calificaba el partido como: “un empate justo” porque en el primer test los argentinos habían errado varios penales, en el segundo fue Crowley el que falló tres de las cuatro conversiones.
El capitán Jack Hobbs volvió a destacar que: “los argentinos nunca bajan los brazos: ya había dicho que eran un buen equipo y mi parecer al respecto, hoy, no ha cambiado”.
En otro de los recuadros, “Detrás del ingoal” el Diario no escatimó elogios para el goleador argentino. “Lo de Hugo Porta es para la historia del rugby mundial. Es el único jugador que la marcó 21 puntos en un test a los AllBlacks y a los Springboks. La primera ocasión fue el 3 de abril de 1982, cuando con Sudamérica XV venció por 21 a 12 a los sudafricanos, un triunfo inolvidable. La segunda fue ayer -por el empate ante Nueva Zelanda- con cuatro penales y tres drops. Los antecedentes que poseían los neozelandeses fueron plenamente reconfirmados. Para ellos, el capitán de Los Pumas, es el mejor apertura del mundo”.
En la edición del día martes de El Gráfico hubo una nota especial dedicada a HugoPorta. Allí contaron como se adueñó dela camiseta número 10. Según contó el recordado Palomo Etchegaray: “En 1971 a Hugo lo citaron como el tercer medio scrum de Los Pumas. Como a la práctica faltaron los medio aperturas, le sugerí a PapuchiGuastella por qué no lo ponía al chico de Banco Nación para poder practicar. Cuando Guastella lo vio –fue apertura de Los Pumas en 1956- no tuvo dudas, dijo “este chico nació para el puesto”.
La tapa del Deportivo de Clarín del lunes 4 de noviembre de 1985 estaba dividida en tres. Arriba con la vuelta de Rosario Central a Primera A. En la parte central retrataba: “Un gol de Maradona paró al Juventus”. Abajo, con una foto del equipo ingresando a un colmado estadio de Ferro destacaba: “El gran test de Los Pumas” para agregar que el seleccionado argentino logró un empate histórico.
En la crónica, hoy a la distancia, todavía se percibe lo que significó para ese momento. La nota empezaba así: “Hubo abrazos, emoción a raudales, en Ferro estuvo todo el país”.
A continuación, se reflejaban unas palabras del rosarino José Luis Imhoff: “Hoy no se analiza, hoy se festeja”. También, la reflexión de uno de los nueve periodistas neozelandese que cubrió la gira, Bob Howitt, ¡te lo esperabas? -le preguntaron: “No” contestó, de forma tajante.
El cierre describió la incertidumbre del desenlace: “Lo quisieron los dos. Hubo un penal fallido de Crowley que pegó en el palo. Presionaron los AllBlacks sobre la línea argentina, sin poder quebrarla. Sobre la hora, fue el scrum argentino el que avanzó sobre el in-goal neozelandés, pero Ure se levantó y la perdió. Entonces, el árbitro, salomónicamente, marcó el final. Fue apoteosis. El público, los jugadores, Porta. Todo resumiría un resultado histórico para el rugby argentino”.
Histórico, memorable, sensacional. Así fue el día que pudo cambiar la historia, en 1985, en el sexto partido contra los AllBlacks Después pasaron muchos encuentros más, años de espera y cientos de jugadores.
Por fin, con el tiempo, se les pudo ganar. Sin embargo, aquel recuerdo quedará grabado en la memoria de los que estuvieron, de los que se aferraron al mito y los que sólo se adueñaron de la fría cifra de ese resultado.
Que al fin de cuentas, revive uno de los grandes cotejos de la historia de nuestra selección, en las que el rugby argentino, ese día, estuvo catalogado entre los mejores equipos del mundo.
Fotógrafo: Bibiloteca Nacional Mariano Moreno - Archivos: La Nación, La Prensa, Calrín y El Gráfico
Fuente: Hernando De Cillia