Los Presidentes de Curupaytí y Buenos Aires se cruzaron misivas entre el fin del año 2021 y el comienzo de este, con respecto a los pases de cuatro primeras líneas de un club al otro. El reglamento señala que eso se puede hacer, pero resulta llamativo al menos el hecho, y mucho más al leer las cartas las que parecen no coincidir en lo hablado. Entonces hay algo que parece no cerrar y ahora la URBA – que es quien tramita los pases de los jugadores – deberá definir el tema y quizás a través de este hecho revisar si el reglamento no debería ser modificado en el futuro o quizás poner otros límites para no perjudicar a ningún club.
Todas las instituciones y clubes del país sufrieron el Covid 19 y sus consecuencias, de eso no hay duda. La deserción inicial de jugadores, la falta de recursos para hacerle frente a un parate tan largo, el achique en las arcas, el zoom de entrenamiento para mantener a los rugbiers en forma, las reuniones de chat para seguir con el grupo unido y tantas cosas más fueron parte de esta pandemia. Luego y por fin se llegó al tan ansiado regreso a las canchas y al juego.
A partir de allí comenzó la reinserción de algunos jugadores, el éxodo de otros; los pases desde y hacia algunos clubes, los chicos que se iban al exterior a probar fortuna y los grandes que se calzaban de nuevo los botines para volver a despuntar el vicio pasado el temor inicial y cuando aparecieron las vacunas. Ahí recién se comenzó a respirar.
Esas fueron las aristas distintivas de esta nefasta pandemia que aún nos mantiene en vilo y que cambió la vida de todos nosotros y del rugby en estos dos años y quizás para siempre.
A partir de lo que sucedió, RCH se pregunta si los reglamentos actuales deben cambiar, o quizás más bien si deberán aggiornarse a este presente de pandemia.
Nos preguntamos si los pases de un club a otro se deberían dar a conocer abiertamente, para que los propios clubes y la prensa esté al tanto y si está bien que un club pueda transferirle a otro cuatro jugadores de un mismo puesto como sucedió para fin de año en la URBA - más allá que el reglamento indica ese número como máximo entre clubes -, si se pueden transferir los mismos cuatro jugadores de un mismo puesto – aunque ese puesto sea el que más necesidad tienen hoy de reforzar la mayoría de los clubes del país- . Si debería haber un tope de jugadores para que un club pudiera recibir por año y tal vez hasta por categoría dado que no es lo mismo un jugador infantil, juvenil o de primera; con todo lo que ese club invirtió para formarlo.
Esos cuestionamientos nos los hacemos para saber si está bien que no haya un límite de pases para un solo club desde los diferentes clubes, es decir para ser más preciso ¿pueden transferirse por poner un ejemplo más de cincuenta jugadores de distintos clubes a uno solo entre todas las divisiones en un mismo año?.
Preguntas y más preguntas que surgen luego de leer las cartas que se dieron a la luz hace unos días firmada por los presidentes de los Clubes: Curupaytí (Ignacio Pini) y Buenos Aires (Pablo Traini) quienes las redactaron el 27 de Diciembre y el 6 de Enero respectivamente y que generó un ruido interno e importante en el mundo del rugby local. Un hecho que seguramente viene ocurriendo desde antes de la pandemia, pero que ahora parece haber quedado en el tapete
La URBA – por lo que pudo investigar RCH- citó a ambos clubes para una reunión que se iba a realizar a comienzos del mes de febrero pero que se postergó ahora para mediados del mismo mes entre los Presidentes de ambos clubes y el Consejo Directivo del ente rector de Buenos Aires.
Seguramente en la misma se tratará de que puedan exponer que sucedió y seguramente a partir de allí la Unión pueda actuar en consecuencia para que en un futuro inmediato y teniendo en cuenta que estos pases ya fueron realizados poder determinar si esos hechos no deben volver a suceder o si quedarán reglamentados como están, en base a lo que hoy sucede en el rugby local.
UN FIN DE AÑO CALIENTE Y LA CARTA DE CURUPAYTÍ
Ignacio Pini, Presidente del Club Curupaytí se sintió tocado así como los miembros de su CD, algo le pareció que no estaba bien y se lo hizo saber por intermedio de una carta fechada el 27 de Diciembre a su par de Buenos Aires, Pablo Traini, uno de los clubes fundadores de la Unión Porteña; expresándole su malestar por la intempestiva decisión de que cuatro de sus jugadores –todos primeras líneas – pasaban al equipo del León.
La misiva habla de “dañar el espíritu y los valores que se deben profesar” y más allá de respetar la decisión, señala que “es una situación sumamente preocupante”.
Para finalizar le solicitan al club Buenos Aires.la colaboración para que no se sucedan nuevos casos de este tenor y señalan que “pondrán a la URBA al tanto para que se arbitren las reformas reglamentarias pertinentes tendientes a evitar o minimizar situaciones de este tipo entre clubes de una misma Unión”.
LA RESPUESTA DE BUENOS AIRES
El 6 de Enero, el Club Buenos Aires a través de su presidente Pablo Traini le contestó dicha carta a Curupaytí.
Traini se notó sorprendido y señaló_ “llamarle mucho la atención el tenor de la nota”. También agregó para ratificar lo que ya le había comentado en forma personal a Pini “que los jugadores llegaron al club en forma espontánea, sin intervención de terceros y menos incentivación alguna”. (hubo rumores de que Buenos Aires cancelaba una deuda de esos jugadores con el club del Oeste).
LA URBA DEBERÁ DETERMINAR SI HAY CAMBIOS EN EL REGLAMENTO O SIGUE TODO IGUAL
Con este caso testigo, en donde finalmente cinco jugadores – cuatro primeras líneas- que pasaron de Curupaytí a Buenos Aires y uno proveniente de Regatas que nunca debutó en el club de Bella Vista y justamente también su último partido había sido jugado en Curupaytí, la Unión Porteña deberá ver como resuelve este tema en particular de cara al futuro.
Se encendió una alarma que nadie esperaba y que seguramente no será la única por estos tiempos que corren de vacas flacas. La realidad es que si esto sucediera con todos los clubes quedaría desprotegido el de menos recursos (casi siempre el de inferior categoría) con respecto al otro. Por eso, se debería determinar cuál es el límite que se le pondrá a los pases de cara a estos torneos que se jugarán aún en pandemia.
Todo el rugby sabe que la baja de jugadores fichados tanto en la URBA como en el Interior del país fue importante, de entre un 20 y un 35%, depende el lugar y por eso mismo la URBA deberá prever como hacer frente a temas de esta índole, si se seguirá con este reglamento o se pensará en amparar un poco más a los clubes que menos posibilidades tienen, y que quizás se esforzaron durante largos años para formar a esos jugadores que de un momento a otro emigran como en este caso.
Seguramente el Consejo Directivo del rugby porteño tomará cartas en el asunto. Solo resta esperar saber que sucederá a partir de ese momento y si tendrán que declarar los protagonistas para saber fehacientemente que fue lo que sucedió, ya que al leer ambas cartas no se puede visualizar un punto de acuerdo entre ambos clubes.
Hoy sucedió entre Curupaytí y Buenos Aires, pero mañana puede seguir ocurriendo y será importante tomar cartas en el asunto con el fin de corregir o modificar si así lo decide el CD de la URBA de cara a lo que viene, ya que el torneo de este año está a la vuelta de la esquina.
Fotógrafo: Archivo RCH
Fuente: Jorge Ciccodicola