El tricampeón del Super Rugby volvió a coronarse, esta vez como dueño de sus tierras, en el Super Rugby AOTEAROA. A falta de una fecha el conjunto dirigido por Scott Robertson logró asegurar el campeonato en su casa con la victoria 32-22 ante Highlanders y aunque es una versión reducida del regular campeonato al cual estamos acostumbrados, demostró porqué es el equipo dueño del hemisferio sur.
Antes de los dos minutos de juego Highlanders, aprovechó que Crusaders no sacó la pelota del fondo y logró marcar el try para abrir el marcador y meterle presión a los locales.
Durante los primeros minutos los "landers" de la mano de Aaron Smith y la buena conducción de Josh Ioane que se hicieron eje de los movimientos, lograron tener la pelota y poner en aprietos a los locales que tuvieron que defender muy buenos movimientos de pelota rápida.
Sin embargo, a los 12 minutos Crusaders aprovechó al máximo los espacios y los apoyos para que Mo'unga anote el empate del partido, que quedaba 7-7. A los 21 minutos y tras haber errado un penal apenas dos minutos antes, Josh Ioane afinó la puntería y desde la intersección de la línea de 22m. y la de 15m. logró poner nuevamente a su equipo al frente.
Cuando parecía que Crusaders podía armar una linda jugada de fases, Sam Whitelock dió un pase sin mirar unos metros adelante de la línea de 10 metros en campo rival y Jona Nareki estuvo atento para interceptar la pelota y correr libre al ingoal de los locales, luego la conversión del joven apertura Ioane dejó el partido 17-7 a favor de los visitantes.
En la última jugada del primer tiempo Mo'unga volvió a convertir a los palos, en este caso otro penal, como en el minuto 28. Esto dejaba el marcador 13-17 a favor de los visitantes y le negaba el festejo a los punteros.
El desafío para Highlanders en el segundo tiempo era poder mantener ese ritmo y esa firmeza en ofensiva mostrada en los primeros 40 minutos de juego. De todas formas, el equipo de Aaron Mauger había sufrido bastante en defensa ya que los de Christchurch habían logrado romper 7 veces la línea de ventaja de los visitantes.
Los primeros cinco minutos del primer tiempo fueron una locura, realmente un partido de ida y vuelta que no paró y tuvo jugadas continuadas que fueron de un ingoal al otro. Primero Highlanders tuvo la oportunidad de anotar pero Hunt se quedó sin opción de pase y un penal posterior le negó la chance, luego una mala patada de Aaron Smith le regaló la posecion a Crusaders que de contraataque casi llega al try, y era cantado, hasta que el wing McKay no se dió por vencido y le cacheteo la pelota justo a medio metro del scrum a Hall.
A los 53´, Highlanders aprovechó un error de manejo de los locales e hiló una muy buena jugada de fases, con un quiebre de su apertura Ioane para darle aire al ataque y luego de dos movimientos más, fue el centro Collins quién logró apoyar la pelota
Diez minutos más tarde, luego de que Highlanders desaprovechara varias oportunidades para salir de su campo, Crusaders logró abrir la floja defensa de la visita y anotar su segundo try del partido, está vez en las manos del wing George Bridge. Pero cuando los campeones se encienden, se vuelven una topadora. Highlanders con mucho cansancio encima, no pudo controlar el ataque de Crusaders. Y nuevamente fue Bridge quien anotó para los locales que empezaban a sentenciar el partido. Además, cabe destacar en esa jugada previa, una acción totalmente desmedida de Sio Tomkinson dejó a los Landers con uno menos por 10 minutos, aunque en esa situación pesó mucho la interpretación del referee y de su TMO, ya que podría haber sido considerada como para tarjeta roja.
A los 74' fue el segundo centro Braydon Ennor quien encontró el agujero en la defensa visitante luego de una linda "jugada de pizarrón" que tras un buen maul jugaron una espalda y un ángulo imposible de defender con uno menos para Highlanders.
El resultado final fue de 32-22, Crusaders lució la experiencia y la chapa de campeón, y aunque durante 60' minutos la visita lo tuvo a maltraer, pudo sobreponerse a la dificultad del partido y terminó definiéndolo con la determinación de sus backs y aprovechando al máximo todos los huecos que dejó la defensa de los Landers.
Con este resultado, Crusaders se asegura una fecha antes de que finalice, un nuevo Súper Rugby, este año en su versión reducida y modificada, renombrada como "AOTEAROA", el equipo dirigido por Paterson volvió a demostrar que es uno de los mejores equipos del mundo y que sus jugadores se entienden a la perfección. Con tan solo una derrota (queda un partido) y seis partidos ganados, permitiéndoles festejar aún quedando un partido, ante Blues en Auckland. Richie Mo'unga es el goleador del campeonato para Crusaders y volvió a ser uno de los guías de los hombres de Christchurch para un nuevo campeonato, acompañado de una línea de backs muy fuerte con nombres como Jack Goodhue, Braydon Ennor, Sevu Reece, George Bridge y sobre todo la nueva aparición de uno de los mejores fullbacks del campeonato, Will Jordan, que demostró ser un jugador con cualidades óptimas para llevar la número 15 de los hombres de negro.
Fuente: Bautista Terrera - Rugby Champagne