Mañana, desde las 4:05, el Estadio Orangetheory, de Christchurch, estará totalmente colmado para albergar el partido más importante de estas cinco primeras fechas en el Super Rugby Aotearoa. Quien salga airoso tendrá una mano en el trofeo de campeón. Además, en Wellington, Hurricanes enfrenta a Highlanders. Chiefs, que perdió sus cuatro partidos, libre.
Si bien Blues no vence a Crusaders desde el 2014 -NdR: fue por 35-24, en el Eden Park, de Auckland-, esta rivalidad no deja de ser la más importante dentro de Nueva Zelanda: entre ambas franquicias se combinan para 13 títulos de Super Rugby (diez para los ‘Saders y tres para los de la capital financiera) y, además, son las que mayor apoyo tienen a nivel nacional. Los de Canterbury, amados y odiados por igual, suelen concentrar su hinchada en gran parte de la isla Sur (pese a que Highlanders se adueña de las regiones de Otago y Southland), aunque también tiene fanáticos esparcidos por toda la Norte; por su parte, los actualmente conducidos por Leon MacDonald tienen su núcleo en Auckland y Northland, aunque, en menor cantidad, también en Waikato (tierra de Chiefs).
Rugbísticamente, lo que se espera para este sábado es una verdadera batalla de primerísimo nivel en la casa de Scott Robertson, Codie Taylor y compañía. Ellos, punteros e invictos (14 puntos sobre 15 posibles), tienen una leve ventaja por sobre su oponente debido a que jugarán en su propio terreno, con un historial reciente favorable y con jugadores que están en un nivel estratosférico (Will Jordan, Braydon Ennor, Sevu Reece y Tom Christie, por solo nombrar cuatro de ellos). Y cuentan con un factor importantísimo: la mentalidad ganadora. Esto último, a la larga, es lo que realmente marca quiénes son y por qué han generado una dinastía en este deporte; enfrente, también sin haber mordido el polvo en lo que va de este campeonato, veremos a Beauden Barrett, Hoskins Sotutu, los Ioane (Rieko y Akira), Mark Telea y sus compañeros. Su nivel colectivo durante los tres cotejos iniciales ha sido maravilloso y esperanzador para una afición que lleva diecisiete años sin festejar un título.
Dicho todo lo anterior, ¿cuál será la clave? Es complejo poder descifrarlo ahora, pero, si se tiene que elegir un punto, puede que sea el saber cómo se adaptará la visita a su planteo: por lo que se puede apreciar en el anuncio del XV inicial, MacDonald y su grupo de trabajo buscan, con el ingreso de Harry Plummer en lugar de TJ Faiane, tener tres opciones de juego táctico en ataque. El doble-pivot más la presencia de Barrett en el fondo de la cancha les otorga mayor seguridad en la puja por quién utiliza mejor el pie, pero, en consecuencia, los deja con mayores dudas en defensa: ¿Podrá Plummer ser una garantía en el tacle? ¿Cuánto tiempo veremos a Faiane detrás de la línea de cal? Mientras que los rojinegros, en cambio, no hicieron ningún cambio de 180 °, sino que simplemente apelaron a lo que mayor resultado les ha dado, que es jugar con lo mejor que tienen a disposición… aunque con un truco: Will Jordan, quien tal vez sea una fija en la alineación de los All Blacks una vez que retorne el rugby de tests matches, estará entre los relevos con el mote de “jugador de impacto”.
¿Quién levantará los brazos una vez que consumen los ochenta minutos? ¿Seremos testigos de la primera victoria de Blues en Christchurch desde el 2004 -NdR: con aquel recordado try de Carlos Spencer sobre el epílogo del cruce para sellar el 38-29 final-? ¿Continuará el reinado de Crusaders?...
‘Canes y ‘Landers, con la necesidad de recortar distancias
El domingo, cuando el reloj marque las 0:35 en toda la República Argentina, la capital del país oceánico atestiguará el encuentro entre dos equipos con muchas urgencias: Hurricanes, que viene de superar a Chiefs por 25-18 (¡y como visitante!), y Highlanders, que el pasado fin de semana sucumbió por 40-20 ante Crusaders, en Dunedin.
¿Qué debemos esperar de este compromiso? En primer lugar, hambre de puntos por parte de ambas nóminas. Saben que todavía “están en carrera”, pero que corren desde atrás con respecto a quienes pelean por el trono. Imponerse en esta clase de desafíos es obligatorio para los dos, por lo cual darán el máximo por dejar el terreno de juego con una sonrisa. Saben que para bajar a los de arriba primero tienen que hacer los deberes en tareas de menor exigencia.
En cuanto a la composición de las formaciones, los ‘Canes padecerán la ausencia de su capitán, Dane Coles, lesionado. El habitual hooker y campeón de la Copa Mundial del 2015 con los AB’s será sustituido por Asafo Aumua, uno de los grandes proyectos que tiene la Unión de Rugby de Nueva Zelanda -NZRU, por sus siglas en inglés- dentro del puesto; los ‘Landers, con Aaron Smith como portador del brazalete, decidieron regresarle una vacante a Scott Gregory, quien en esta oportunidad de ubicará como wing derecho.
Fuente: Santiago Ángel desde Nueva Zelanda