La historia de un grupo de mujeres cordobesas comprometidas con el desarrollo del deporte, (las mamis rugbiers), quienes primero apoyaron a sus niñas y niños para luego pasar a tomarle el gusto a la ovalada y transformarse en jugadoras del plantel de primera femenino de su club.
UNA LINDA HISTORIA DE NUESTRO RUGBY DOMÉSTICO
Arraigadas en la zona sur de la ciudad de Córdoba, el plantel superior femenino (Mamis Rugby) de Villa El Libertador Rugby Club tiene un origen muy particular. La historia comenzó nada menos que en un festejo por el día de la madre, allá por Octubre del año 2018; cuando el profesor Christian, entrenador de la menores de 7 años, invitó a las madres de esa división a festejar justamente su día con un partido para compartir con sus hijas e hijos.
Fue entonces cuando la magia del rugby, una vez más, se hizo presente y sucedió lo que sin dudas debía pasar. Inmediatamente la experiencia enamoró a las mujeres, quienes ese mismo día se decidieron a iniciar su entrenamiento, mientras también lo hacían las infantiles, con la ayuda de los profes y de los jugadores del plantel superior masculino.
Así, y casi sin pensarlo se fueron sumando a los entrenamientos con las profesoras Cynthia Córdova (Club Universitario de Córdoba) y Camila Quiroga (Universidad Nacional de Córdoba) y a disponerse a jugar, poniéndole poco a poco un mayor compromiso de todas las involucradas.
EL INICIO DE LAS MAMIS RUGBY Y EL CLUB VILLA LIBERTADOR COMO PLATAFORMA
Por entonces los niños y niñas ya no eran la excusa, porque se habían conformado el grupo de las Mamis Rugby. Ellas también empezaron a animarse, y a participar más activamente en el rugby infantil; primero siendo managers, luego entrenadoras, después cocineras y por supuesto, siempre jugadoras, una parte vital del club Villa Libertador de la ciudad de Córdoba.
Ya en el 2019, año en donde empezaron a jugar sus partidos amistosos a puro coraje y empoderamiento, se dieron cuenta que entrenar ya les quedaba chico, entonces había que salir a dar esa batalla que tanto esperaban en la cancha, había que salir a correr, había que demostrar algo más, y así empezaron los partidos contra CAVIS de Cruz del Eje club que se prestó con su plangtel femenino para poder medirse y a través del tiempo darle el rodaje necesario para ir mejorando en el juego.
LOS PARTIDOS ESPERADOS
Esos encuentros se esperaban durante toda la semana, en cada esforzado entrenamiento y en esos largos viajes que consecuentemente les dejaría a cada mami una anécdota que guardarán por siempre como un recuerdo imborrable o un verdadero tesoro, que en cada parada que hacían, en cada amistoso que jugaban, era de lo mejor.
Por consiguiente había que agudizar el ingenio para tratar de conseguir los recursos necesarios y así llegaron las rifas, las ventas de pastelitos, para tratar de adquirir esos elementos básicos e indispensables para jugar y poder seguir adelante (la ropa adecuada, los botines, las medias y hasta los famosos bucales que antes miraban de reojo y ahora eran gran parte de su rutina en cada partido).
Con la pandemia y luego del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), la vuelta a las canchas dejó en evidencia la desigualdad que afronta este equipo y todo el club, ya que aún no lograron tener su propia cancha, y mucho menos las instalaciones adecuadas para poder desarrollar la actividad que tanto aman.
LAS MANOS QUE SIEMPRE LLEGAN PARA AYUDAR AL RUGBY SOCIAL
Gracias al apoyo del Club Universitario de Córdoba y del Córdoba Athletic Club, sumado a las gestiones del entrenador del plantel superior del equipo masculino y de la Fundación Pueblo Rugby, el Villa Libertador Rugby Club finalmente pudo hacer posible el regreso a los entrenamientos de sus dos planteles superiores y también de las divisiones juveniles masculinas. Los mismos se llevaron a cabo en las canchas de Siete Soles del Club Universitario Córdoba o en el anexo del Córdoba Athleric Club, quienes apoyaron el proyecto desde el inicio.
Una vez iniciados los torneos, los equipos trabajaron para consolidarse, entrenaron de manera mixta (los dos planteles superiores juntos, excepto los entrenamientos con contacto) y así el deseo y la necesidad de la cancha propia, de poder jugar de locales en un predio suyo, se tornan cada vez más fuertes y poderosos. Y por supuesto hacia allá van direccionadas las Mami Rugby con ese objetivo como prioridad absoluta. Esas mujeres que con su ejemplo y un empuje digno de imitar del mejor scrum del planeta ovalado buscan su sueño.
Hoy el objetivo de esas Mami Rugby está abocado a completar el fichaje de todas las jugadoras posibles, ponerse en condiciones para la competencia, aprovechar la oportunidad de entrenar con el plantel superior, e ir formándose también como futuras entrenadoras, para que de esa forma el profe Christian (Christian Ivanoff, entrenador de las Mami Rugby y jugador de la Primera de VLRC), pueda delegar en parte y de a poco sus responsabilidades en los entrenamientos de contacto; en los que él se debe a su equipo.
A paso firme, muy seguras y decididas, las mujeres del plantel superior femenino de Villa Libertador Rugby Club están dispuestas a superar los obstáculos que se les interpongan como hasta ahora en su camino.
Ellas saben que para desarrollar el rugby femenino que tanto aman, ese que empezó casi de casualidad con aquellas Mami Rugby del día de la madre se necesita todavía mucho más, y por eso van sin dudarlo para adelante, como hicieron desde siempre, porque el rugby hoy ya es parte de sus vidas.
Fuente: Jorge Ciccodicola