Tras una pésima campaña pasada que acabó con su equipo en el sótano de la clasificación general del Super Rugby Aotearoa, Clayton McMillan buscará volverle a dar vida a una franquicia que se había acostumbrado a jugar por objetivos importantes El exentrenador de Bay of Plenty reemplazará durante esta temporada a Warren Gatland, quien estará con los British and Irish Lions en su serie frente a los Springboks. Recién debutarán en la segunda fecha, contra Highlanders, en calidad de local.
Ayer, con el anuncio de la co-capitanía de Sam Cane y Brad Weber, el representativo de las uniones de Waikato, Bay of Plenty, Counties Manukau, Taranaki, King Country y Thames Valley no hizo más que apostar por la sabiduría de soldados que cargan sobre sus espaldas el peso de reimpulsar a una escuadra que desde comienzos de la década anterior ha conseguido un prestigio y un honor que se lo ganó a base de campeonatos (2012 y 2013, bajo la conducción de Dave Rennie) y que en 2020 tuvo su nivel más pobre al ser pulverizado por sus cuatro adversarios nacionales con un lapidario 0-8 en la primera edición del Super Rugby Aotearoa.
Altas: Sione Mafileo (Blues), Nathan Harris (vuelve tras lesión), Josh Lord (Taranaki), Kaylum Boshier (Taranaki), Simon Parker (Waikato), Xavier Roe (Waikato), Bryn Gatland (Highlanders), Rivez Reihana (Waikato), Rameka Poihipi (Canterbury), Jonah Lowe y Chase Tiatia, ambos de Hurricanes.
Básicamente, el equipo con sede en el Estadio FMG, de Hamilton, debe volver a las bases, y esto incluye, obviamente, ganar confianza y no probar jugadores en puestos en los cuales no funcionan. Por ejemplo, Damian McKenzie, uno de los mejores fullbacks del mundo, pero quien, insólitamente, ha sido movido en varias ocasiones al puesto de apertura, lo cual le acorta sus posibilidades de crear espacios desde el fondo y lo obliga, sin querer, a ser más cerebral y ordenado en pos de seguir un sistema preestablecido por los entrenadores a que simplemente dejarse llevar por su tan particular espectacularidad para inventar movimientos que desarman esquemas defensivos con un cambio de ritmo de su parte; en cuanto a la mencionada confianza, lo importante para estos Chiefs es salir airoso en campo propio. Deben evitar a toda costa las catástrofes del 2020. Todavía quedan en la retina el desmoronamiento en la segunda mitad ante Highlanders (33-31, luego de estar 24-7 arriba al medio-tiempo) y la tardía reacción frente a Hurricanes (25-18, y en el cual sus dos tries llegaron en el minuto 64 y luego en el 77). ¿Pero qué tienen para dar el giro de 180 ° que precisan con relación a lo hecho en 2020? Además de los mencionados Cane, Weber y McKenzie, unos centros muy, muy picantes (el all black Anton Lienert-Brown, Quinn Tupaea y Alex Nankivell), segundas líneas con gran proyección (Tupou Va’i y Naitoa Ah Kuoi) y otros jugadores de élite (Luke Jacobson, Sean Wainui, Angus Ta’avao y Nathan Harris, entre otros) que son sumamente necesarios para revitalizar a una plantilla que llega con más dudas que certezas a este amanecer del certamen doméstico.
Bajas: Robb Cobb (Waikato), Ryan Coxon (Tasman), Ross Geldenhuys (Bay of Plenty), Nepo Laulala (Blues), Donald Maka (Counties Manukau), Michael Allardice (Toyota Verblitz, de Japón), Tyler Ardron (Castres, de Francia), Dylan Nel (Otago), James Thompson (Waikato), Adam Thomson (Waikato), Leroy Carter (Bay of Plenty), Lisati Milo-Harris (Taranaki), Aaron Cruden (Kobelco Steelers, de Japón), Tiaan Falcon (Toyota Verblitz), Orbyn Leger (Counties Manukau), Tumua Manu (Pau, de Francia), Solomon Alaimalo (Highlanders), Kini Naholo (lesión) y Sam McNicol (Hawke’s Bay).
Dicho todo esto, ¿será suficiente? Parece complejo. No tienen los nombres y apellidos de otros años y, además, cuentan con un mandamás nuevo (McMillan) y con dos oponentes (Crusaders y Blues) que parecen estar, de mínima, un escalón por delante de ellos. Pero tienen material para, al menos, hacer uso de una apelación: el FMG, que antes del fatídico pasado Super Rugby Aotearoa solía ser un fortín para los Jefes de Cane, Cruden, McKenzie, Brodie Retallick y compañía. Además, sí o sí habrá que robar juegos fuera de Hamilton: ¿están en condiciones de salir victoriosos en rodeo ajeno? Suena descabellado (aunque sea por este momento) pensar en triunfos en Christchurch y Auckland. Sus escollos directos por derribar de base son, por cómo están las cosas al día de la fecha, Hurricanes y Highlanders, dos escuadras que parecen tener su mismo nivel.
Mejor jugador: Sam Cane. Pese a que McKenzie es el más decisivo en ataque, el tercera línea y co-capitán es una auténtica pesadilla en defensa, y más precisamente en el punto de contacto. Es más factible recuperar las Malvinas que imponerse frente a él en el breakdown. Y taclea a destajo, claro. Siempre, siempre un guerrero, tanto en estos Chiefs como en los All Blacks, seleccionado al cual también lidera con la portación del brazalete.
Cinco preguntas:
¿Qué arrojará de distinto el planteo de McMillan en diferencia a lo que ofreció Gatland en su primer año al mando?
Teniendo en cuenta los rumores que lo ubican como apertura para el debut frente a Highlanders, en la segunda fecha, ¿McKenzie será utilizado únicamente como quince o seguirán experimentando con él en el puesto de diez?
¿Cane dará el paso adelante que precisa como capitán? Recuerden los problemas que tuvo en su debut en el rol cuando tuvo que vestir la pilcha negra durante el Tri Nations…
Pese a que compartirá la toma de decisiones con Cane, ¿qué pasará con la titularidad de Brad Weber? ¿Está garantizada? Xavier Roe, una de las incorporaciones, fue una de las grandes figuras de Waikato en la pasada Mitre 10 Cup.
¿Quinn Tupaea se catapultará a la puja por un lugar en la lista de Ian Foster para los partidos que tendrá Nueva Zelanda en la ventana de julio?
Fixture:
1 °: libre
2 °: Highlanders (5/3, de local)
3 °: Crusaders (13/3, en el Orangetheory, de Christchurch)
4 °: Hurricanes (20/3, en el Estadio Regional de Wellington)
5 °: Blues (27/3, de local)
6 °: libre
7 °: Highlanders (10/4, en el Forsyth Barr, de Dunedin)
8 °: Crusaders (17/4, de local)
9 °: Hurricanes (23/4, de local)
10 °: Blues (1 ° de Mayo, en el Eden Park, de Auckland)
Plantel:
Forwards:
Pilares: Sione Mafileo, Atu Moli, Reuben O’Neill, Ollie Norris, Aidan Ross y Angus Ta’avao.
Hookers: Nathan Harris, Bradley Slater y Samisoni Taukei’aho.
Segundas líneas: Naitoa Ah Kuoi, Josh Lord, Laghlan McWhannell y Tupou Va’i.
Terceras líneas: Kaylum Boshier, Lachlan Boshier, Mitchell Brown, Sam Cane (co-capitán), Luke Jacobson, Mitchell Karpik, Simon Parker y Pita Gus Sowakula.
Backs:
Medio-scrums: Xavier Roe, Te Toiroa Tahuriorangi y Brad Weber.
Aperturas: Bryn Gatland, Rivez Reihana y Kaleb Trask.
Centros: Anton Lienert-Brown, Alex Nankivell, Rameka Poihipi, Bailyn Sullivan y Quinn Tupaea.
Wings/Fullbacks: Jonah Lowe, Damian McKenzie, Etene Nanai-Seturo, Shaun Stevenson, Chase Tiatia y Sean Wainui.
Fuente: Santiago Ángel - Desde Nueva Zelanda