El centro de Irlanda asistió ayer a una audiencia disciplinaria por la tarjeta roja que recibió del árbitro Nic Berry por un acto de juego sucio en el partido frente a Samoa.
El centro de Irlanda, Bundee Aki, asistió ayer a la audiencia disciplinaria por la tarjeta roja que recibió por parte del árbitro Nic Berry por un acto de juego sucio contrario a la Ley 9.13 (tackle peligroso) en el partido entre Irlanda y Samoa de la Copa del Mundo 2019.
El Comité Disciplinario independiente estuvo presidido por Adam Casselden SC (Australia), en compañía del ex entrenador Frank Hadden (Escocia) y el ex árbitro Valeriu Toma (Rumania).
A pesar de que el jugador intentó que se le anulara la tarjeta roja, el panel sostuvo la decisión del árbitro tras considerar todos los ángulos del incidente, junto con la evidencia del jugador y sus representantes legales.
El Comité consideró el marco de sanciones de tackles altos (HTSC) y decidió lo siguiente:
- Hubo un contacto directo del hombro izquierdo del jugador con la cabeza del portador de la pelota.
- El Comité no aceptó que hubiera un bajo grado de peligro.
- Aunque el tackle ocurrió rápidamente, la altura del tackle del jugador fue alta y se aceptó que no hizo un intento concreto de cambiar su altura para evitar la cabeza del portador de la pelota.
- El Comité no aceptó que hubiera evidencia suficiente de una repentina disminución de la altura del portador de la pelota.
- El tackle fue un intento de tackle dominante, en lugar de un tackle por reacción, y en cualquier caso no lo soltó inmediatamente, ya que el jugador envolvió sus brazos alrededor del jugador de Samoa.
- El jugador estaba en un espacio abierto y tiene una línea de visión clara antes del contacto.
- No hubo factores mitigantes claros y evidentes.
Por lo tanto, en el balance de probabilidades, el panel no encontró que la decisión del árbitro fuera incorrecta y, en consiguiente, se confirmó la tarjeta roja.
Dadas las conclusiones anteriores, el comité aplicó el punto de entrada mínimo obligatorio de rango medio de World Rugby, que se introdujo en 2017 para proteger el bienestar de los jugadores, evitar el alto contacto y prevenir lesiones en la cabeza. Esto resultó en un punto de partida de una suspensión de seis semanas.
Teniendo en cuenta los factores atenuantes que se consideran en relación con la sanción, incluido el historial disciplinario limpio del jugador, el comité redujo el punto de entrada de seis semanas a tres semanas, lo que equivale a tres partidos en el contexto de la Copa del Mundo 2019.
Aki se perderá el partido de Irlanda de cuartos de final ante Nueva Zelanda el 19 de octubre y la semifinal y la final de la RWC en tanto y en cuanto Irlanda clasifique. En caso que Irlanda no alcance esas instancias, se perderá el siguiente o los siguientes partidos con su club, Connacht, en el PRO14 cuando regrese de representar a su seleccionado nacional.
Fuente: Gentileza World Rugby.