La franquicia de Auckland y la de Dunedin terminaron en lo más alto de la tabla de posiciones y estarán jugando la definición del torneo. Crusaders, el campeón del Súper Rugby Aotearoa, quedó afuera del duelo definitivo por diferencia de puntos.
Blues será local en Auckland para recibir la final del Súper Rugby Trans-Tasman frente a Highlanders la próxima semana. El conjunto dirigido por Steve MacDonald terminó primero luego de su victoria por 31 a 21 frente a Western Force.
Una de las figuras del equipo neozelandés es el apertura Otere Black, que tuvo la difícil misión de reemplazar a Beauden Barrett cuando se fue a jugar a la liga japonesa. El año pasado había estado relegado ante la presencia del ex apertura de Hurricanes, pero aprendiendo a la par de Dan Carter.
Highlanders por su parte hizo su trabajo, superó a Brumbies por 33 a 12 con punto bonus incluído y también finalizó con 23 puntos la fase regular del torneo. Aaron Smith volvió a ser clave en la conducción de su equipo e intentará llevar al conjunto de Dunedin a la obtención del título.
Crusaders se floreó ante Rebels pero no le alcanzó. El campeón del Súper Rugby Aotearoa venció a la franquicia de Melbourne por 52 a 26, con el wing Sevu Reece en un nivel intratable.
Pese a la victoria con punto bonus y a alcanzar los 23 puntos en la tabla, la franquicia de Christchurch se quedó afuera de la final por diferencia de puntos. El bonus try que no logró conseguir la semana pasada ante Western Force le terminó costando caro.
Hurricanes y Chiefs, ya sin posibilidades ambos, lograron dos contundentes triunfos para cerrar el torneo de la mejor manera. La franquicia de Wellington venció a Reds por 43 a 14, mientras que Chiefs derrotó a Waratahs por 40 a 7.
Western Force, Rebels y Waratahs finalizaron el torneo sin conocer la victoria, lo que demostró una clara superioridad de las franquicias neozelandesas sobre las australianas a lo largo de todo el campeonato.