Tras un gran 2020 que culminó con el segundo puesto en la clasificación general, la franquicia con base en Auckland, que no sale campeona desde el 2003, llega a este Super Rugby Aotearoa con la premisa de derrocar a Crusaders, el vigente rey del deporte ovalado en tierra maorí. El debut será este sábado, frente a Hurricanes, en condición de visitante.
Ya sin Beauden Barrett en su plantilla -NdR: se fue, por la siguiente temporada, al Suntory Sungoliath, de la Top League, de Japón- pero con jóvenes figuras que parecen estar a la vuelta de la esquina de sus mejores versiones, el representativo de las regiones de Auckland y Northland -NdR: también portan la bandera de la unión de North Harbour-, con Leon MacDonald como entrenador en jefe, arriba a esta segunda edición del certamen organizado por la Unión de Rugby de Nueva Zelanda -NZRU, por sus siglas en inglés- con un único objetivo en mente: quebrar el maleficio. Y es que ya han pasado diecisiete temporadas sin festejos, pero, de a poco, parece que la confianza retorna a la capital financiera de Nueva Zelanda. Altas: Nepo Laulala (Chiefs), James Lay (Auckland), Soane Vikena (Auckland), Sam Darry (Canterbury), Dillon Hunt (Highlanders), Taine Plumtree (Wellington), Bryce Heem (Toulon, de Francia), AJ Lam (Auckland), Jone Macilai-Tori (Northland), Jacob Ratumaitavuki-Kneepkens (Taranaki) y Zarn Sullivan (Auckland).
¿Qué es lo que ha cambiado en Blues en el último tiempo? En primer lugar, la mentalidad. La escuadra que capitanea el segunda línea Patrick Tuipulotu pasó de ser candidato a la cuchara de madera en el viejo y tradicional Super Rugby (con los conjuntos de Sudáfrica, Australia más Sunwolves, de Japón, y nuestros queridos Jaguares) a ser contendientes al título; en segundo puesto, el fortalecimiento de su columna vertebral: el año pasado, con Barrett como titular, garantizaron jerarquía en la toma de decisiones, en el juego con el pie y en la creación de jugadas desde situaciones que no parecían peligrosas, es decir, en secuencias que solo aquellos jugadores de élite pueden brillar. Pero no fue el único que sobresalió en 2020: también lo hicieron jóvenes valores como Caleb Clarke (dos tries y debut con los All Blacks en el Tri Nations), Mark Telea (siete apariciones en el ingoal rival), Hoskins Sotutu (también vistió la camiseta negra en el torneo celebrado en Australia) y, entre más consagrados, los siempre rendidores Ofa Tu’ungafasi, los hermanos Akira y Rieko Ioane y Dalton Papali’i.
Bajas: Ezekiel Lindenmuth (Counties Manukau), Sione Mafileo (Chiefs), Joe Walsh (Southland), James Parsons (retiro), Luteru Tolai (North Harbour), Sam Caird (Waratahs, de Australia), Aaron Carroll (Bay of Plenty), Tony Lamborn (Southland), Waimana Riedlinger-Kapa (Auckland), James Tucker (Brumbies, de Australia), Beauden Barrett (Suntory Sungoliath, de Japón), Jack Heighton (North Harbour), Joe Marchant (Harlequins, de Inglaterra), Matt Duffie (Honda Heat, de Japón), Jordan Hyland (Northland) y Jared Page (North Harbour).
¿Qué podemos esperar de ellos en esta campaña que se avecina? Show, show y más show. Posiblemente, y por el bien del espectáculo, una puja palmo a palmo con Crusaders en la carrera de cien metros final por el trofeo. La clave, claro está, pasará por los dos cotejos que deberán dirimir entre sí: el primero será en la cuarta fecha, y nada menos que en el fortín que tienen los muchachos de azul, que es el histórico Eden Park; luego, ya en la novena semana de acción, viajarán al Orangetheory, de Christchurch, hogar de Scott Robertson y sus pupilos.
Su mejor jugador: Rieko Ioane. Pese a los grandísimos momentos que han tenido Clarke y Sotutu en los meses previos al parate por el cierre de año, el polifuncional back (puede desempeñarse como wing y, si el staff se lo requiere, también de centro, ya sea de doce o en función de trece) sigue siendo el famoso “game-changer” que tienen los ganadores del Super Rugby en 1996, 1997 y 2003.
Las cinco preguntas:
¿Qué impacto tendrá la partida de Beauden Barrett al país del Sol naciente?
¿Podrán, finalmente, ser verdugos de los Crusaders? No consiguen vencer a los de Canterbury desde el 2014 (34-15, en casa).
¿Les alcanzará la nafta para pelear hasta el final del torneo?
¿Serán capaces de conseguir los tan ansiados bonus que siempre son cruciales en la tabla definitiva? En el primer Super Rugby Aotearoa fue, sin duda alguna, su talón de Aquiles (solo dos en ocho partidos).
¿Cuán importantes serán las incorporaciones de Nepo Laulala y Dillon Hunt a un pack de forwards en el cual abundan los nombres y apellidos de nivel internacional?
Fixture:
1°: Hurricanes (27/2, en el Estadio Regional de Wellington)
2 °: libre
3 °: Highlanders (14/3, de local)
4 °: Crusaders (21/3, de local)
5 °: Chiefs (27/3, en el Estadio FMG, de Hamilton)
6 °: Hurricanes (3/4, en el Eden Park de Auckland)
7 °: libre
8 °: Highlanders (16/4, en el Forsyth Barr, de Dunedin)
9 °: Crusaders (25/4, en el Orangetheory, de Christchurch)
10 °: Chiefs (1 ° de Mayo, de local)
Plantel:
Forwards:
Pilares: Alex Hodgman, Nepo Laulala, James Lay, Marcel Renata, Ofa Tu’ungafasi y Karl Tu’inukuafe.
Hookers: Kurt Eklund, Ray Niuia y Soane Vikena.
Segundas líneas: Gerard Cowley-Tuioti, Sam Darry, Josh Goodhue, Jacob Pierce y Patrick Tuipulotu (capitán).
Terceras líneas: Blake Gibson, Dillon Hunt, Akira Ioane, Dalton Papali’i, Taine Plumtree, Tom Robinson y Hoskins Sotutu.
Backs:
Medio-scrums: Finlay Christie, Sam Nock y Jonathan Ruru.
Aperturas: Otere Black, Stephen Perofeta y Harry Plummer.
Centros: TJ Faiane, Bryce Heem, Rieko Ioane y Tanielu Tele’a.
Wings/Fullbacks: Caleb Clarke, AJ Lam, Jone Macilai-Tori, Emoni Narawa, Jacob Ratumaitavuki-Kneepkens, Zarn Sullivan y Mark Telea.
Fuente: Santiago Ángel - Desde Nueva Zelanda