Mañana, desde las 4:05, de la Argentina, los representativos neozelandeses estarán cara a cara en el Estadio Eden Park, de Auckland. En caso de levantar el trofeo, el dueño de casa volverá a celebrar un título tras dieciocho años de sequía. Su rival, en cambio, buscará la segunda coronación de su historia y la primera desde el 2015. ¿El festejo quedará en la isla Norte o se trasladará a la Sur?
Para sorpresa de muchos, Crusaders se quedó sin ser protagonista de los últimos ochenta minutos del Super Rugby Trans-Tasman. Pero esa sensación extraña de no ver en una definición a la escuadra con base en Christchurch, Canterbury, está bien fundamentada: perdió puntos bonus cruciales (frente a Brumbies y Western Force. Ambos, increíblemente, en su propio fortín, el Estadio Orangetheory) y, por momentos, parece que sobró la situación. La consecuencia, pese al esfuerzo final en Australia -NdR: le ganó por 52-26 a Rebels, en Melbourne, pero necesitaba una diferencia de 33 o más puntos a su favor-, fue fulminante para los conducidos por Scott Robertson, acostumbradísimos al éxito: haberse quedado fuera del último espectáculo.
Entonces, si los ‘Saders quedaron averiados y jamás pudieron alcanzar la meta, ¿quiénes sí lo lograron? Blues y Highlanders, Highlanders y Blues. El primero de ellos, con una grandísima actuación de su capitán Patrick Tuipulotu y de sus terceras líneas (encabezados por Hoskins Sotutu y Akira Ioane), tuvieron una gran fase regular en la cual solo cedieron dos puntos (contra Reds, en Brisbane, y frente a Western Force, el pasado fin de semana, en calidad de local); los ‘Landers, por su parte, sacaron a relucir su mejor versión a través de la solidez de sus formaciones fijas y de la conducción de Aaron Smith. También fue clave el liderazgo de Ash Dixon. Justamente, tanto Dixon como Smith ejercen el rol de co-capitanes.
¿Qué nos espera para esta contienda? En principio, dos equipos hambrientos. Ambos se desviven por la gloria. Y el porqué es clarísimo: necesitan una alegría que sirva como inyección para plantarle a Crusaders en las próximas campañas. Saben que este duelo puede llegar a ser el punto de partida de un nuevo sisma en la historia de sus respectivos elencos; en cuanto a lo que el juego respecta, Blues posiblemente lleve la batuta durante el transcurso del encuentro. Es el que mayor presión tiene debido a la falta de éxitos desde la obtención del Super Rugby 2003 (con Carlos Spencer, Doug Howlett, Rupeni Caucaunibuca y Mils Muliaina como grandes figuras) y el peso del público presente en el Eden Park; los sureños, en cambio, deberán ver qué cartas ofrece su adversario y a partir de allí empezar a edificar su victoria.
Individualmente, los mejores cruces estarán en el pack de forwards, principalmente en la tercera línea: ¿Prevalecerá Blues pese a la ausencia de Tom Robinson (lesionado)? ¿Qué impacto tendrá Akira Ioane desde el arranque? En cuanto a los radicados en Dunedin, ¿Kazuki Himeno podrá imponerse en el palmo a palmo ante Hoskins Sotutu? ¿Billy Harmon generará impacto a través del punto de contacto? Además, tanto el scrum como el lineout jugarán un papel preponderante en el resultado final. La obtención será determinante en favor de la nómina que acabe por alzar los brazos una vez que el referí local Mike Fraser dé su último silbatazo; en cuanto a los tres cuartos, ¿Aaron Smith manejará el ritmo del ataque visitante? ¿Eclipsará a esta versión renovada de Finlay Christie? ¿Rieko Ioane dará el paso adelante y se encargará de ser la carta de quiebre (y, tal vez, de try también) para los dirigidos por Leon MacDonald?
Señoras y señores, la mesa ya está servida. Blues y Highlanders, Highlanders y Blues. Uno de ellos, en pocas horas nomás, se convertirá en el primer ganador en la historia del Super Rugby Trans-Tasman. Vaya historia para contar se avecina, ¡y vaya momento que jamás se olvidará en los libros del rugby del hemisferio sur!
Formaciones y datos del partido:
Blues: 15- Zarn Sullivan; 14- Bryce Heem; 13- Rieko Ioane y 12- TJ Faiane; 11- Mark Telea; 10- Otere Black y 9- Finlay Christie; 8- Hoskins Sotutu, 7- Dalton Papali’i y 6- Akira Ioane; 5- Gerard Cowley-Tuioti y 4- Patrick Tuipulotu (C); 3- Nepo Laulala, 2- Kurt Eklund y 1- Alex Hodgman.
Relevos: 16- Ray Niuia, 17- Karl Tu’inukuafe, 18- Marcel Renata, 19- Josh Goodhue, 20- Blake Gibson, 21- Sam Nock, 22- Harry Plummer y 23- AJ Lam.
Entrenador: Leon MacDonald.
Highlanders: 15- Josh Ioane; 14- Patalesio Tomkinson; 13- Michael Collins y 12- Scott Gregory; 11- Jona Nareki; 10- Mitch Hunt y 9- Aaron Smith (CC); 8- Kazuki Himeno, 7- Billy Harmon y 6- Hugh Renton; 5- Bryn Evans y 4- Pari Pari Parkinson; 3- Siate Tokolahi, 2- Ash Dixon (CC) y 1- Ethan de Groot.
Relevos: 16- Liam Coltman, 17- Ayden Johnstone, 18- Josh Hohneck, 19- Josh Dickson, 20- James Lentjes, 21- Kayne Hammington, 22- Sam Gilbert y 23- Teariki Ben-Nicholas.
Entrenador: Clarke Dermody.
Árbitro: Mike Fraser (Nueva Zelanda).
Jueces de touch: Ben O’Keeffe y Paul Williams (Nueva Zelanda).
Asistente de televisión: Brendon Pickerill (Nueva Zelanda).
Estadio: Eden Park (Auckland).
Horario: 4:05 (Argentina).
Televisación: ESPN 3.
Fuente: Santiago Ángel - Desde Nueva Zelanda