Pasó un nuevo fin de semana de alto voltaje en Nueva Zelanda. Las expectativas más altas están en Auckland y Canterbury, las regiones que, de no haber grandes sorpresas, tendrán la lucha por la corona de esta primera edición. Hurricanes tuvo fecha libre.
En el mítico Eden Park, de la mismísima ciudad de Auckland, Blues sufrió hasta el final pero finalmente superó por 27-24 a Highlanders, que se mostró más competitivo de lo que se imaginaba.
El porqué del resultado se explica en la resiliencia que tuvo el dueño de casa para destrabar una contienda que se complicó tras el 22-10 favorable con el cual se fueron al descanso: a partir de allí, la visita empezó a elevar su nivel y llegó al ingoal rival en dos ocasiones, lo cual los dejó con un 24-22 parcial, aunque, con el try de Dalton Papali'i', los dirigidos por Leon MacDonald encontraron los cuatro puntos necesarios para seguir en lo más alto del torneo.
Individualmente, lo más destacado estuvo en los movimientos ofensivos de Caleb Clarke, en la explosividad de Rieko Ioane, en el uso del pie de Otere Black y en la bravura de Hoskins Sotutu tanto para atacar como para defender. Esto, por el lado del bando vencedor; en su víctima de turno, la potencia de Shannon Frizell y Marino MikaeleTu'u y la conducción de Aaron Smith fueron lo más sobresaliente.
Lejos de la «capital financiera» que tiene el país oceánico, en Christchurch, el corazón económico de la isla Sur, Crusaders, principal candidato al título, se impuso ante Chiefs por 18-13, en un Estadio AMI que albergó un cotejo con más imprecisiones que continuidad.
Lo mejor, dentro de lo que este encuentro plagado de irregularidad, fue el temple del los locales para aguantar el embate de Warren Gatland y sus pupilos: la defensa funcionó a la perfección en los instantes decisivos, lo cual fue más que suficientea para conseguir su segundo éxito en este campeonato.
Nombre por nombre, Will Jordan, autor de las conquistas orquestadas por la nómina encabezada por Scott Robertson, fue, sin duda alguna, el mejor jugador a lo largo de los ochenta minutos; Sevu Reece, con poco, también generó temblores en unos adversarios que recién sumaron de a cinco a falta de un cuarto de hora para cierre del partido, gracias a Sean Wainui.
¿Qué es lo que se avecina?
El próximo sábado, en el Estadio Forsyth Barr, de Dunedin, Highlanders, el orgullo de toda la región de Otago, estará cara a cara con Crusaders, en lo que será la primera versión del derbi sureño en este Super Rugby Aotearoa.
Un día después, en el FMG, de Hamilton, Chiefs cruzará su camino con Hurricanes. Quien gane lo hará por primera vez desde el nacimiento de este certamen.
¿Quién descansará?
Blues, el único puntero… hasta ahora. Luego se vendrá el cruce con los 'Saders. ¡Lo que se nos viene!
Fotógrafo: Photosportsnz
Fuente: Santiago Ángel desde Nueva Zelanda