La franquicia de Auckland venció a Highlanders como visitante por 32 a 21 y se mantiene firme como escolta de Crusaders. En el equipo dirigido por Mac Donald la figura fue su medio scrum Finlay Christie, que se dio el lujo de anotar dos tries.
El partido comenzó con dos equipos que se compartieron la posesión de la pelota en los primeros dos minutos, sin embargo, los locales no fueron disciplinados y con un penal, Beauden Barrett puso la pelota en la esquina de la cancha, para obtener un line en la línea de cinco metros, que posteriormente se transformaría en scrum, del cual Akira Ioane cambiaría por try atropellando a Gregory a los seis minutos de juego.
A los nueve minutos Blues volvió a festejar con un muy buen try apoyado por el medio scrum Christie, luego de una recuperación de la pelota y un posterior Cross Kick del apertura Barrett para que Clarke embista a Josh Ioane y le deje el terreno libre a su número nueve.
El descuento para los “Landers” llegó a los 20 minutos cuando transformaron todas las infracciones del equipo visitante (5 hasta ese momento) para llevar la pelota cerca del ingoal y poder concluir el maul en el ingoal que dejó el resultado 10-12 a favor del equipo dirigido por Mc Donald.
Luego de que Highlanders pasara al frente en el marcador por primera vez en el partido, Blues atacó y sin "despeinarse" le dió la pelota nuevamente a Caleb Clarke que rompió la defensa y habilitó a su medio scrum, que posteriormente cerca del ingoal le dió un pase preciso al centro TJ Faiane que dejó el resultado 17-13 a favor de la visita.
El primer tiempo se cerró con el try de Tu'inukuafe, que luego de unas puntadas cerca de la formación, tras dominar en el scrum al conjunto local logró apoyar la pelota sobre la línea y ampliar la ventaja, que quedaría 24-17 en favor de los Blues.
En el complemento, cuando los locales tendrían que haber salido a buscar el partido e imponerse en el juego, los Blues pisaron muy fuerte en el terreno de juego y marcaron a los dos minutos, nuevamente en las manos de su medio scrum Christie. Minutos después Beauden Barrett traduciría la superioridad en el scrum en tres puntos más y confirmaba que la visita dominaba en todo sentido al equipo local, que no tenía forma de romper la defensa de los fuertes Blues.
A falta de cinco minutos para el final, el tercera línea Shannon Frizell logró finalmente pasar la sólida defensa de Blues, que ya contaba con un jugador menos por la amonestación de Mafileo, y dejó el resultado 21-32. Aunque Aaron Smith ya no estaba en ese entonces, es el número nueve quien maneja los hilos del conjunto de Dunedin, un equipo al cual le faltan ball carriers, y que puede jugar un buen rugby, pero esto sucede cuando de primera fase logran encontrar espacios en la defensa, de lo contrario, es muy difícil que los “landers” puedan ganar la línea de ventaja, y hoy, a pesar de que ha sido un aceptable partido del apertura Josh Ioane, nunca pudo hacerlo.
Por el lado de Blues, esta victoria le permite seguir peleando el campeonato, pero, si la semana que viene Crusaders vence como local a Highlanders, será campeón, y Blues quedará con la esperanza de salir segundo y vencer al campeón en la última fecha en Auckland. Para que Beauden Barrett y compañía puedan levantar el trofeo del Super Rugby Aotearoa, deberá esperar que la franquicia a la cual derrotaron ampliamente el día de hoy le gane a los sólidos Crusaders y luego vencer ellos también a los capitaneados por Whitelock en la última fecha. Todavía todo puede pasar.