En un encuentro no apto para cardíacos, Australia venció a Sudáfrica por 28-26 por la tercera fecha del Rugby Championship, con un penalazo de Quade Cooper en la última jugada del encuentro.
Los Springboks se impusieron desde el arranque con uno de los mejores aspectos de su juego, el uso del pie. Con de Klerk, Pollard y Le Roux como los principales pateadores, el seleccionado sudafricano fue ganando terreno y metiéndose dentro de campo australiano. Fue un error no forzado dentro de las 22 de los Wallabies lo que le dio un penal y los primeros tres puntos a los Springboks.
Sin embargo, la precisión de Quade Cooper, sumado a grandes intervenciones de Samu Kerevi y de Michael Hooper, le permitieron a Australia cambiar la dinámica del encuentro. Luego de una repartija de dos penales por lado, llegó el try de Andrew Kellaway, quien recibió en la punta y pisó para eliminar a su marca y meterse dentro del ingoal sudafricano.
Aquel try tuvo una respuesta rápida de los campeones del mundo, que buscaron nuevamente imponerse en territorio del rival, que se cargó de penales dentro de sus 22 y hasta casi concedió un try penal. Ya con Siya Kolisi en cancha (había recibido una amarilla por tackle peligroso), llegó el try de Bongi Mbonambi, quien aprovechó el empuje del pack para escabullirse y apoyar. Si bien parecía que Sudáfrica volvía a tomar el control del partido, las imprecisiones de Pollard le dieron nueva vida a los Wallabies, que con un Quade Cooper con 5/5 a los palos logró cerrar la primera mitad arriba por 19-11.
En el complemento, Sudáfrica hizo uso de la potencia de sus forwards que supieron sacar muchos metros con el maul. Por su lado, los Wallabies apostaron a abrir el juego y tener una mayor circulación de la pelota, aspecto que mejoró considerablemente con el ingreso de Nic White.
Los primeros en aparecer fueron nuevamente los Springboks con un penal. Y, como ocurrió en la primera parte, la respuesta de los australianos llegó a través del pies de Quade Cooper, quien terminó el encuentro con un 100% de efectividad. Fue justamente la precisión del 10, que finalizó con 23 puntos, la que logró anular la producción del pack de forwards de Sudáfrica, que había remontado el resultado con dos tries de maul ambos firmados por Malcom Marx.
Pero en el cierre del partido, cuando todo parecía que Sudáfrica se iba a llevar el triunfo, Nic White forzó el penal con una pesca fenomenal. Como si estuviera guionado, Quade Cooper fue el elegido de patear el mismo y darle el triunfo a Australia por 28-26.