El final de la zona de grupos para Australia y Georgia llegó. El cuarto partido los enfrentaba y ambos tenían como objetivo el triunfo, ya que Australia buscaba terminar como líder de la Zona D, mientras que Georgia buscaba finalizar en la tercera posición y así conseguir la plaza para la próxima Copa del Mundo. El resultado fue a favor de los australianos por 27 a 8, en un partido en el que no lució, pero la jerarquía de sus jugadores logró sacarlo adelante.
En el primer tiempo predominó la paridad gracias a las buenas defensas de ambos conjuntos. Australia tuvo el dominio del encuentro, pero nunca logró quebrar la defensa férrea que propuso su rival, mientras que Georgia, con sus pocos recursos, intentaba poner en peligro a los australianos, pero no podía romper esa barrera defensiva. Para colmo, a los 13 minutos, el seleccionado dirigido por Cheika perdió a unos de sus jugadores importantes, Beale, quien debió abandonar el encuentro por un golpe en una situación de tackle.
La primera emoción llegó a los 22 minutos cuando los australianos lograron romper la primera línea defensiva georgiana y comenzaron a jugar frontales y con gran dinámica, situación que complicó aún más la reposición defensiva del seleccionado oceánico, para que el medioscrum Whitr lograra apoyar el try y estableciera el 7 a 0 parcial, conquista que presumía romper la paridad del partido. Sin embargo, esto no fue así, ya que Georgia logró descontar rápidamente en el marcador por intermedio de un penal convertido por su fullback Matiashvilli para dejar las cosas 7 a 3.
Los últimos 10 minutos del primer tiempo fueron el resumen de la primera etapa. Australia logró arrinconar a Georgia en su ingoal mediante los penales, pero la gran defensa por parte del seleccionado georgiano no le permitió llegar a una nueva conquista. En el minuto 35, Naisarani vio la amarilla por un golpe en la cabeza a su rival a la hora de la limpieza de un ruck. Para cerrar los primeros 40 minutos, Australia, ante la negativa del try, estiró la ventaja en el marcador por intermedio de los pies de Toomua para que su equipo se fuera al descanso 10 a 3 arriba en el marcador.
En el complemento, el nivel de juego cayó abruptamente. La lluvia cumplió un papel fundamental y condujo a que ambos equipos cometieran muchos errores de manejo que hicieron que el encuentro se volviera muy entrecortado. Recién a los 59 minutos, y luego de aprovechar una pelota que fue al piso, el wing australiano Koroibete levantó la ovalada, explotó un agujero en la defensa rival y corrió hasta el ingoal para estirar la diferencia en el score (17 a 3).
Las emociones llegaron en los últimos 10 minutos, ya que Georgia logró descontar en el marcador a través de un try en manos de su wing Todua, quien recibió la pelota del apertura Khmaladze y corrió hasta el ingoal. De esta manera, dejó las cosas 17 a 8 para despertar la ilusión de dar vuelta el partido.
No obstante, esas ilusiones se terminaron cuando, en apenas tres minutos de partido, el seleccionado australiano anotó por duplicado. Primero a las 75 minutos con el try de Dempsey luego de un gran maul, primera vez en el encuentro que pudieron someter a Georgia por esa vía. Y segundo, a los 78 minutos, cuando el ingresado Genia tomó el pase del pilar Tupou y apoyó en el ingoal para establecer el resultado final de 27 a 8 y el punto bonus para su seleccionado.
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Fotógrafo: Gentileza World Rugby.
Fuente: Agustín Ruiz Rousseaux - Rugby Champagne.