65 mil personas en el Optus Stadium fueron espectadores de un espectáculo entre Australia y Nueva Zelanda. Los Wallabies derrotaron contundentemente a los All Blacks y encendieron señales de alarma en los hombres de negro. Fue el partido con más puntos entre ambos seleccionados.
El partido se planteó desde el comienzo como un duelo dinámico. Australia trató de imponer velocidad y verticalidad al juego, y en los primeros minutos dejó bien en claro cuáles eran sus objetivos para el resto del encuentro. A los seis minutos, el apertura Wallabie, Christian Lealifano, abría el marcador con un penal accesible. Unos minutos más tarde, Reece Hodge tendría vía libre al try luego de un gran offload de James O’Connor. Los All Blacks parecían perdidos, llevaban tres penales en tan sólo diez minutos y no podían recuperar la pelota, pero contra los hombres de negro no se puede cerrar ni un segundo los ojos y a los 12 minutos, luego de una pelota recuperada, a través de un rastrón de Goodhue y una serie de rebotes anotarían su primer try del partido por intermedio de Lienert Brown.
Minutos más tarde, Rieko Ioane llegaría al in-goal de los Wallabies nuevamente, haciendo efectiva una pelota recuperada, con una gran participación de Dan Coles y Aaron Smith en la jugada previa.
Australia comenzó a imponer su juego nuevamente y luego de una larga secuencia de muchas fases y dos oportunidades de try desaprovechadas, Lealifano sumó tres puntos más en el marcador que lo hacían pasar al frente promediando el primer tiempo.
A los 39 minutos llegaría la acción que dejó marcado el partido. Scott Barrett vería la tarjeta roja tras un golpe con el hombro en la zona del cuello al capitán australiano Michael Hooper. El diez del seleccionado local volvió a sumar con el pie y se irían al descanso ganando 16-12.
Para el segundo tiempo, Australia salió con toda la iniciativa y rápidamente a los 45 minutos luego de muchas fases y continuidad, llegó el try del tercera línea Salakaia Loto.
Luego de la salida, los Wallabies siguieron con su intención de jugar cada pelota que tenían y Samu Kerevi, con una genial corrida pegada al touch, derribando y esquivando jugadores, asistiría a Nic White para que el partido quedara 26-12 en 50 minutos de juego.
A los 55 minutos, Beauden Barrett coronaría con un try una genial jugada con mucha continuidad del seleccionado neozelandés y todo parecía indicar que el conjunto de negro se iba a despertar, pero no pudo ser constante y tan sólo siete minutos más tarde, Koroibete, de pick and go, lograría romper la defensa de los visitantes.
A los 69 minutos, luego de una jugada con una dinámica increíble y movimientos muy difícil de predecir de los locales, Reece Hodge llegaría al in-goal por segunda vez en el partido. De salida, los All Blacks, recuperaron la pelota y Ngani Laumape tuvo un espacio enorme para correr hasta el in-goal.
Cuando el partido ya estaba llegando al final, el fullback Beale, con una muy buena línea de carrera, llegaría fácil a la zona de anotación.
Fue un partido que deja una señal de alarma al seleccionado neozelandés y que alivia las aguas en Australia, que encontró en el día de hoy grandes actuaciones, como las de Nic White, James O’Connor, Kurtley Beale e Isaac Rodda, entre otros.
Por Bautista Terrera – Rugby Champagne.
Foto: Gentileza ARU.