Están en el populoso partido de La Matanza y son uno de los clubes que con esfuerzo y sacrificio, desde la Zona Desarrollo, luchan por llevar los valores del rugby hasta los lugares más humildes.
El extracto de la poesía dice: “No te des por vencido ni aún vencido; no te sientas esclavo ni aún esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo, y arremete feroz, ya mal herido”.
Un poco de historia
En el gran Buenos Aires hacia el oeste y en el partido de La Matanza se encuentra Ciudad Evita. Allá por los carnavales de 1953, un grupo de vecinos decidieron darle forma a la idea de fundar un club donde poder jugar al fútbol. El 5 de julio de ese año crearon “Almafuerte”, seudónimo del escritor Pedro Bonifacio Palacios, vecino de la populosa localidad de San Justo. Así comenzó la historia del Club Social, Deportivo y Cultural Almafuerte, una de las instituciones más antiguas de La Matanza que ya lleva 66 años de vida.
Al principio, el club se encontraba en el Barrio SADOP y desde ahí se mudó a los terrenos que ocupa actualmente sobre la Calle Tacuapí y El Viñal, donde tiene las canchas de rugby y una de hockey sintético.
Históricamente, el club se caracterizó por la gran cantidad de actividades sociales, bailes de carnaval, bingos solidarios, peñas, torneos de dominó, cartas y bochas. Pero con el paso del tiempo desaparecieron, aunque dejaron un gran recuerdo para todos los habitantes de Ciudad Evita.
El inicio del rugby
El rugby empezó en el año 1995, con la iniciativa de dos apellidos muy ligados al deporte, Julio Tascheret y el Pájaro Rearte, ambos provenientes del Club Banco Hipotecario. Junto a ellos también participaron vecinos de la zona que tenían ganas de formar parte del primer club de rugby de Ciudad Evita.
En la actualidad, Almafuerte cuenta con más de 600 chicos y chicas en todas las categorías del rugby masculino, femenino y hockey. Los tres compiten en torneos oficiales de la URBA y la Asociación Amateur de Hockey de Buenos Aires.
Jorge Delizia es el entrenador del plantel superior que nos contó sobre la actualidad del club, además del símbolo que llevan en el escudo: “Se eligió poner el Ombú porque cuando el club se mudó a su nuevo predio, el árbol se encontraba en la entrada principal y luego de muchísimos años se cayó. Eso representó mucho para todos nosotros y lo pusimos como un homenaje”.
Los colores de la camiseta son los que lo representan, ¿cuáles fueron sus orígenes? -le preguntamos a Delizia-: “Los colores originales eran blanco y negro, pero cuando se refundó el club, le agregamos el rojo, que para nosotros significaba el AMOR y la PASION, en este caso hacia el rugby”.
El presente y las ganas de ascender
- ¿Cuál es el staff para este año?
- Somos todos surgidos del club. El equipo está compuesto por Gustavo Astaburuaga (entrenador de tres cuartos), Marcelo Garfagnoli (forwards), Claudio Cámpora (PF) y Andrés Ferrante (Kinesiólogo). Como colaboradores estarán Emiliano Morelli y Maximiliano Méndez.
- ¿Cómo fue la pretemporada?
- Arrancamos unas semanas después que terminó el torneo y se prolongó hasta diciembre. Entendíamos que no había tiempo para perder y que si queríamos conseguir cosas grandes, había que hacer sacrificios. Lamentablemente, no llegamos a jugar ningún amistoso, ya que estaban programados para el mes de marzo y la pandemia cortó con todo lo proyectado. Hicimos una gira de cuatro días a San Clemente, donde focalizamos los trabajos en el aspecto físico (fuerza y potencia).
- ¿Con que cantidad de jugadores cuentan?
- El plantel los componen 40 jugadores. En infantiles y juveniles hace años que se trabaja seriamente y este año contaremos con todas las divisiones.
- ¿Hacen alguna captación en los colegios de la zona?
- Se implementó ir a los colegios de la zona para realizar clínicas de rugby. Por eso, la mayoría de los jugadores que llegan son de zonas muy cercanas, salvo algunas excepciones.
- ¿Cómo se adaptaron a la cuarentena?
- Se les enviaron rutinas a los jugadores para que entrenen por su cuenta. Hace dos semanas que entrenamos en forma virtual cuatro veces a la semana. Es muy difícil, pero hay que ponerle el pecho a la situación. Quiero agradecerles tanto a los jugadores como a los integrantes del cuerpo de entrenadores por la predisposición que tienen hacia estos laburos. También contamos con la colaboración de Carolina, quien a través de Zoom y desde Canadá, nos brinda clases de Aero Cardio Boxing dos o tres veces por semana.
- ¿Tuvieron bajas de jugadores?
- Sí, lamentablemente no estarán dos primeras líneas, el medio scrum y el fullback. Algunos porque se retiraron y otros porque tienen que terminar sus carreras universitarias.
- ¿Y sobre las altas?
- Por suerte, volvieron algunos jugadores y se sumaron otros de la M19, donde tenemos fundadas esperanzas en Hernán Décima y Nahuel Avila.
- ¿Qué perspectivas tienen para el 2020?
- De acuerdo a lo realizado el torneo pasado, nuestras expectativas son las de pelear nuevamente por el ascenso de categoría. Creo que estamos preparados para poder dar ese salto y esperemos que se pueda dar.
Para finalizar, Jorge nos dejó el siguiente mensaje: “Deseo agradecer a Rugby Champagne por darme esta oportunidad para dar a conocer, aunque sea un poco, a nuestro club, como así también el espacio a los otros clubes de la categoría. El rugby de Buenos Aires no sólo es el Top12. Hay muchos clubes que trabajan muy seriamente para poder progresar y nosotros somos uno de ellos”.
Almafuerte, desde Ciudad Evita, apuesta por un futuro mejor. Mientras suma gente para su cruzada, tiene un precepto bien instalado: nunca se dan por vencidos, ni aún vencidos.
Fotógrafo: Gentileza Club Almafuerte y Jorge Delizia.
Fuente: Carlos Silva - Rugby Champagne.