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SURI, el club de Jujuy que logró hacerse visible en toda la Argentina

SURI, el club de Jujuy que logró hacerse visible en toda la Argentina

Desde San Salvador de Jujuy viven el rugby con la misma pasión que en todos los puntos cardinales del país. Pero la falta de competencia en la provincia los hizo redoblar esfuerzos para conseguir visibilidad. A más de 30 años de su fundación y gracias a un gran sentido de sacrificio y pertenencia, lograron que Jujuy y el SURI sean hoy una de las plazas más atractivas que los clubes eligen para hacer sus giras de cierre de año.

El equipo que desde el Alto Comedero quiso trascender como un proyecto familiar y hoy luce pujante con el rugby infantil y juvenil como eje de su crecimiento.   

Eliseo Gauna, es el actual presidente, surgió de las raíces de SURI y vivió todas las etapas desde la creación hasta ser el responsable actual de la dirigencia. Jorge “Pato” Spinassi fue parte del grupo de los fundadores, además de entrenador, presidente del club y de la Unión de Rugby Jujeña. Bajo su mandato lograron la sesión definitiva de las tierras de SURI. Con “Tiempo de Rugby” desde 2004, volcó su pasión por el periodismo para mostrar el rugby de todo el país y especialmente el de su queridísima provincia. Entre los dos testimonios recorrimos pasado, presente y futuro de una hermosa historia teñida de rojo y azul en plena tierra jujeña.  

LOS ORÍGENES 

“En 1987 nació SURI como club con ese nombre –comenzó Gauna-. A principio de los ’80, un grupo de entrenadores y viejos jugadores de rugby, con César Mauro Siufi a la cabeza, el famoso “Sopa”, comenzaron a enseñar rugby y a juntar chicos. Junto con Enrique Martínez, más conocido como “Macarola” fueron los precursores del club. Aunque anteriormente, estuvo un profe llamado Fernando Carretero, que era un entusiasta y enseñaba el deporte en las escuelas. ¿Por qué SURI? Lo llamamos así porque dónde estamos ubicados, en el Alto Comedero, había Suris, que son avestruces de las pampas, una avestruz mediano o chica que hay en toda la Argentina y es característica del altiplano”. 

Spinassi contó que la idea surgió luego de una gira que hicieron por Buenos Aires: “fuimos con la Primera a San Fernando, nos alojaron ahí y vimos lo que era la vida de club. Cuando volvimos, los más grandes, tuvimos la idea de formar un club de rugby. Pero no lo podíamos plasmar porque no teníamos plata, así que pasamos por varios lados: Aero Club, Gimnasia, Gimnasia y Tiro. Éramos un poco nómades hasta que nos ofrecieron unas tierras que estaban en un monte todas llenas de Suris. Entonces, le comenté a un amigo que me acompañó y que hoy ya no está entre nosotros: ¡mirá que lindo! ¡Ya me imaginé el nombre, SURI RUGBY CLUB! Y también pensé en el logo: una pelota de rugby debajo de un ala y una raqueta bajo la otra”.  

“En principio éramos Aero Club –destacó Gauna- que estaba a unos quilómetros de ahí. Pero como fuimos creciendo en un momento nos desalojaron. Como César –por Siufi- era muy inquieto, logró que el gobierno nos cediera unas tierras en el mismo sector. Un día nos llevó trotando, desde Aero Club hasta el monte, que era una finca grande de una antigua familia de Jujuy. Cuando llegamos estaba lleno de Suris y en el campo no había nada, ya que eran unas tierras viejas de cultivos. Al poco tiempo César consiguió unas máquinas de Vialidad para que hicieran los cortes de las canchas y se votó por el nombre. ¿Qué nombre le ponemos? Había dos o tres opciones: SURI, Los Pinos o Sopa, que eran los lugares de referencia que teníamos para entrenar y el apodo de César, el alma mater del proyecto. Hicimos una votación entre todos los chicos presentes en la cancha –no había adultos- y así nació el SURI Rugby Club”. 

“Pasó un tiempo largo y la idea no se concretaba –recordaba Pato-. Hasta que una gestión de gobierno por parte de Ruperto Gil, que era papá de un chico que jugaba con nosotros, nos ofreció seis hectáreas en el Alto Comedero, un terreno que estaba entre el monte y el cerro. Fuimos a la reunión con el Sopa –fue nuestro primer presidente- Macarola, Eduardo González Conde y la familia Bruzzone, que tenía dos hijos jugando y trabajaron muchísimo anónimamente por el club. Dijimos que sí pero había que ponerle un nombre a la institución. Nos fuimos debajo de los pinos, que era el único lugar para protegerse del sol, dónde votaron los chicos. Por supuesto que yo ya había hecho mi campaña, proponiendo el nombre que había soñado aquella primera vez que vi las tierras. Y ganamos por muerte, quedó SURI RUGBY CLUB. Se pusieron casi 1000 horas máquina para nivelar los terrenos. Íbamos con los chicos a dormir en carpa los fines de semana y en el día trabajábamos en las canchas”.     

LOS COLORES 

¿Cómo fue la elección de los colores? le preguntamos a Eliseo: “la camiseta es roja, con cuello, pantalón azul y medias combinadas, rojas y azules. Al principio se usó una roja con cuello blanco y pantalón blanco. Pero Macarola Martínez decidió cambiarlas por el azul para diferenciarnos de Los Tarcos, club al que viajábamos seguido a Tucumán. De ahí quedó el azul y el rojo”. Según Pato: “la similitud con los colores de Pucará fue sólo una coincidencia”   

Gauna está desde la fundación de SURI. Jugó desde los nueve años y ahora con 46 termina su mandato como presidente de la institución a fin de año. En la época de estudiante viajó a Tucumán, dónde integró el equipo de Universitario. En el rugby jujeño está desde las infantiles, pasando por todas las divisiones. En la actualidad juega en “Los Plumeros” el equipo de veteranos y es entrenador de la M14 y M8.    

“De chico vivía enfrente del Parque San Martín, que queda en el centro de la ciudad. Los martes y jueves se entrenaba en el Parque y los sábados íbamos en principio a Aero Club y después a SURI. Una tarde andaba por el parque en bicicleta y vi unos chicos jugando al rugby. Me acerqué al Sopa y le dije: ¡quiero jugar al rugby! Tenía 9 años”. 

EL RUGBY DE JUJUY A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS 

-¿Cómo están en la actualidad y cómo fue el rugby de Jujuy a través de las épocas? 

-Lamentablemente somos muy pocos. Hay 12 clubes en la Unión pero los únicos que completamos todas las divisiones somos nosotros. Los Perales tiene nuestra misma edad y siempre mantuvo una Primera e Intermedia, pero les costó históricamente desarrollar las infantiles y juveniles. Ellos también cambiaron de nombres según sus etapas: Gorriti, Aero Club, Tiro y Gimnasia. Surgieron varios grupos con buenas intenciones pero no llegaron a desarrollarse.  

“Etapas lindas hubo varias –continuó- te las podría dividir en dos: desde que me inicié con estos personajes como Siufi y Martínez y el grupo de padres que los acompañaba. Había mucha gente, entre ellos los fundadores y teníamos mucha competencia. Eso duró hasta mis 17 años, se preocupaban para que juguemos en Salta, viajemos a Tucumán y una vez al año estemos en los encuentros de La Salle, en Santa Fe. Fue muy lindo y el grupo fue creciendo. Después se sumó el hockey, había más chicas que varones y les dimos su espacio. Siempre fue todo a pulmón, con el aporte de la familia y Sopa y Macarola a la cabeza, eso duró hasta mis 17 años, en 1990. Sin lugar a dudas ellos fueron los grandes referentes para mí del comienzo de SURI”. Aquel equipo lo integraron Santi Zamar, Flavio Tamer, Matías Pemberton, Juan Taritaloy, Pablo Molouny, Nico Zamar, Ariel Kusich, Pablo Rosa Larriu, Seba Lan Franco, Lucas Pons, Claudio Montaño, Antonio Alfonso, Chino González Conde, Eliseo Gauna, Juan González Conde, Rodri Vercovich, Ramiro Ramos, Patricio Malizia. Staff: Eduardo González Conde y Ale Gómez Omil.  

“¿Después que nos pasó? Terminé la secundaria y me fui a Tucumán. Con 18 años ya estaba con edad de Primera. En esa época teníamos una Superior bien formada, con changos que volvían de estudiar, algunos tucumanos y salteños, profesionales que vivían en Jujuy,  teníamos un equipo competitivo. Nosotros tenemos un gran problema, a los 18 años los chicos se van a estudiar a Tucumán, Córdoba o Buenos Aires y nos quedamos sin rugby. Los que juegan tienen 17 o de 24 para arriba, que son los que vuelven. En esa época eran todos grandes, con más de 30. Jugaban contra Celulosa, un club que sólo tenía Primera. Entonces se armaban unos partidazos contra los nuestros que tenían 18. Eso fue hasta el ’92, una muy buena época del rugby jujeño, teníamos todas las divisiones, formábamos equipos competitivos y viajábamos y cumplíamos con todos los compromisos deportivos que asumíamos. Nosotros siempre dependimos de Salta, ya que en Jujuy no había competencia. Sólo jugábamos con Los Perales y Celulosa. A veces se formaba algún equipo en Palpalá, a 12 kilómetros de San Salvador -dependían de la Empresa de Aceros Zapla- aunque no había clubes. También íbamos a Ingenio Ledesma. Desde hace 10 años somos invitados de la Unión de Salta, participamos de todos los torneos y encuentros infantiles. Con la llegada del Regional estamos insertados dentro del NOA. Eso nos dio la posibilidad de tener una competencia constante y ritmo de juego. ¿Y las distancias, Eliseo? La verdad se nos complica. Ir a jugar a Tucumán y Santiago es lo más lejos, pero no nos queda otra. Cuando yo jugaba una vez me tocó ir a Paraguay, Formosa y Misiones. Era un Campeonato Integración que había creado la UAR para las uniones chicas”.  

“La segunda etapa, después de los ’90 en adelante, el club estuvo planchado porque había menos chicos. Hubo un entrenador, el Pato Spinassi, que mantuvo la vida del club durante esos años y es parte de la historia, porque sostuvo el rugby del SURI” –completó Eliseo-. 

LOS QUE HICIERON HISTORIA 

Jorge Spinassi fue clave en aquellos momentos inolvidables del rugby jujeño. Así lo recordó: “el rugby de Jujuy tuvo una crisis muy grande y en un momento desapareció, aunque en SURI quedó una sola división de 15 años, que nunca abandonó la práctica del deporte. Pero no tenían contra quién jugar. Entonces tomé una decisión y me fui a la vecina ciudad de Salta. En ese momento el presidente de la Unión era Carlos Federico Jerez, que curiosamente había vivido en Jujuy y fue uno de los fundadores de nuestra unión. Le pedí que nos dejara jugar en los torneos de Salta, porque teníamos una división que estaban juntos desde los diez años y sabían que eran de fierro. El “loco” accedió luego de plantearlo en los clubes, pero acordaron que teníamos que jugar siempre de visitantes. Así fue como lo hicimos toda una primera rueda, haciendo 120 kilómetros de ida y 120 de vuelta. Todos los martes me iba a Salta para estar presente en las reuniones y en una de ellas se me acercó el negro Sosa, el presidente de Universitario que me dijo: “Pato, vimos el esfuerzo que hicieron, por lo tanto te digo que nuestro club va a ir a Jujuy a jugar de visitante”. Entonces también se acoplaron Gimnasia y Tiro, Jockey y Tiro Federal. Con la competencia los chicos empezaron a ganar y se convirtieron en el equipo a vencer. Fue tremenda la evolución que tuvieron, con los padres acompañando y poniendo plata para viajar cuando nos tocaba. Así fue que ganamos los campeonatos de M16, M17 y M19 con la misma camada. Logramos que los otros grupos que había en Jujuy se empezaran a entusiasmar y los clubes a organizar. Hicimos un torneo en nuestra provincia e invitamos a la gente de Tartagal y Orán. Fue una gran etapa del rugby jujeño. Cuando me fui de la Unión había cerca de 600 jugadores fichados en el UAR”. 

Los nombres del equipo de 1991 fueron: HERNÁN BRUZZONE, JOAQUÍN AVILA, RAÚL ALCOBA,  LUIS SÁNCHEZ, RAÚL CHELLI, JAVIER MARTÍNEZ, JUAN GIL, FEDERICO REY CAMPERO, LUCAS GIMÉNEZ, CÉSAR SIUFI, EDUARDO GONZÁLEZ CONDE, JUAN CHECA, MARCOS SANTOS, AGUSTÍN QUINTAR, PEDRO ROMERO, MARCO SPINASSI, DAVID PASCHMAN, HERNÁN COLOCHINI, LEONARDO SIUFI, GREGORIO GONZÁLEZ CONDE. 

En 1995: ALEJANDRO GÓMEZ OMIL, JUAN GIL, HERNÁN BRUZZONE, LEONARDO SIUFI, LUCAS GIMÉNEZ, SEBASTIÁN LÓPEZ (CANTANTE DE LOS TEKIS), HERNÁN COLOCHINI, JORGE CALVO, GERARDO BUSIGNANI, MARIO MAZZARI, JOAQUÍN ÁVILA, JULIO CORRADINI, MARCOS SANTOS, GERARDO REYNAUD, AGUSTÍN QUINTAR, MARCO SPINASSI, GREGORIO GONZÁLEZ (CAP), JUAN ALEXANDER, FEDERICO REY CAMPERO.   

Y el equipo de SURI, que con la camiseta de la Unión Jujeña representó a la Unión en el Campeonato Argentino Juvenil ganándole a Formosa en cancha del Suri RC. Y que también salió Campeón de la categoría M19 en el torneo de Salta: LUCAS GIMÉNEZ, IGNACIO IGNE, LEONARDO SIUFI, PABLO ROSA LARRIAU, DIEGO MALDOTTI, JUAN GIL, LUIS RICO, AGUSTÍN QUINTAR, DAVID PASCHMAN, MARTÍN BUITRAGO, GERARDO REYNAU, MARCO SPINASSI, GREGORIO GONZÁLEZ CONDE, AGUSTÍN PFISTER, HERNÁN BRUZZONE.           

LA SEGUNDA ETAPA DEL RUGBY JUJEÑO 

“Cuando volvimos a Jujuy con 28/30 años -contó Gauna- el grupo que jugaba en Celulosa se vino al club y empezamos una nueva etapa, con Javier Calderari como líder, compañero de juego durante muchos años y actual referente del rugby infantil, que además fue presidente”.  

“De esa segunda etapa hubo grandes momentos, como la visita de Italia, en 2005 que vino a jugar contra Argentina A. Fue un gran impulso económico para el club, porque el gobierno nos dio una mano para terminar los vestuarios y mejorar la cancha. Yo llevo 10 años con este grupo de gente reincorporado como entrenador y como papá, ya que tengo a mis chicos jugando. Además, tengo mi mandato vencido como presidente, prorrogado por la pandemia. En diciembre tenemos que llamar a elecciones otra vez”.   

-¿Cómo es la actualidad de SURI?  

-Nosotros venimos bastante flexibilizados en Jujuy, cortamos el 17 de marzo los entrenamientos que habíamos arrancado el 1° de febrero. Retomamos las actividades en junio, entrenamos un mes y se volvió a cortar. Y ahora hace un mes volvimos y la verdad que tuvimos un regreso muy bueno con las infantiles. Muchos chiquitos se sumaron en esta etapa, los juveniles y el plantel superior están más relajados, no volvieron en la medida esperada. El núcleo duro está, esos fieles que no dejan nunca, pero el resto se tomaron el año. Por suerte con infantiles tenemos un montón de chicos. 

-Cuándo Los Pumas jugaron ante Georgia en 2017 ¿cómo fue la experiencia para SURI?  

-La verdad muy linda. Los georgianos se sintieron muy cómodos, se quedaban después de los entrenamientos y comían con nosotros. Siempre son impulsos para el club, ya que somos los únicos con infraestructura de rugby en Jujuy. A principios de año Daniel Hourcade nos visitó y nosotros estábamos haciendo movimientos del suelo para mejorar nuestra cancha. Teníamos un suelo terrible, una arcilla expansiva que cuando se secaba parecía una laja. Estábamos en plena tarea de obra cuando Hourcade nos dijo: “si ustedes para la fecha del partido tienen la cancha lista, Los Pumas vienen acá”. Y fue así, entrenaron toda la semana con nosotros. Podrían haber ido a los predios de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, que tiene un anexo y unas canchas bárbaras. Pero cumplió con su palabra, estuvo toda la semana y nos enseñó un montón de cosas.  

“A nivel deportivo tenemos más derrotas que triunfos –continuó-. Pero hace diez años tuvimos buenos resultados, como el ascenso en el Argentino después de jugar un Regional, ganar un campeonato de Salta. El triunfo sobre Jockey en su cancha, ante Gimnasia de Jujuy con un tackle salvador en el último minuto. Ir a jugar a Misiones, a Encarnación de Paraguay, hacer de locales en Formosa para achicar las distancias, en un torneo a dos rondas, de ascenso y clasificación, dónde enfrentamos al Club Aborigen, Centro de Cazadores, Tacurú”.      

-¿Jugadores que trascendieron?  

-Cuándo era muy chico, Hugo Spinassi, el hermano del Pato. Era dos años más grande que yo, jugaba de ocho, era grandote y callado, todo el mundo lo seguía. Para mí fue el gran referente del club en mi infancia. También fueron importantes los hermanos Martínez, los hijos de Macarola, Gonzalo y Álvaro.     

Para el Pato Spinassi hablar de su hermano Hugo, fue un recuerdo que como él dijo: “le aflojaron las piernas”. Así lo describió con mucha emoción: “El Huguito fue hijo de un segundo matrimonio de mi padre. Tuvo dos hijos, Hugo y Andrea, que fue una excelente jugadora de hockey. Huguito se caracterizó siempre por su responsabilidad, se hizo caudillo y en esa época marcaba una diferencia con el resto. Era muy exigente con él mismo y eso lo transmitía a los chicos con los que jugaba. Los retaba, acompañaba y fue un gran capitán de su división. Jugó un tiempo en Jockey Club de Córdoba, dónde fue a estudiar arquitectura. Y cuando volvió a Jujuy se incorporó rápidamente a la Primera hasta que la vida se lo llevó”.       

“Cuando empecé a jugar en Primera –continuó Gauna- Javier Calderari, que era segunda línea u octavo, Alejandro Gómez Omil, un tucumano que llegó a Jujuy a los 25 años, recién recibido de Ingeniero y se quedó a vivir acá. Era un distinto, había jugado en los seleccionados de Tucumán y Salta. Nos enseñó mucho y en SURI ocupó los puestos de wing, fullback o apertura. También destaco a Ariel Kusich, Pablo Molouny, que fueron de mi camada, la 73/74, con los que compartimos muchos juegos y viajes, junto a mi hermano mellizo, Antonio, que era segunda línea mientras yo jugaba de centro”. 

“En la actualidad, Gonzalo Martínez es el entrenador de la Superior y Mauricio Charro el capitán de la Primera. Roberto “Blindado” Padilla, con 39 años jugó siempre en Jujuy y es uno de los referentes, con más de 20 años en la Primera. El Blindado llegó al club a los 18 años y se convirtió en un histórico en la tercera línea del SURI. Es bajo, fuerte y una persona que une al grupo, un ejemplo de trabajo y humildad en todo sentido. Ama el club como si estuviera desde los cinco años” –completó Gauna-.        

-¿Y los últimos años Eliseo, cómo se desarrollaron?  

-Tuvimos mucho crecimiento en el rugby infantil, en juveniles siempre nos costó más, aunque en los últimos cuatro o cinco años pudimos armar bloques de chicos que surgieron en el club. Ya tenemos varias camadas que arrancaron a los cinco años y llegaron a M17/18, que es la que generalmente nos queda trunca. El rugby viene con un buen impulso, sobre todo en infantiles. También mejoramos la infraestructura, hicimos canchas nuevas, instalamos hace poco una chancha de hockey sintética.  

En 2019 convocaron a Ariel Navarro y Lucas Figueroa a las concentraciones nacionales de la UAR, en Tucumán y Córdoba. Todos los años los visita para los Trial que se realizan en la provincia Ricardo Le Fort, y en el último estuvo Álvaro Galindo. “Es una experiencia muy importante para ellos, que en nuestra época no teníamos” –destacó Gauna-.  

En la pandemia desarrollaron el Instagram Live con Marcelo Carenzo a la cabeza, que hace vivos con ex jugadores del club que cuentan la historia del SURI. 

LA AYUDA DE LA UAR Y EL FUTURO DEL RUGBY EN JUJUY  

“Todo sirve, a nosotros nos vino muy bien –destacó Eliseo- ya que tuvimos que adecuar y reducir la cuota societaria para mantener los ingresos. La ayuda de la UAR llegó en el momento justo, cuando ya nos apretaban las boletas de la luz, el gas y el sueldo de los preparadores físicos, que son los únicos contratados. Los entrenadores son todos voluntarios. Nos sostenemos con el aporte de algunos sponsors más la antena de TELECOM que tenemos en el predio y que renegociamos el contrato. Con esos fondos nos mantuvimos”. 

“SURI tiene 400 chicos activos, aproximadamente. No hubo tanta deserción salvo en la M17, que de tener 18/20 jugadores y sólo quedaron cuatro. Esa la perdimos completamente. De ahí para abajo estamos bien, con algunas divisiones que esperamos recuperarlas porque los chicos viven acá”.  

-¿Qué es el club para vos Eliseo? 

-Es parte de mi vida, no me imagino una semana sin SURI. A mitad de la pandemia le decía a mi señora que estaba cansado. Tengo tres hijos, Simón, de 14, Clara, de 10 y Eliseo, de 5. Entonces mi mujer me dijo: “después de tanto tiempo ¿ahora vas a aflojar? ¡Acordate que todavía tenés al más chico! Eso me dio fuerza, porque tengo el apoyo de mi familia, que es incondicional. El 70% de mi vida está dentro de este club, sea trabajando, entrenando o renegando. Pero la verdad, no hay día que no pensemos en SURI. 

-¿Cómo ves el futuro del rugby en Jujuy?  

-Yo tengo la esperanza de que esto va a renacer y crecer. Creo que el jujeño tiene que cambiar la mentalidad. Por el miedo de llevar a los chicos desde chiquitos y la concepción que el rugby es elitista, algo que cambió porque es un deporte social desde hace mucho tiempo. Cuando comenzó la cuarentena hicimos una colecta de alimentos. Los chicos de la M14 tienen una impresora 3D y confeccionaron mascarillas que se las donaron a los médicos. La verdad que hubo momentos en dónde la pasamos mal en Jujuy. Desde hace un tiempo trabajamos con el Rotary de Palpalá, dónde hacemos festivales para juntar ropa y alimentos e invitar a los chicos para que pasen el día del niño en el club. Tenemos pendiente una colecta de sangre y el acompañamiento de adultos mayores, todas instrucciones que propuso la UAR.  

“Con el Programa 2030 empezamos con las charlas y capacitaciones online. Estamos desarrollando un plan inter disciplinario con gente capacitada para que venga a charlar con los chicos. Me estuve asesorando con una psicóloga que trabaja en el CEDRONAR de San Salvador, que me dio su punto de vista sobre cómo debemos encarar la problemática en el SURI. En general los grupos que tenemos son tranquilos. No te digo que no haya excepciones, aunque no tuvimos problemas de disciplina externos a la actividad fuera del club. La Unión Jujeña nos reforzó con información pero con la pandemia quedó algo trunco. Como dice el Doctor Soler, el paradigma del rugby cambió. Ya no es sólo en lo deportivo, hay que ver lo social y la conducta” 

PRIORIZAR EL ESTUDIO, LA SALUD Y LA FAMILIA  

 “Las nuevas generaciones sueñan con ser profesionales –afirmó Eliseo- cuando a nosotros jamás se nos cruzaba por la cabeza. Es más, acá de Tucumán y Salta ya vienen a ver talentos. Pongo de ejemplo a la división que entreno, la M14. Antes les decía: “Ojalá que todos sean Pumas”. Ahora les digo: “Ojalá que a todos les vaya bien”. El que pueda ser Puma que sea Puma, pero prioricen el estudio, la salud y la familia. Obviamente que a todos nos gustaría tener un Puma en el club, pero que ese no sea el objetivo o el fin de lo que se está haciendo, que sea una consecuencia. Nos pasó tener chicos con muchas condiciones y talento que se fueron a estudiar y tuvieron que elegir Córdoba o Buenos Aires para seguir en el rugby. Se terminaron frustrando porque no era lo que pensaban, se dieron cuenta que no les daba el cuero y terminaron dejando. La realidad es que si te vas a Córdoba, Tucumán, Rosario o Buenos Aires terminás como uno más del montón. ¿Y a quién van a mirar, al que llegó desde Jujuy? Esos chicos son los que se golpean y frustran. Entonces, después de tres, cuatro o cinco años jugando al rugby, desperdiciaron el tiempo porque no estudiaron y malograron el esfuerzo de las familias, por más que hayan disfrutado del deporte”.  

-¿Tuvieron influencia de algún club?  

-En realidad en nuestra primera etapa fuimos mucho a Lince de Tucumán, porque el Sopa Siufi había jugado ahí. Luego fue Universitario el primer club de Tucumán que nos recibió todos los años para los encuentros de M14. Tenemos un acercamiento con Biei gracias a Marcelo Carenzo, que es quien hace las entrevistas del club para Instagram. Marcelo vivió y trabajó en Buenos Aires, y cuando los chicos viajan hacia allí van a Biei, como ya lo hizo Francisco Pancho Bustamante. Lo mismo sucede con Salta, dónde hay una excelente relación con Tigres y Universitario.   

El mensaje final de Gauna fue: “Quiero agradecer el acompañamiento y la presencia de la gente del club, desde los padres hasta los entrenadores y empleados. Tenemos un grupo de fierro, que se la banca, que está siempre y que gracias a su presencia vamos a seguir creciendo. He soñado desde chico con lo que estoy viviendo en el club. Tener un campeonato regular y que sábado por medio nos visiten desde Salta y Tucumán. Que el SURI esté instalado en la vista de todo el país. El año pasado nos visitaron los chicos de Arsenal Náutico Zárate que nos eligieron como destino para su gira de finales de M14. También nos pasó con un buen grupo de veteranos que eligieron Jujuy como destino para después, por ejemplo, conocer la Quebrada de Humahuaca. Nos puso en el foco del país. Tenemos amistad con grandes clubes de Tucumán, Salta, Córdoba, Catamarca, La Rioja que ya pudimos confraternizar y tenemos comunicación fluida con mensajes todas las semanas para organizar visitas. Es grato que en medio de la cuarentena, mi hijo más chiquito de cinco años me dijera: “papá, extraño el club”. Que ellos lo vivan como si fuera su casa es muy gratificante”. 



Fotógrafo: Gentileza de SURI Rugby Club, Eliseo Gauna y Jorge Spinassi

Fuente: Hernando De Cillia - Producción: Alejandra Krickeberg

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