RWC 2019

Nueva Zelanda dejó su sello en Tokio

Nueva Zelanda dejó su sello en Tokio

Los campeones del mundo golearon a Namibia por 71 a 9 en un partido que definieron en el segundo tiempo. Los de negro hicieron 11 tries y deleitaron a los 48.354 espectadores que llenaron el estadio de Tokio.

Dos horas antes del partido, la Estación de Tobitakyu ya estaba repleta de camisetas negras. El poder de la marca “All Blacks” también se siente en Japón. Los hinchas los siguen como a una religión. La prensa de su país se mueve en tropa por todo el mundo. Están acostumbrados a ganar, a ser los números uno y así lo demuestran a cada paso.

En la sala de prensa, los encargados de la Unión dejan una guía impresa de primerísimo nivel con todos los detalles históricos de Nueva Zelanda y el perfil de cada jugador. Como para que todos sepan de quiénes hablan. Organización y comunicación al servicio de la marca registrada. Ni que hablar del haka, que ya es un espectáculo dentro del partido y que los japoneses ovacionaron como pocas veces en la jornada.

Para Namibia, el primer tiempo dejó una muy buena sensación más allá del resultado. En los primeros tres minutos tuvieron posesión, generaron un quiebre y se pusieron 3-0 con un penal a distancia de Stevens. Termínenlo, cantaron algunos desde afuera. Hasta pidieron un tifón para que finalizara así, como el reglamento lo señala; en caso de una tormenta, el partido se suspendía con el resultado del primer tiempo: 3 a 0 para Namibia.

Pero eso duró poco. De salida, los de negro generaron un penal, el line salió rápido y la patada cruzada de Jordie Barrett encontró a Sevu Reece para definir sobre la bandera (5-3). Aunque esos minutos mostraron a un equipo sudafricano valiente y lleno de coraje para jugarles de igual a los campeones: Ganaron tres veces la línea de ventaja, dos veces quebraron y pescaron varios rucks, y se mantuvieron 5-3 hasta los veinte minutos.

El quiebre de Lienert-Brown presagiaba el comienzo de la goleada (10-3). Pero no iba a quedarse ahí Namibia. Dos penales de Stevens pusieron a los africanos a sólo uno (10-9) cuando restaban 10 minutos. El capitán Deysel, el medio scrum Stevens y un buen trabajo de los forwards demostraban que no querían ser un partenaire (Prince Gaoseb metió 13 tackles en la primera etapa). Para colmo, Laulala metió un tackle peligroso y se fue con amarilla, y, tras cartón, Retallick fue reemplazado por Tuipulatu.  

Pero como suele pasar en los minutos finales de cada etapa, los de negro no perdonan. Angus Ta’avao –ingresado por la amarilla a Laulala- anotó el tercero luego de un pick and go (17-9) y Ben Smith selló el cuarto luego de varias infracciones (24-9).       

El segundo tiempo fue el real. Ya desde la salida, los All Blacks fueron otros. Moody anotó el quinto en sólo dos minutos (31-9) y el sexto fue mejor: quiebre de Jordie por el centro y pases en el contacto con Goodhue y Lienert-Brown que apoyó el segundo de su cosecha personal. Bienvenidos a la fiesta, señores, 38-9 para los de negro y todo un tiempo por jugar. Los otros vinieron en cadena: Reece, Whitelock, Ben Smith, Barrett y el último espectacular de Perenara, con pases, rever y offload entre él y Weber (71-9).

Ganó Nueva Zelanda. Nada fuera de lo normal. Regalaron un tiempo y en el segundo hicieron lo básico para golear.


La síntesis completa acá



Fotógrafo: Gentileza World Rugby.

Fuente: Hernando De Cillia y Jorge Ciccodicola (enviados especiales a Japón).