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Alumni, en los pasos del campeón de 2018

Alumni, en los pasos del campeón de 2018

Santiago van der Ghote fue campeón con Alumni como jugador y entrenador junto a su compañero de mil batallas, Nahuel Neyra. Los dos conforman un staff técnico que desde que asumieron pusieron al club en los primeros planos. En charla con Rugby Champagne, el Chino repasó el pasado reciente y los objetivos que encarará el equipo de Tortuguitas en los próximos años. Fanático del rugby, apasionado del juego y de su club, no dejó tema sin tocar.

Finalistas en 2017, campeones en 2018 y sextos en 2019. En Tortuguitas hubo un renacer de la mano de un staff que en poco tiempo recuperó la mística para poner a Alumni en los primeros planos. Así como Hernán Ballatore y Walter Montagner lo hicieron con ellos dentro de la cancha en 2001, al Chino y a Nahuel les tocó desde afuera para, en tan sólo tres temporadas, devolver al rojiblanco a los primeros planos.

Después de un 2019 donde no se pudo repetir la clasificación a las semifinales, Santiago van der Ghote nos contó el análisis que hicieron de la anterior temporada, los preparativos para el 2020 y el presente que vive la institución en medio del Covid-19: “En general, estamos bastante conectados. Tratamos de tener una charla por semana de rugby con invitados, ya estuvieron el “Negro” Gaitán y Cochi Pellicena. Y todos los jueves hacemos una charla que le pusimos “jueves de quincho” para hablar y hacer como si fueran las comidas en el club. A veces somos más de 30 y en algunos casos nos extendemos hasta la una de la mañana”.

El staff del 2020 sigue con el “Chino” van der Ghote y Nahuel Neyra a la cabeza, Lucas Chioccarelli y Rodrigo Jiménez Salice en Intermedia, y Diego Wade y Diego Lamelas como colaboradores. Franco Battezzati fue elegido capitán y Mariano Romanini, subcapitán.

“Trabajamos de manera integral –explicó el “Chino”- nos dividimos por destrezas entre ataque, defensa y formaciones fijas. Yo tengo el juego general y el ataque, igual que Tot, y cuando cada uno va a su equipo, replica lo mismo que entrenamos. Wade hace defensa con Jiménez Salice, el “Pollo” está con scrum y maul, y Nahuel en line, maul y las salidas. Además, tenemos a Sebastián Yavícoli –hace cinco años que está en el club y comenzó como analista de video- que lo sumamos más en el campo. Sabe muchísimo y tiene una muy buena forma de explicarlo. A nosotros nos sirvió porque tiene otra mirada y una forma de decir las cosas muy directas. Los chicos lo quieren mucho, es un tipo muy reservado y ubicado. Para nosotros es muy importante porque nos ayuda a planificar y es con quien hablamos permanentemente”.

Para el 2020, Alumni sufrió las bajas de Tomás Cubilla y Santiago Montagner, que se fueron a Ceibos, y Guido Cambareri, que viajó a Italia. Joaquín Díaz Luzzi y Gaspar Baldunciel iban a ser bajas, pero todo quedó supeditado a la pandemia del Covid-19. Cuando le consultamos quién iba a ser el 10, nos contó: “Estaban Lucas Frana y Tobías Wade, que en realidad lo paseamos por todos los puestos el año pasado, pero él es apertura. Cuando subió al plantel, lo hizo con un equipo que era campeón y tenía a Díaz Luzzi y Frana, entonces jugó en todos los puestos de la línea. Fue de los mejores jugadores del equipo, aunque no repitió en todo el año ni dos partidos seguidos en el mismo puesto” (NdR: en su primer año en Superior jugó los 22 partidos del Top 12, apoyó ocho tries y con el pie sumó cuatro penales y ocho conversiones. Con 68 tantos fue el tercer goleador detrás de Díaz Luzzi, 143 tantos, y Luca Sábato, 70).    

Entre las vueltas, el regreso de Luca Magnasco fortalecerá la competencia por la número nueve junto al Negro Paserotti y Santiago Ambroa: “Ambroa es un chico que fue titular en todas las divisiones, un medio scrum alto para el puesto, que jugó en URBA M18 y patea a los palos”, añadió Santiago. Cuando le consultamos si estaba conforme con el actual plantel, dijo: “Ahora se volvió a armar a pesar de todos estos problemas”.


El análisis del último torneo

Después de dos finales consecutivas, el equipo de Tortuguitas se quedó afuera de las semifinales en 2019. La explicación en palabras de su entrenador: “A fin de año hicimos un balance comparativo del ciclo 2017-2018-2019, donde metimos final, final y 6° puesto. ¿Qué nos pasó? Fueron varias las razones. Cuando salimos campeones, teníamos una base de jugadores muy grande, 25 en condiciones de jugar en Primera sin resentir la estructura. Teníamos cubiertos todos los puestos y fuimos campeones en Intermedia. Pero de un día a otro y por distintos motivos, pasamos de 25 a tener 12. Franco Sábato (seven); Tobías Moyano (mononucleosis); Juan Patrico Anderson (rodilla); Scardapane y Escalona (viajaron afuera); Magnasco, Corneille y Robles (se fueron a estudiar al exterior); Cubillas (UAR); Mateo Baldunciel (se fue por trabajo a Perú por los Panamericanos) e Iñaki Etchegaray, que había dejado y comenzó a entrenar en mayo. Tuvimos que llamar al “Pingüino” Acosta, que estaba retirado, no teníamos pilar derecho, además de los convocados a los seleccionados”.

“La idea de empezar a rotar jugadores, no pudimos hacerla, tuvimos muchas lesiones complicadas y el hecho que la final fuera el 25 de noviembre, nos mató. Nos quitó la post temporada y el torneo arrancó muy temprano, en el mes de marzo. El año anterior, el NdC te daba la posibilidad de probar jugadores y seguir con las cargas físicas de una pretemporada, cosa que en 2019 no tuvimos”, subrayó van der Ghote.


El paso de defender a atacar

La falta de un soporte físico para aguantar el desgaste, la suma de las lesiones y un equipo que tuvo que cambiar sobre la marcha. Así nos contó el “Chino” los vaivenes del 2019: “Creo que después de las finales de 2018, tratamos de potenciar más la defensa que el ataque, entendiendo que después de esa semifinal y final lo mejor que hicimos fue defender y presionar. En 2017 y 2018 tuvimos un ataque espectacular (NdR: 84 tries y 682 tantos en 2017, y 83/633 en 2018, mientras que en 2019 fueron 71 tries y 535 tantos). Entonces, pensé, trabajemos la defensa así vamos a tener un mix perfecto, pero claramente me di cuenta muy tarde”.

Ya muy comprometidos con la clasificación y con la necesidad de sumar, Alumni se la jugó por atacar y sumó muchos puntos. Así continuó el “Chino” en el relato: “Los últimos cuatro partidos fueron los mejores, les metimos más de cuarenta puntos a Hindú (43-17) y a Regatas (49-15). Este equipo se siente mucho más cómodo cuando ataca porque por características de sus jugadores es muy ofensivo, tiene que tener mucho la pelota y si la pierde, la puede recuperar bien. No es como éramos nosotros en 2001, que podíamos patearla para que la tuviera el rival y defendíamos todo un campeonato, sabíamos que no nos iban entrar”.

Los factores que incidieron para no poder repetir: “Tuvimos un 50% más de lesiones que en 2017 y 2018. Nuestra primera rueda no fue mala (siete triunfos, un empate y tres derrotas), nos caímos bastante feo en la segunda mitad de año. No pudimos aguantarlo físicamente. Hay un dato de la URBA que es tremendo: en 2018 teníamos 205 jugadores fichados de plantel superior y éramos el club con más jugadores fichados. En 2019 bajamos a 145, perdimos un plantel entero que es lo que te da el recambio”.

Cuando hablamos de los objetivos para esta temporada, el “Chino” afirmó: “El objetivo es atacar, potenciar las fortalezas. Alumni tiene un plantel muy joven, con un promedio de 23 años. En 2018 tuvimos seis jugadores seleccionados, que están acostumbrados a jugar a otra velocidad. Nosotros somos un equipo ofensivo y el objetivo es volver a eso, que los chicos se diviertan haciendo lo que más naturalmente les sale, que es atacar y volver a tener mucho volumen de juego". 


Los que le marcaron el camino

Cuando hablamos de los que le enseñaron, el “Chino” empezó por recordar: "Tuve la suerte que me entrenaron tipos que fueron espectaculares para mí. Me enseñaron mucho y me volvieron un fanático de entender el juego. Como jugador, mi mayor virtud no estaba en mi capacidad física ni en mi calidad, era que estaba 100% concentrado y entendía mucho el juego".

Los referentes y formadores en la palabra de Van der Ghote: "El “Negro” Gramajo fue un padre del rugby, el “Abuelo” y Víctor Camardón me enseñaron todo lo que representa Alumni, por sacrificio y la historia del club que es espectacular. Tone Abad me hizo debutar en Primera y no sólo lo tuve como entrenador, cuando empecé a entrenar, lo tuve al lado porque era un tipo que siempre acompañaba al plantel superior con mucho respeto y era hombre de consulta".

"Hernán Ballatore y Walter Montagner, cuando salimos campeones en 2001. A ellos les pasó algo parecido a los que no sucedió a nosotros, hicieron sus primeras armas al poco tiempo de dejar de jugar y salieron campeones. Son tipos muy ligados al club. Hernán y “Lucho” Tezanos Pinto fueron coordinadores de los otros planteles de superior en 2018. Con Diego Wade fui capitán, lo tuve nueve años y hoy es nuestro entrenador de defensa. Sabe un montón y es la persona más fanática que conozco de Alumni. Apenas agarramos, le dijimos que se encargue de la defensa. Nos formó a Nahuel y a mí, y lo tenemos al lado permanente".

La forma de jugar y los que dejaron un sello en Alumni. La pregunta concreta fue: “Chino, ¿ves a alguno parecido a vos? Risas….No, los chicos de ahora son mucho mejores, más completos de lo que fuimos nosotros. De los que juegan en mi puesto, “Nito” Provenzano tiene más tackle, que no era justamente donde yo me destacaba. Él es zurdo, yo era más estratégico. Él es de ir más al contacto, yo era más de escapar. Me divertía ser más distribuidor, hacer jugar. Siempre les digo cuando jorobamos, que todos mis wingers fueron try-man del campeonato. No encuentro alguno para decir, este tiene cosas mías”.

Un jugador que sorprendió en los últimos años, fue Luca Sábato. ¿Qué nos podés decir de él?: "En 2014 empecé a dar una mano con la M20, donde jugaban Díaz Luzzi y Sábato. Lo que jugaban los dos, era una cosa de locos. Recuerdo un partido en Alumni contra un rival muy duro, hizo cinco tries, no lo podían agarrar. Es valiente y va al contacto, y Joaquín jugaba a otra velocidad. Cuando empecé a entrenar la Pre Intermedia, el wing era Luca y salimos campeones, no lo podían agarrar. Es un jugador al que hay que dejarlo libre, hay que decirle buscá la pelota y corré (NdR: Sábato apoyó 26 tries en 2016, 19 en 2017, 20 en 2018 y 14 en 2019)”.

 

El rugby profesional y los sistemas

Su pasión por el rugby no tiene límites, así lo demostró cuando empezó a hablar de lo que vio en el Super Rugby: "Lo de Jaguares es espectacular. Me sorprende mucho -por lo menos así lo empecé a descubrir- lo que significa jugar con un sistema. Cuando éramos chicos y te preguntaban, ¿a qué jugamos? Yo no lo tenía muy claro, o jugabas de forward o jugabas de back, o la pateabas más o menos. En realidad, nunca lo entendí y a veces me sentí sin respuestas. Ahora ves que hay un sistema muy claro. Nosotros jugamos a esto: golpeamos por acá, de esta situación salimos así y en este sector de la cancha hacemos esto. Al principio, cuando lo mirabas, te decías: pero entonces somos todos robots...”.

Y continuó el “Chino”: “En un momento se habló que todos hacían lo mismo, que no tenían viveza ni inventiva. Y la verdad que cuando entendés el sistema, te das cuenta que te propone soluciones para cada situación. Sabés que tenés distintos jugadores parados en distintos lugares con por lo menos tres o cuatro opciones para hacer. Y que no son opciones que te la jugaste sólo, sabés que alguien de tu equipo estará parado ahí. Y eso me volvió loco, me encantó verlo y analizarlo. Y dentro de esos sistemas tenés equipos que juegan más con los forwards, más abierto o cerrado, patean más o menos, pero está buenísimo. Y lo que parece estructurado, cuando lo ves es espectacular, recibís todo el tiempo la pelota y tenés un montón de variantes, parece videojuegos. Es divertido de ver y jugar, fue un gran cambio para todo el rugby. Con los años lo entendimos y me parece muy interesante".

Alumni quiere parecerse al equipo de 2018. Con un plantel numeroso esperan que finalice la pandemia para volver a jugar. Mientras tanto, se apoyan en la dedicación que le ponen sus entrenadores.   




Fotógrafo: Rugby Champagne.

Fuente: Hernando De Cillia - Rugby Champagne.